El corregimiento de las diecisiete villas (fotografía: Jesús Pinedo)


Imagen del poder municipal

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EL CORREGIMIENTO DE LAS DIECISIETE VILLAS EN LA EDAD MODERNA (foto: Jesús Pinedo)

jueves, 21 de enero de 2016

Un juicio de residencia: Mosén Rubí de Bracamonte, último gobernador del Marquesado de Villena (1586)

La residencia de los tres años que Mosén Rubí de Bracamonte ejerció como gobernador de lo reducido a la Corona del Marquesado de Villena, fue una más de tantas residencias. Así lo expresaba Alonso Gutiérrez de Quintanilla, ante quien habían pasado los autos, preocupado sobre todo por dejar claros los gastos de la citada residencia una vez finalizada el 15 de enero de 1587. Pero la residencia se había prorrogado quince días más de los previstos, por ciertos hechos acaecidos durante el mandato de Mosén Rubí de Bracamonte y que, como agravio contra dicho gobernador, salían ahora a la luz.

El mandato de Mosén Rubí de Bracamonte se había significado por ser el último gobernador del Marquesado de Villena. Para valorar la acción de su gobierno Felipe II había nombrado el uno de noviembre de 1586 como juez de residencia al licenciado Noguerol de Sandoval, auxiliado en la fe de los hechos por Alonso Gutiérrez de Quintanilla, el escribano citado, y por un alguacil, Juan de Campuzano. El juez recibiría de salario 1000 maravedíes diarios; escribano y alguacil 365 maravedíes, todo ello con cargo a los propios de los concejos. El licenciado Noguerol no era nuevo en estas tierras; ya había ejercido como alcalde mayor en San Clemente veinticinco años antes.

Lo reducido a la Corona del Marquesado de Villena, un extenso distrito ingobernable que distaba entre sus extremos treinta leguas, acababa de ser dividido en dos corregimientos. Las dos ciudades, Chinchilla y Villena, y veinticinco villas con que contaba por entonces la gobernación sería dividida en dos partidos: el de arriba o corregimiento de las diecisiete villas, con San Clemente como cabeza, y el partido de abajo o de las dos ciudades y nueve villas, con sede teórica en la ciudad de Chinchilla, pero en la práctica desplazada por Albacete. Para el corregimiento de San Clemente fue nombrado Pedro de Castilla, que no tomaría posesión de su oficio hasta el 20 de noviembre; para el corregimiento de Chinchilla, lo sería Luis Carrillo Mendoza:

que por algunas causas conuinientes a nuestro seruiçio hemos mandado diuidir la gouernaçión de las ciudades de Villena y Chinchilla y demás villas que con ellas andan juntas en un partido en dos corregimientos de los quales hemos proueydo a don Luis Carrillo de Mendoça y a don Pedro de Castilla
(Comisión al licenciado Noguerol de Sandoval para tomar residencia a mosén Rubí de Bracamente. El Pardo, 1 de noviembre de 1586).

La residencia debía supervisar la gestión del gobernador Mosén Rubí de Bracamonte y sus oficiales en el ejercicio de sus cargos durante los tres años anteriores. El escribano Gutiérrez de Quintanilla sacaría traslado de las cuentas de propios, pósitos y penas de cámara de los pueblos de realengo del Marquesdo, que hoy se nos han conservado en Simancas. Pero también daría la posibilidad a cualquier vecino de querellarse de la acción de gobierno y agravios sufridos. Así se hizo en la ciudad de Villena y especialmente en la villa de Santa María del Campo.
El licenciado Noguerol llegaría a San Clemente el 20 de noviembre, el mismo día que tomó posesión de su cargo el nuevo corregidor Pedro de Castilla. En esta villa fijaría su residencia y desde allí se emitirían veredas a las ciudades y villas para que acudiesen en el plazo de treinta días cuantos vecinos se decidieran querellar del ejercicio del antiguo gobernador. El juez de residencia examinaría también que Rubí de Bracamonte había puesto remedio a los agravios cometidos por su antecesor en el cargo, Diego Velázquez, sacados a la luz en la anterior residencia a la que este último fue sometido.

Los pueblos del Marquesado se dividieron en grupos; encargando a un veredero la comunicación de la residencia, que sería anunciada a viva voz por los pregoneros en las plazas principales de los pueblos. El primer llamado pregón de residencia lo voceó Llorente Martín en San Clemente, ante una concurrida presencia de vecinos de la que daban fe como testigos Francisco Rodríguez Fructuoso y Diego de Oviedo. Para anunciar la residencia fueron enviados varios verederos de San Clemente, que llegaron a las villas entre el 22 y el 26. A Las Mesas, Las Pedroñeras, El Pedernoso, Villarrobledo, La Alberca, Santa María del Campo Rus, El Cañavate y Vara del Rey fue enviado Gonzalo Gómez, que fue requiriendo a cada una de las justicias para que se pregonara el mandamiento del juez Noguerol. Algunas villas como Villarrobledo, el pregón pasó sin pena ni gloria con escasa asistencia de vecinos, pero otras, como Santa María del Campo Rus, mostraron una inusual presencia masiva de vecinos. Otro veredero, Alonso García, con un salario de seis reales y medio, iría a Tobarra, Yecla, Hellín, Sax, Villena y Almansa. En la villas de Hellín, Almansa y, en especial, Villena pareció haber cierta receptividad al pregón. Alonso de la Huerta, con sueldo de cuatro reales a costa de los propios, como sus compañeros, iría a Barchín, Motilla, El Peral, Villanueva de la Jara, Minglanilla, Iniesta y Ves. Por último a Tarazona, Quintanar, La Roda, Gineta, Albacete y Chinchilla se enviaría a Juan de Palomares con salario de cuatro reales. Por esta época, no estaban incluidos en el Marquesado ni Utiel ni Campillo de Altobuey.

El organigrama de gobierno de Marquesado estaba presidido por el gobernador Mosén Rubí de Bracamonte, auxiliado por dos alcaldes mayores, el licenciado Jaramillo y Pedro Vázquez. La ejecución de las acciones de gobierno y judiciales correspondía a seis alguaciles: Alonso de Valladares, Pedro de Montalvo, Saulo de Vera, Juan González Rubio, Antonio Jiménez y Antonio Romero. Al frente de ellos dos alguaciles mayores: Hércules de Mansilla y Antonio Martínez.

Durante la residencia sería acusado el alcalde mayor, Pedro Vázquez, vecino de San Clemente por un vecino de la ciudad de Villena, Bartolomé Rodríguez Navarro, y otro de Albacete, Alonso García de Córcoles. Las acusaciones acabarían con la condena de los denunciantes dos años después.

Pero las principales acusaciones vendrían de la villa de Santa María de Campo. Durante su gobierno Mosén Rubí de Bracamonte había sido comisionado por el Consejo Real para pasar a esta villa a entender de cierto asunto contra la justicia y vecinos de esta villa. Las sentencias del gobernador habían sido durísimas:

mosén Rubí y sus alcaldes mayores hauían proçedido contra çiertos vecinos de la villa de Santa María del Campo, alcaldes y rregidores y otros oficiales con comisiones espeçiales nuestras y por ello les hauían condenado en penas de dineros, destierros, bergüenças, galeras y muerte

Habiéndose juntado en bando, algunos vecinos de esta villa habían presentado capítulos acusatorios contra Mosén Rubí de Bracamonte, obligando a prorrogar la residencia otros quince añadidos a los treinta días fijados. Plazo que pretendía que el gobernador presentara descargos contra las acusaciones.

Hoy, gracias a esta residencia, se nos conservan los traslados de las cuentas de los propios, pósitos y penas de cámara de las dos ciudades y veinticinco villas, pero también el proceso judicial entablado por los vecinos de Santa María del Campo contra Mosén Rubí. Su conocimiento y análisis, en otro momento, nos darán los elementos que hoy nos faltan para entender los momentos finales de los reducido del Marquesado de Villena.

AGS. CRC (Consejo Real de Castilla). 311, 1. Residencia del gobernador Mosén Rubí de Bracamonte. 1586

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