El corregimiento de las diecisiete villas (fotografía: Jesús Pinedo)


Imagen del poder municipal

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EL CORREGIMIENTO DE LAS DIECISIETE VILLAS EN LA EDAD MODERNA (foto: Jesús Pinedo)

lunes, 3 de octubre de 2016

Los caminos en el corregimiento de San Clemente




Mapa elaborado por Gonzalo Menéndez Pidal para su obra Los Caminos de España, según los itinerarios fijados por Villuga. Hay algunos errores: donde dice El Pedroso, debe decir El Pedernoso; donde dice Molina, debe decir Motilla
(Real Academia de la Historia. Colección: Departamento de Cartografía y Artes Gráficas. Signatura: C-030-030. Nº de registro: 01101. Signatura antigua: C-V n 30). También en el siguiente enlace http://cartotecadigital.icc.cat/cdm/ref/collection/espanya/id/2618


En la red viaria de mediados del quinientos, la villa de San Clemente no ocupaba un lugar central. El mapa de caminos ya estaba diseñado de mucho antes y la Mancha conquense era lugar de paso desde el Reino de Toledo hacia Levante, sus puertos de Valencia y Alicante y la ciudad de Murcia. Tan solo una vía principal cruzaba la villa de Norte a Sur: era el camino que desde Cuenca se dirigía a Granada. Pero los principales caminos se dirigían en sentido Oeste a Este:

  • El camino de Guadalupe a Valencia (pasando por Toledo) en el repertorio de Villuga, se internaba desde el Toboso por tierras de Santiago hacia Mota del Cuervo, para continuar por Santa María de los Llanos, El Pedernoso, La Alberca, El Cañavate, Alarcón, Motilla del Palancar (Montilla en el original de Villuga y Molina en la transcripción de Gonzalo Menéndez Pidal), Campillo de Altobuey y Pesquera, para continuar hacia Valencia por Utiel y Requena.
  • El itinerario anterior se encontraba en Campillo, con el itinerario procedente de Madrid, que también iba hacia Valencia. Antes de llegar a Campillo, se internaba en Cuenca por Belinchón y Tarancón (donde un ramal se desviaba por Uclés hasta El Hito), y tras pasar por Saelices, el Hito  y Villar de Cañas, se internaba en la venta de Talayuelas y los pueblos de Buenache, Barchín y Gabaldón. Una desviación de este camino por Almodóvar del Pinar, Villar del Saz y Arcas subía hasta Cuenca.
  • Uno de los caminos más utilizados era el itinerario que procedente de Toledo llegaba hasta Murcia y el puerto de Cartagena, en especial por los soldados que se embarcaban en este puerto con destino a Italia y los presidios de África. Procedente de Toledo, y desde el Toboso, se internaba por Manjavacas en dirección a Las Mesas, El Provencio y Minaya, para continuar por tierras albaceteñas hacia La Roda, La Gineta (que soportaba los soldados que no querían sus vecinas), Albacete y Chinchilla, donde se bifurcaba hacia Alicante y Murcia. Con el tiempo el camino que iba hacia Valencia por el Pedernoso se desvío hacia Las Pedroñeras para unirse al camino murciano en El Provencio
Itinerarios alternativos que se valoraron en el viaje de Felipe IV a Valencia en 1645, según Gonzalo Menéndez Pidal**


En el sentido Norte-Sur destacaban dos caminos:
  • El más importante es el que desde Cuenca tenía por destino Granada. Pasando por Valdeganga, La Parra de las Vegas, Albaladejo del Cuende, Valverde del Júcar, atravesaba el río Júcar por el Puente de Talayuelas en dirección a Honrubia, San Clemente y Villarrobledo, desde donde por Osa y Montiel se dirigía hacia el Sur.
  • Más al Oeste, otro itinerario llevaba desde Cuenca a Alcázar de San Juan. Recorría las localidades de La Parrilla, Cervera del Llano, Villaescusa de Haro, Monreal del Llano, Mota de Cuervo, Campo de Criptana y Alcázar de San Juan
    Repertorio de Meneses de 1576
    Enlace para la consulta de la obra de Meneses

Los caminos descritos por Villuga nos indican la red viaria hacia 1540, en 1575 poco había cambiado la situación en el repertorio de caminos de Meneses de 1576, aunque incluye en el ámbito peninsular quince nuevos itinerarios; pero las Relaciones Topográficas nos dan a entender la integración de algunos pueblos, que hasta entonces habían quedado al margen, en los caminos reales, paralela a la marginación de algunos otros. Barchín del Hoyo figuraba todavía en el camino real (está en el camino real de Valencia para ir a Madrid y a Toledo), allí hizo noche en su viaje Felipe IV en 1632, camino de Valencia

estando como está la dicha villa siete leguas distante de la de San Clemente y es el paso desde nuestra Corte al Reyno de Valencia, y en muchas ocasiones avéis servido a los Reyes nuestros Progenitores: Y últimamente en la Jornada que hize a Valencia el año pasado de seiscientos y treinta y dos hize noche en la dicha villa

El Cañavate seguía siendo un lugar privilegiado como cruce de caminos (es pasajera desde Toledo a Valencia y de Murcia a Cuenca). Su importancia como núcleo de comunicaciones está atestiguado por los múltiples restos arqueológicos desde la antigüedad. Sin embargo, no disponía de venta alguna para hospedaje de viajeros. Si disponía de venta La Alberca, que situada antes de El Cañavate en el camino a Valencia, era además encrucijada de caminos comarcales entre Belmonte, las Pedroñeras, Castillo de Garcimuñoz y San Clemente.

Las Relaciones Topográficas nos muestran también la marginalidad de Iniesta (no es muy pasajero, pasan algunos especial de Toledo, y aquella partida para Valencia por más derecho camino) frente a su antigua aldea de Minglanilla, convertida en lugar de paso obligado (es muy pasajera y está en camino real para Valencia y Toledo). Aun así, Iniesta seguía siendo lugar de paso hacia Valencia por Requena y contaba con una venta propiedad del concejo, cerca del puente de Vadocañas sobre el río Cabriel, que se había construido hacía poco y dejado a la villa endeudada

En la parte occidental del corregimiento el declinar de Las Mesas, que no pasa por él otro camino real sino es de Toledo a Murcia y que no hay venta ninguna en el camino por estar cerca de aquí los pueblos a un cabo y al otro, dirán despectivamente las mismas Relaciones, mostrándonos el olvido del camino, pero sobre todo, el papel privilegiado que tenía como lugar de entrada al Marquesado de Villena desde el Reino de Toledo (porque está diez y ocho leguas de Toledo a la orilla y entrada del Marquesado de Villena). La razón era el mayor peso en la red viaria de dos poblaciones: Las Pedroñeras y El Pedernoso. Ambas poblaciones eran punto de encuentro de los caminantes que desde Madrid y Toledo se dirigían hacia Murcia. Posiblemente en el caso de Las Pedroñeras el hecho de tener que soportar el alojamiento de soldados, una carga demasiado pesada para la villa, jugaría en el futuro a su favor: está en el camino real que va de Toledo y Madrid a Murcia y que es plagado de soldados del tal manera que antes se despuebla que puebla.

El camino que iba de Cuenca a Alcázar de San Juan y de allí a Andalucía, junto al trayecto descrito por Villuga, que iba de Villaescusa de Haro a Mota del Cuervo, por Monreal del Llano, tenía otro alternativo que iba desde Villaescusa de Haro a El Pedernoso, pasando por Belmonte. Esto convertía al Pedernoso en un centro nodal de las comunicaciones

... pueblo pasajero, porque desde los puertos de Cartagena, Alicante y Valencia vienen a esta villa para ir a Toledo y a Madrid y también pasan por esta villa las gentes de Cuenca e Güete para ir a Granada y a Andalucía y a otras partes

El papel de San Clemente como capital del Marquesado de Villena le daría una importancia fundamental como centro comarcal. Las Mesas dirá que está cinco leguas de donde está la silla , que es la villa de San Clemente. Contribuía también a su carácter central el mercado franco concedido por privilegio real por los Reyes Católicos y la feria de septiembre. Aunque no parece que los caminos que recorrieran los verederos y alguaciles para llevar los mandamientos del corregidor al resto de las dieciséis villas constituyera una red de comunicaciones integrada con San Clemente como centro. No obstante, de San Clemente salían ocho caminos que comunicaban a la villa con las comarcanas (Belmonte, Pedroñeras, Provencio, Villarrobledo, Minaya, Vara de Rey, Villar de Cantos (y El Cañavate) y Santa  María del Campo Rus (o La Alberca?)


Inicio de la obra de Villuga (1)
Enlace para la consulta de la obra de Villuga

Los itinerarios de Hernando de Colón, hacia 1515 (Hernando de Colón: Descripción y Cosmografía de España, Tomo II, Padilla Libros, Sevilla, 1988, pp. 145 a 151 y 330 a 331)

Descripción de los caminos locales y sus paisajes en la Mancha de Montearagón


  • Desde Villarrobledo salía un camino de tres leguas largas hasta San Clemente, de atochares y romerales, la última media legua era de viñas y la media anterior de un carrascal: otro camino salía hacia El Provencio, dos leguas, era tierra llana y de atochares, y llegaba hasta Santiago de la Torre o el Quebrado, una legua más; un último camino iba hacia Las Mesas, era una tierra doblada de atochares, aunque la labranza tenía una presencia importante, igual paisaje se ofrecía en el camino que partía hacia Las Pedroñeras, tres leguas, de donde continuaba hacia Belmonte, dos leguas más.
  • Desde El Provencio, pueblo dominado por la fortaleza de don Alonso de Calatayud y el río Záncara, que se secaba en verano, salía el mencionado camino de Santiago el Quebrado, una legua de tierra llana, la primera mitad ocupada por viñas; otro camino salía hacia Las Pedroñeras, dos leguas llanas de atochares sobre cerros y montes bajos y tierras de pan llevar; un tercer camino salía hacia San Clemente, tres leguas (la media primera y la última de viñas, la legua y media restante inculta); otro camino salía hacia La Alberca, dos leguas de tierras dobladas, atochares y salpicadas de labranzas hasta llegar a la última legua que era de monte de encinares. Al sureste, el camino que partía hacia Las Mesas se unía al que partía de Villarrobledo. 
  • Desde Las Pedroñeras, en medio de un pedregal, un camino partía hacia Belmonte, dos leguas, que pasaban por Martín Ovieco, un depoblado en una laderuela, a una legua de romerales y atochares. Por contra Robledillo de Záncara, que no de la Vega, todavía estaba poblado, a una legua de tierra doblada de romerales y atochares. Un camino salía hacia El Pedernoso de tierra doblada y vallejuelos con tierras de labranza; por contra el camino de una legua grande que se dirigía hacia Las Mesas era tierra llana de romerales y encinares. La comunicación entre Las Pedroñeras y San Clemente se hacía por Santiago de la Torre, población que quedaba a media legua a la izquierda en el camino que comunicaba Las Pedroñeras con El Provencio, dos leguas de tierras dobladas y montes bajos. 
  • Santiago de la Torre era otro centro nodal de las comunicaciones heredadas del medievo, Situado en un llano, a tres tiros de ballesta del Záncara, era propiedad de don Bernardino Castillo Portocarrero. Un camino salía hacia Belmonte; tres leguas de cerros y montes bajos, que a media legua de Belmonte eran tierras de pinares. Un camino de dos leguas llanas iba hasta San Clemente, era un paisaje más humanizado de tierras de labranza y vega pero lavajos o aguachares en torno al arroyo que bajaba de Majara Hollín y destacaba un collado a un cuarto de legua de el Quebrado. Un camino bajaba de Santiago de la Torre a El Provencio dejando a cuatro tiros de ballesta el río Záncara a la izquierda (por tanto por la parte oriental), era tierra de ribera, y se dirigía hacia Socuéllamos en medio de tres leguas de tierras llanas todavía incultas en gran parte. El camino hacia Las Mesas era tierra de atochares y encinares, mientras que el camino que iba hacia Las Pedroñeras y El Pedernoso presentaba mayor cultivo de la tierra en las proximidades a esta última localidad. Hacia La Alberca salía un camino de dos leguas llanas, salpicado de cerros, con un montecillo de cuarto de legua a la salida de Santiago y otro de encinares en la legua antes de llegar a La Alberca.
  • San Clemente, ya con novecientos vecinos en 1515 (cifra que creemos inflada) ya era un centro comarcal. Se mantenía el viejo camino que unía al pueblo con la vieja villa de Alarcón, cuatro leguas que pasaban por Vara de Rey y se encaminaban hacia Tébar y de allí a Alarcón, cinco leguas en total. El camino de dos leguas hasta Vara de Rey era de tierra doblada pero labrada y cultivada con cereales; por contra las tres legua del camino hacia el sur que iba hasta Minaya era de tres leguas de tierras incultas atochares, chaparrales y donde la recolección de la grana era una fuente de sustanciosos ingresos; de allí el camino real llegaba hasta La Roda. Un camino directo iba durante cinco leguas hasta Castillo de Garcimuñoz, pasaba por Villar de Caballeros, ya sin población, distante dos leguas, tierra de labranza alternada con cerros y tierras dobladas, ariscas al cultivo; a una legua más de distancia, Santa María del Campo Rus, camino circundado de cerros, valles llanos y donde la presencia de la encina dominando el paisaje era notable. Hasta La Alberca había dos leguas de distancia: la primera media legua y los tres cuartos postreros de legua, encinares, el espacio intermedio tierras dobladas pero labradas. Hasta Santiago de la Torre, dos leguas llanas y el espacio próximo a esta villa, de tierras de vega. El camino hasta El Provencio, dos leguas muy llanas, ya ganadas en su mayor parte por las viñas, al igual que la media legua primera que salía camino de Villarrobledo, punto intermedio en el camino hacia Alcaraz, distante cuatro leguas.
  • El camino entre San Clemente y la ciudad de Cuenca era un camino principal, doce leguas de distancia, que iban por El Cañavate, Honrubia, Valverde del Júcar, Albaladejo, Parra de las Vegas, Valdeganga y Olmedilla de Arcas. 
  • Desde San Clemente salía un camino que iba hasta Villanueva de la Jara y desde allí llegaba a Iniesta. El principal problema de ese camino era el paso del río Júcar; por esa época Villanueva de la Jara intentaba levantar un puente, aunque con la oposición de Alarcón y los Castillo, mientras San Clemente estaba levantando los molinos del Concejo y se proveía un sistema de barcaza para pasar el río Júcar. El camino que iba de San Clemente a Sisante, bordeaba y evitaba la villa de Vara del Rey que quedaba a corta distancia al norte; eran tres leguas de distancia, pero si hasta Vara de Rey el espacio agrario estaba conquistado por la labranza, el paisaje de hermosos campos que se nos presenta hoy entre Vara del Rey y Sisante era de atochares. Ese carácter de espacio inculto se extendía hasta el Júcar y cruzándolo hasta Villanueva de la Jara. Al sur de estas tierras se extendían amplios pinares: a la izquierda del Júcar y a la derecha del viejo camino romano, el de Azaraque que se extendía por tierras de las actuales Casas de Benítez: a la derecha del Júcar y llegando hasta media legua de Villanueva de la Jara, el pinar de la Losa.
  • Los cortos recorridos desde San Clemente tomaban dirección hacia El Cañavate. Si la salida del San Clemente dominaba una legua de encinares, las dos leguas siguientes eran de tierras de labranza, salpicadas de algún cerro y valle inculto alrededor del río Rus. En Villar de Cantos y Perona las tierras de pan llevar dominaban el paisaje, aunque en las inmediaciones de Perona se extendía una dehesa.
  • La Alberca de Záncara,en un altillo y sobre unas peñas, era otro núcleo nodal de viejos caminos, que salían hasta Santa María del Campo, una legua de tierra doblada y de monte; hasta San Clemente, Belmonte, Santiago de la Torre y El Provencio. El paisaje que rodeaba a estos caminos era de encinares, salvo el camino de San Clemente, ganado en algunos puntos para la labranza y las proximidades de El Provencio, ganado por las viñas, y Las Pedroñeras, en este caso, tierras de labranza en medio de cerros y tierras dobladas e incultas. Pero de La Alberca, salían también viejos caminos hacia núcleos en otro tiempo con gran importancia militar. Un camino de tres leguas, que pasaba por el Pinarejo, llegaba hasta Castillo de Garcimuñoz, el monte bajo y las tierras de labranza se alternaban. Otro camino salía hasta Vara de Rey, atravesando el río Rus, a cuya vera se levantaba un antiguo castillo derrocado; era tierra de vallejuelos y cerros.
Hoy no nos podemos imaginar la barrera que el Júcar era para las comunicaciones en sentido este-oeste. De ahí, las comunicaciones rotas y difíciles entre las poblaciones nacidas en torno al río Záncara y su afluente el río Rus, de una parte, y las nacidas en el valle del río Valdemembra, más volcadas hacia tierras de Iniesta. La única unión era Alarcón y sus tierras y molinos en torno a las riberas del río Júcar un nexo de unión vertical, nacido del viejo dominio. Pero también un elemento de separación, solo roto por el impuslo imparable de San Clemente y Villanueva de llegar hasta el río Júcar.

La descripción de las tierras entre el río Júcar y el Cabriel nos aparece separada de las anteriores tierras descritas (que tienen en la narración con los paisajes que se extienden más allá de Belmonte). Los criados de Hernando del Castillo llegan a Iniesta, aunque no sabemos desde dónde. Se toma esta villa, en tierra llana, como centro de referencia de una serie de caminos que salen hacia las poblaciones de Valdemembra por el este o hacia el sur por tierras albaceteñas. Al norte de Iniesta quedan las salinas de la Cueva de la Sal, a cuatro leguas y en peña; a tres leguas, Campillo de Altobuey, es tierra llana de labranza y de algunos montes, y cinco leguas hasta Enguidanos, al comienzo de tierras llanas incultas y las postreras agra abajada.. Desde Iniesta salía un camino hasta El Peral, era tierra doblada e inculta, con algunos llanos, alternos con montes bajos y altos de chaparrales y atochares. Hacia Villanueva de la Jara salía otro camino de tres leguas de distancia, donde el espacio agrario dominaba: el primer cuarto de legua saliendo de Iniesta era de viñas, a continuación se abría una llanura de tierras de labranzas, pero donde las extensiones de chaparrales aún no habían desaparecido. El esfuerzo roturador desde Iniesta era antiguo e igual que se había dirigido hacia el este, también los había hecho por el camino de seis leguas hasta Mahora y de siete leguas hasta Jorquera. El paisaje de estas tierras era de dominio de labranzas, abriendo el espacio agrario entre montes de chaparrales.

Desgraciadamente, de las comunicaciones norte sur en torno al río Valdemembra no se dice nada.

Los caminos del reclutamiento militar

El camino que seguían los soldados reclutados por los capitanes en la comarca y en la Mancha y el reino de Toledo era el camino murciano que ya hemos visto y que tenía como destino el puerto de Cartagena, desde allí los soldados (también los galeotes y los condenados a presidios) se embarcaban con destino a los presidios de África o hacia Italia. El puerto de Málaga, para el que se llegaba en sus inicios por el camino granadino, era una alternativa para el embarque de soldados de presidios.

Hacia los años treinta, el destino de los soldados cambió y el camino también. La declaración de guerra a Francia y posterior rebelión de Cataluña inauguró un nuevo camino hacia Aragón y Cataluña que tenía salida de Cuenca por los tortuosos caminos de la Sierra. El punto final era Barcelona, distante de San Clemente 69 leguas. El camino se realizaba en tránsitos diarios, en los que se recorría a pie o en carro  tres leguas, es decir, algo menos de veinte kilómetros. Un punto intermedio en el camino era Molina de Aragón, distante 30 leguas de San Clemente. Los pueblos por donde debían pasar los soldados tenían que tornarse en soportar la carga, pero la realidad era otra. Pueblos como Honrubia, Arcas o Tórtola soportaban a menudo el paso de soldados antes de llegar a Cuenca capital. Desde el punto de concentración de tropas en que se había constituido Molina de Aragón, los soldados se encaminaban hacia Daroca, población que evitaba los soldados, siendo otras menores como Romanos las que soportaban las cargas militares

Hacia mediados de la década de los cuarenta se fue abriendo como alternativa al camino serrano hacia Cataluña, otra vía con concentración de soldados en Requena, desde donde se dirigían por la costa mediterránea hacia Tortosa.

Los caminos locales (en construcción)


  • San Clemente y Villanueva de la Jara estaban unidos por un camino que saliendo de San Clemente llegaba a Vara de Rey, desde donde se dirigía a Sisante, Desde allí atravesaba el río Júcar por los molinos de la Losa y pasando por medio del pinar que llegaba hasta la ribera del Júcar y acababa a una legua de Villanueva, llegaba  a este pueblo. El camino era suficientemente ancho como para que circularan carros por él. Destacar que Sisante al situarse en medio de dos poblaciones principales haría fortuna, alcanzando un desarrollo demográfico y económico que acabaría eclipsando a su villa madre, Vara de Rey. Desde los molinos de La Losa hasta Sisante había dos leguas, y de Sisante a San Clemente, tres leguas. Este camino seguía una vía secundaria romana: En el pueblo de Iniesta manifestaron también había existido otro camino romano que se dirigía a Vara de Rey o enlazaba con el nº 1 (véase camino romano de Vara de Rey) en su término, que pasaba por Villanueva de la Jara, cruzaba el río Júcar y por el término de Sisante enlazaba o llegaba a Vara de Rey. En la Jara tuve el gusto de ver que en la parte de la vega ha existido antigua población, así como en otros puntos de la misma dirección. En el río Júcar conocí el año 60 restos de un puente de piedra entre la Losilla y el Picazo. (J. SANTA MARIA: Itinerarios romanos de la provincia de Cuenca. Boletín de la RAH. Tomo XXXI, julio-septiembre de 1891). Otros autores como Palomino Coello ponen en duda que el camino pasara por Villanueva y cree que enlazaba con el camino principal en Pozoamargo. A lo largo del siglo XVI el viejo camino hacia Vara de Rey, fue obviado para ir a Sisante y los molinos de la ribera del Júcar, por un nuevo camino que pasaba por el sur de la villa de Vara de Rey, sin cruzarla.
  • Siguiendo el recorrido de Santa Teresa, tras su fundación de Villanueva de la Jara, sabemos que hacia el 20 o 21 de marzo de 1580 abandona la villa para coger el camino de Toledo. Para llegar hasta este camino, de Villanueva de la Jara se dirige a Casasimarro y de allí a Villalgordo del Júcar, donde cruza el puente del Júcar, para dirigirse a La Roda, desde allí las etapas obligads hasta Toledo, Minaya, El Provencio, Manjavacas y EL Toboso.
  • Motilla estaba unida a Alarcón por un camino, que pasaba por la aldea de Valhermoso, que era cruce de caminos con otro que procedía de Tarazona 
  • Santiago de la Torre, ya casi inhabitada estaba en el cruce de caminos de Las Pedroñeras a San Clemente y del Provencio a San Clemente.




El camino romano de Vara de Rey (2)

Junto a los itinerarios anteriores es de destacar la pervivencia en esta época del antiguo camino romano, que partiendo de Carthago Nova se dirigía a Segóbriga, centro de la minería del lapis specularis, para continuar hasta la antigua Complutum.

Vara de Rey, villa sita y poblada en el camino muciano que dicen haber hecho los romanos. Así se refieren las Relaciones Topográficas al camino que de Vara de Rey conducía hacia Murcia y que nos presentan como una vía todavía viva en ese momento. Su trazado tomaba como referencia una de las principales antiguas calzadas romanas, la que iba desde Carthago Nova hasta Complutum, pasando por la ciudad de Segóbriga, centro productor del lapis specularis. La calzada romana se adentraba en tierras conquenses después de recorrer la mansio de Saltigi, cerca del núcleo de Chinchilla y el llamado aljibe, construcción romana que está en el origen de la población de la Gineta, tal como recuerdan las mencionadas Relaciones Topográficas y la Carta Puebla que don Juan Manuel concedió a esta localidad en 1348. La entrada a tierras del Obispado de Cuenca se hacía bordeando la villa de la Roda, a una legua de esta localidad. De nuevo las Relaciones nos reconocen esta vía romana o camino murciano como eje de primer orden en la Edad Media:

que en término de esta villa, una legua de ella hacia la parte do sale el sol y al norte, traviesa un camino real que dicen el Murciano, que en su hechura es muy notable, porque va todo empedrado en forma de calzada con muchos aljibes. Viene desde Cartagena y pasa a Castilla la Vieja y es camino muy antiquísimo y se tiene memoria en esta tierra que lo hicieron los romanos cuando venían a conquistar España y se defendía el paso de dicho camino desde este castillo de Roda

El carácter vivo del camino se mantuvo en la Edad Moderna, como vía pecuaria y de paso de soldados para embarcar en Cartagena. Casa de los Prietos, importante yacimiento arqueológico, y Casa de Buedo son etapas intermedias antes de que la calzada llegue primero a Pozoamargo (identificada con la mansio ad Puteas) y luego a Vara de Rey, donde los restos romanos perviven en el yacimiento de los Villares, que se extiende por el casco urbano y las alturas adyacentes. La presencia de estos restos no pasó inadvertida en las Relaciones Topográficas

...junto a esta villa, en los Villares, que dicen, paresce haber sido edificio de los moros antiguos, que es lo más alto del pueblo, hay paredes recias de cal y canto donde estuvo un castillo en tiempo de los moros que parescía ser cosa fuerte, aunque de él hay poco de presente

La referencia parece indicar, más que restos romanos, un primer núcleo repoblado de la reconquista (¿sobre asentamiento musulmán previo?), que desaparecería sin duda por la intensa inmigración que provocó la conquista de Andalucía y el despoblamiento de esta zona o, simplemente por el alejamiento de la frontera que hacía innecesario un enclave defensivo. Al carácter estratégico del poblado de los Villares, se uniría la explotación de vetas de hierro, relacionadas con el relleno de cavidades cársticas existentes en el término de Vara de Rey.*

El camino continuaría por nuestra zona hacia Villar de Cantos, Villar de Caballeros y Santa María del Campo, donde se unía pasada esta villa una derivación procedente de San Clemente y La Alberca. La calzada continuaría hasta la antigua Segóbriga.


                                                                 
RODRÍGUEZ MORALES, J. et alii: "La calzada romana de Carthago Nova a Complutum: síntesis de su recorrido". El nuevo Miliario. 13. Diciembre 2011

Ventas en el camino de Madrid a Valencia






(1) Repertorio de todos los caminos de España. Autor: Villuga, Pedro Juan, Madrid, 1546. Signatura: 1152980 Res/Hisp. 148 Bayerischen Staatsbibliothek


(2) Seguimos en la exposición el trabajo de RODRÍGUEZ MORALES, J. et alii: La calzada romana de Carthago Nova a Complutum: síntesis de su recorrido. El nuevo Miliario. 13. Diciembre 2011,


* MATA PERELLO, JM, FONT SOLDEVILLA, J.: Breve introducción al estudio de las mineralizaciones industriales conquenses: los materiales geológicos metalúrgicos. GEOGACETA, 13, 1993, p. 85

Sobre la repoblación de Vara de Rey y su carácter estratégico, MARTINEZ VARA DE REY, Carlos: Cronología de la repoblación de Vara de Rey. https://independent.academia.edu/CarlosMtzVaradeRey
**MENÉNDEZ PIDAL, Gonzalo: España en sus caminos. Caja de Madrid. 1992. pág. 144

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