El corregimiento de las diecisiete villas (fotografía: Jesús Pinedo)


Imagen del poder municipal

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EL CORREGIMIENTO DE LAS DIECISIETE VILLAS EN LA EDAD MODERNA (foto: Jesús Pinedo)
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jueves, 28 de abril de 2016

Cómo los Garnica entroncaron con la Grandeza de España (1593): la excomunión del doctor Tébar

Doña Juana Valderrama, a quien su marido Hernando de Avilés, había dejado como curadora y tutora de sus hijos Gaspar y María, no estaba dispuesta a que las diligencias del corregidor para anular el matrimonio de su hija con don Jorge de Mendoza dieran su fruto ni mucho menos a que su hijo Gaspar siguiera en la cárcel pública. Por eso, con fecha  25 de octubre encargó su defensa ante el Consejo Real a dos letrados de prestigio de la villa, el doctor Pedro Alonso de Arce y el licenciado Alonso González de Santacruz. El primero, que era un médico de prestigio en la Corte, pronto delegaría su poder en el procurador Baltasar Romero. Al mismo tiempo se recurrió a la jurisdicción eclesiástica del provisor del obispado, doctor Rueda, que mandó le remitieran las actas del matrimonio que obraban en poder del notario de San Clemente, el presbítero Cristóbal de Iranzo. Mientras el corregidor Juan de Benavides y Mendoza seguía inflexible; un mes después de los hechos, tal como atestiguaba el escribano Gaspar Llanos, mantenía encerrado en la cárcel al joven licenciado Gaspar de Garnica.

Don Jorge de Mendoza, era hijo de Iñigo López de Mendoza y natural de la villa de Uclés.
Había conocido a María de Avilés a través de su hermano Gaspar de Garnica, que estudiaba en Alcalá de Henares junto a Jorge de Mendoza. Se había presentado en la villa de San Clemente el 29 de septiembre, pero aún esperaría hasta el cinco de octubre para casarse con doña María de Garnica y Avilés. Los días que transcurrieron entre las dos fechas los aprovechó para obtener mandamiento del juez ordinario del obispado de Cuenca, doctor Rueda, que le autorizara al casamiento. Alegaba don Jorge que no podía esperar a las tres amonestaciones preceptivas, porque sus deudos se opondrían maliciosamente al matrimonio si se alargaban los trámites. Conseguiría la licencia del matrimonio, condicionada a que no cohabitase con la novia hasta no cumplir con las necesarias amonestaciones, relegadas al momento posterior al acto sacramental. El mandamiento del provisor ordenaba al doctor Tébar celebrar el matrimonio, que se aseguró bien de guardar las formas, examinando a los testigos, Antonio de Oma Zapata y Gaspar de Garnica, advirtiendo a los novios de la disparidad de condición social,

que mirase que era noble y generoso, que podía ser uno de los grandes de España y que todas estas calidades le faltaban a la dicha doña María de Avilés

de su libertad para contraer matrimonio y de evitar la cohabitación de momento y asegurándose que la ceremonia matrimonial fuese pública, abriéndose las puertas de la casa de doña Juana Valderrama.

que los matrimonios no se hacen a puerta cerrada sino muy abiertas y que lo sepa Dios y todo el mundo y no solamente los de los aposentos, sino los de la calle y llamen testigos e ansí luego mandó abrir las puertas

Es de destacar la premura con la que el corregidor iniciará las averiguaciones, desde el mismo momento del casamiento; pero también la celeridad, 20 de octubre, con que el Consejo Real pide le sean remitidos los autos del corregidor e inicie informaciones de testigos para saber lo acaecido. Pronto las tomas de declaraciones dejan bien definidos dos bandos en el pueblo. En el primero, se sitúan los Garnica, los Oma y el doctor Tébar, junto a otras figuras menores del momento. En frente, los vecinos principales del pueblo se ven obligados a tomar partido a favor o en contra del cura. El número de enemigos era mayor que el de amigos.

La declaración tomada al doctor Tébar por el corregidor Juan de Benavides fue agria. Intentaba demostrar el corregidor el poco celo religioso del doctor Tébar, que había celebrado el santo sacramento con testigos que eran parientes de la novia y del propio cura, de modo secreto (¿Cuántos testigos pasaron al abrir las puertas?, preguntó con malicia el corregidor) y estando excomulgado. El doctor Tébar se negó a contestar y también a firmar su declaración. No se detendría el corregidor que inició una serie de declaraciones para demostrar que el cura no era quién para celebrar un matrimonio estando excomulgado.

El corregidor tomaría declaración al sacristán de la Iglesia de Santiago, Millán Martínez, que con apenas un mes en el oficio, reconocería saber de la excomunión del cura Tébar. A continuación se consultó en la iglesia la tabla de memorias donde se asentaban los nombres de los excomulgados; allí aparecía el nombre del cura junto a otros vecinos, socios suyos, con la fecha del 25 de septiembre como día de la excomunión. Desde esa fecha tenía prohibido decir misa y administrar los sacramentos. La excomunión por el ordinario de Cuenca tenía su origen en la irregular administración del cura Tébar de la administración de las rentas eclesiásticas, que había dejado de ingresar en el obispado de Cuenca, y la pena se había aplicado también a sus fiadores. Curiosamente, algunos de estos fiadores aparecen también como aliados del cura en el expediente promovido contra su sobrino el licenciado Herriega quince años después. Entre ellos, Francisco Carrera, padre del dicho licenciado, o Miguel Cantero. El escribano del ayuntamiento Martín de la Cámara daría fe

que un hombre de Cuenca abía venido e traya un braço seglar contra el dicho doctor Tébar.

Los testigos, sacristán y socios, reconocerían lo que había negado el cura: el doctor Tébar no sólo no decía misa sino que tenía prohibido acudir a ella.

El corregidor, demostrada la incapacidad del cura para administrar el sacramento del matrimonio, iniciaría su particular cruzada. Esta vez se trataba de acumular testimonios de las personas principales contra el clérigo. No todos declararon contra él.


                                                                                                      (continuará)




AGS. CRC, 434, 7.  El corregidor de San Clemente, Juan de Benavides y Mendoza, contra Jorge de Mendoza, hijo de Iñigo López de Mendoza, y María Garnica Avilés, porque se casaron sin amonestaciones. 1593

martes, 26 de abril de 2016

Cómo los Garnica entroncaron con la Grandeza de España (1593)

Don Jorge de Mendoza, nieto y hermano de Marqués de Mondéjar, joven de 18 años, se presentó un veintinueve de septiembre de 1593 en la villa de San Clemente; seis días después a las nueve de la noche se casaría con María, la hija de Juana de Valderrama, viuda de Hernando de Avilés, que vivía en la ya entonces llamada plazuela de Astudillo, antes que esta familia adquiriera notoriedad en la villa. Provisto de un mandamiento del provisor del obispado de Cuenca que autorizaba su casamiento con la hija de Juana, María de Garnica y Avilés, estaba dispuesto a formalizar en contrato matrimonial lo que sin duda eran auténticos sentimientos de amor hacia la joven María, mezclados de la fogosidad  propia de la edad. La familia del joven, Grandes de España (el grupo nobiliario de mayor prestigio social y acceso a la Corona) era, por supuesto, desconocedora de lo que estaba pasando aquella noche de San Miguel en la lejana villa manchega.

El matrimonio se celebraría, siendo el sacerdote oficiante el doctor Tébar. Don Cristóbal de Tébar es conocido como el inmaculado cura que fundó el Colegio de la Compañía de Jesús en la villa de San Clemente, pero cada vez que nos aproximamos a su figura, nos aparece como un hombre muy comprometido con su tiempo, y con los bienes materiales. Ese día de San Miguel, que casó a los dos jóvenes enamorados, Jorge y María, no se encontraba en la mejor situación en la comunidad eclesiástica. Dicho sin rodeos, el doctor Tébar se encontraba excomulgado por un asunto turbio relacionado con la administración de las rentas eclesiásticas.

Pero la familia Mendoza no estaba dispuesta a aceptar un matrimonio que por la condición de los contrayentes era, en palabras de la época, de gran disparidad:  no era imaginable que un joven emparentado con los Grandes de España casará con la hija de un hombre pechero y llano y una humilde mujer, cuya nobleza no era pareja a su posición social. Además, en el pueblo estaba presente el corregidor don Juan de Benavides y Mendoza, dispuesto a desbaratar tal despropósito matrimonial. Actuando como confidente de los Marqueses de Mondéjar, intentó compaginar su actuación legal para invalidar el matrimonio con el papel de un actor más implicado en este vodevil. Tal como comunicaba el corregidor al Marqués de Mondéjar el día 9 de octubre de 1593, en su apreciación, el matrimonio de los dos jóvenes era una confabulación de curas, emparentados con los Garnica y los Oma:


El día de San Miguel que se contaron 29 del pasado vino a esta villa (de San Clemente) don Jorje de Mendoza, hijo de Yñigo López de Mendoza en compañía de un Gaspar de Garnica, vezino della, el qual a lo que yo he podido alcançar le deuió de engañar y persuadir con sus deudos a que se casase con una hermana suya y para haçerlo ganaron liçençia con secreto del probisor de Cuenca para desposarlo como lo hiçieron sin que se hiçiesen las amonestaçiones que manda el Santo Conçilio y ymagino que ayudaron a este negoçio que tan mal a pareçido en esta tierra: en Cuenca el dotor Martín de Garnica, canónigo, y aquí el dotor Tébar, cura desta villa, y Tristán de Pallarés, clérigo, por ser deudos y amigos

El corregidor ampliaba la trama denunciando a Antonio de Oma Zapata, primo hermano de la viuda Juana de Valderrama, que por entonces vivía en Belmonte, bajo la protección del marqués de Villena. Asimismo informaba que había mandado encerrar con grillos en la cárcel de la villa al principal inductor del matrimonio, Gaspar de Garnica, hermano de María de Garnica, mientras que mantenía en arresto domiciliario a la novia y a su madre. El joven don Jorge de Mendoza quedaba confinado en la casa del corregidor a espera de que se aclarasen los hechos.

A pesar de las diligencias del corregidor, el matrimonio se consolidaría y María de Garnica y Avilés, quedaría convertida en la esposa de don Jorge Mendoza, marqués de Agrópoli desde  1617. Su hermano, Gaspar de Garnica, superando el amargo contratiempo de la prisión, llegaría a ser prior y canónigo de la catedral de Santiago y consultor de la Suprema del Santo Oficio. El doctor Tébar se convertirá en benefactor de la villa con su legado jesuítico y los Oma volverían desde Belmonte a su villa natal de San Clemente para convertirse en una de las principales familias del pueblo.

Pero a nosotros nos interesa el incidente del matrimonio para conocer un  poco más del San Clemente de 1593.

                                                    (continuará)


AGS. CRC, 434, 7.  El corregidor de San Clemente, Juan de Benavides y Mendoza, contra Jorge de Mendoza, hijo de Iñigo López de Mendoza, y María Garnica Avilés, porque se casaron sin amonestaciones. 1593

sábado, 16 de abril de 2016

Los Salazar de El Pedernoso

Francisco de Salazar casó con Doña María Pacheco
     -1. Doña Beatriz
     -2. Francisco de Salazar vecino del Pedernoso, casó 1º con doña Leonor de Acuña, el testamento 22 de noviembre de 1510, arch. de Cifuentes
                     
                     -Luis de Salazar, vecino del Pedernoso, universal heredero de su padre y de su madre. Y a quenta del dote della le cedió su padre en El Pedernoso 16 de septiembre 1509 ante Asensio Madrid, escribano público las heredades que tenía en Almonescer y si estaban obligadas en alguna debda prometió como caballero ombre fijodalgo que los pagaría, era casado Luis con doña Guiomar Carrillo y su padre ofrece pagarle 40.000 mrs. que había tomado de su dote. Este Luis de Salazar, en Villarejo de Fuentes, 12 enero 1514, ante Juan Muñoz de Vadellos, escribano público de la dicha villa, vende a Juan Velázquez vecino della por 25.000 mrs. las casas que tenía en Almonescer y las heredades de su término lo qual hubo de su padre como su universal heredero.
     -3. N. ... de Salazar

                  -Diego Pacheco, vecino de Villanueva de Alcardete, en Belmonte a 29 de abril 1495, ante Fernán Sánchez de Alcaraz se sacó traslado al señor Juan Pacheco, señor de Minaya y el señor Diego Pacheco, alcalde de Belmonte, vendió por 14.000 mrs. a Francisco de Salazar su tío, hijo de los señores Francisco de Salazar y doña María Pacheco, sus abuelos, todos los bienes raíces que los dichos sus abuelos heredó en el Marquesado de Villena, Orden de Santiago, Obispado de Cuenca y Priorato de Uclés, excepto la heredad de la Moraleja, que retuvo para su poderla vender sin requerir primero al dicho su tío por si la quisiese por el tanto, casó con Juana de Ayala; arch. de Cifuentes



Real Academia de la Historia — Signatura: 9/307, fº 189 v. Los folios 190 a 197 v. están en blanco. — Signatura antigua: D-32, fº 189 v. Los folios 190 a 197 v. están en blanco.  Noticias de algunos señores de la familia de Salazar, señores de El Pedernoso. [Manuscrito]

Los Araque y sus relaciones familiares con los Buedo

Hernando de Araque y Violante de Montoya
  -Hernando de Montoya Araque vivió en San Clemente y casó con doña María Muñoz de los Ángeles, sacó ejecutoria en posesión y propiedad
         -1. Fernando de Araque casó en San Clemente con doña Catalina de Montoya
                 -Don Fernando de Araque Montoya casó con su prima hermana María
                      -Don Fernando, Alonso, Juan, Juana, Ana, María
         -2. Alonso de Araque casó en San Clemente con doña Juana de Buedo, hija del capitán Martín de Buedo, tesorero de Su Majestad en el partido de San Clemente
                 -Doña María de Araque
         -3. Pedro de Araque casó en el Castillo con doña Ginés de Liébana, hija de Juan de Liébana, sin sucesión
         -4. Licenciado Juan de Araque, abogado, casó en San Clemente con Inés de Buedo, hermana de su cuñada
                 -Don Juan de Araque caso en Albacete con doña Catalina de Resa, sin sucesión
                 -María de Araque casó en el Castillo con Pedro de Araque
         -5. Francisco de Araque, clérigo
         -6. Doña Violante y doña Ana, monjas franciscas.




Real Academia de la Historia — Signatura: 9/304, fº 234. — Signatura antigua: D-29, fº 234. Tabla genealógica de la familia de Araque, vecina de San Clemente (Cuenca). [Manuscrito]
        

miércoles, 13 de abril de 2016

Pedro de Oma Arteaga

Don Pedro de Oma vecino y originario de la villa de San Clemente, casado con Doña María Conexero y Noguerol, natural de la ziudad de Cuenca.

Padres del dicho Don Pedro de Oma: Don Antonio de Oma Zapata, natural de la villa de San Clemente, y Doña Madalena Zaluid, natural de la villa de Alarcón.

Abuelos paternos de Don Pedro de Oma: Don Martín de Oma y Doña Juana de la Fuente, naturales y vecinos de San Clemente.

Abuelos maternos del dicho Don Pedro: Domingo de Zaluid y Doña Ana de Valderrama, vecinos y naturales de la villa de Alarcón.

Padres de la dicha Doña María Conexero y Noguerol. Eugenio Conexero y Doña Ana Noguerol, vecinos y naturales de la ziudad de Cuenca.

Abuelos paternos de la dicha doña Maria: Paulo Eugenio Conexero y Theresa de Pedraza, vezinos y naturales de la ziudad de Cuenca

Actos positivos por parte de Antonio de Oma, padre del dicho Don Pedro, familiar del Santo Oficio. Don Gaspar de Garnica, prior y canónigo de Santiago de Galicia, consultor de la Suprema, y Doña María de Mendoza, mujer del marqués de Agrópoli, familiar del Santo Oficio y Caballero de la Orden de Alcántara, sobrina del dicho Don Gaspar, hija de una hermana suia, y el dicho prior es primo segundo del dicho Don Pedro por el apellido de Oma y asimismo son de una sangre de abuelos abajo por el apellido de Valderrama y Granero con dicha doña Madalena Çaluid, madre del pretendiente, y en todos los apellidos con dicha doña Madalena. Doña Mariana de Valençuela, mujer de Don Alonso de Valençuela, familiar del Santo Oficio, prima hermana del pretendiente por las madres y por parte de Doña Juana de la Fuente, abuela paterna del dicho pretendiente


Real Academia de la Historia — Signatura: 9/327, fº 209 v. a 212. Signatura antigua: D-53, fº 209 v. a 212.  Certificación de la genealogía y extracto de pruebas de Pedro de Oma, vecino y originario de San Clemente (Cuenca), y de doña María Conejero Noguerol, su mujer, presentadas por el nombramiento de aquél de familiar del Santo Oficio. [Manuscrito]



Pedro de Oma y Loiola casó con Juana de Valderrama Granero de Heredia

    -Doña María de Oma casó con Fortún de Garnica Chavarri, veedor general de la escuadra de Guipúzcoa
             -Doña Juana de Garnica casó con don Fernando de Avilés de San Clemente
                           -Doña María de Garnica y Avilés casó con don Jorge de Mendoza, marqués                         Agrípoli
                                     
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Don Pedro de Oma Arteaga, familiar del Santo Oficio y regidor de San Clemente casó con doña María e Pedraza
     -Don Eugenio de Oma, cauallero de Santiago, rexidor y natural de San Clemente, casó con doña Ana Antonia de Haro y Buedo, natural de Bara de Rey
     -Don Antonio de Oma, cauallero de San Juan, dejó el áuito y casó con....
              -Don Pedro Manuel de Oma casado con doña Josepha López de Haro



Real Academia de la Historia — Signatura: 9/309, fº 63 v. — Signatura antigua: D-34, fº 63 v. Tabla genealógica de la familia de Oma, vecina de San Clemente (Cuenca). [Manuscrito]

sábado, 2 de abril de 2016

El señorío y mayorazgo de Villora y sus intereses en la Manchuela

Torre albarrana de la fortaleza de Villora
Los Zúñiga, señores de la villa de Villora, vincularon sus bienes a dos mayorazgos. Su valor total era de 140.000 ducados. El primero, con muchas reminiscencias feudales, se centraba en la villa de Villora, de la que eran señores desde 1499. A los derechos señoriales sobre los vecinos de Villora, se unía la propiedad de varias dehesas en la zona, molinos, tierras y rentas sobre los productos de las cosechas. El segundo mayorazgo, nucleado en torno a las casas familiares de Cuenca y la propiedad de un regimiento, recogía además las rentas de diversos censos correspondientes a préstamos a diversas villas del corregimiento de San Clemente, sus vecinos y otras villas de la tierra de Cuenca. Creemos que esos censos están directamente relacionados con los procesos de villazgo y exención de diversas aldeas en la década de los sesenta. Creemos que las cifras cuadran con la cantidad que, por ejemplo, pagó Quintanar por su villazgo. Está por estudiar si aparte de los beneficios de la rentas anuales de los censos, los Zúñiga tenían otros intereses en la zona. De momento, y como veremos en una próxima entrada, tenemos constatado que el nieto de don Eugenio Zúñiga, propietario en este momento del mayorazgo, casaría con una vecina de San Clemente: la hija de don Rodrigo de Cantos, y que varias nietas profesarían como monjas franciscanas en esta villa.


Genealogía de los Villora

La generosa familia de Zúñiga y la Cerda trae su origen de la Casa Real de Navarra en la de Bejar y emparentada con otras de Castilla; Don Diego de Zúñiga, hijo segundo de Don Albaro de Zúñiga y de Doña Isabel de Manrrique, Duques de Arébalo, Placencia y Béjar, sirbió a los señores Reyes Católicos en las Guerras de Granada, quien casó con Doña Juana de la Cerda, de la Casa de Medinaceli, hija de Don Luis de la Cerda y Doña Francisca de Castañeda, dueños de la villa de Villora, y de la de Traspinedo, Yémeda, y de(he)sas de Pancrudo, Cortina y Fuencaliente, por los años de 1499 según resulta de la cuenta de mercedes, que hizo a los vecinos de la dicha villa de Villora; tuvieron por sus hijos a Francisco de Zúñiga y a Doña Francisca, ésta casó con el conde de Cabra y llevó en dote a Traspinedo de quien vienen los Duques de Sessar, y el dicho Don Francisco que fue del ábito de Santiago, y sirvió en las guerras de su tiempo, sucedió en la dicha villa de Villora, Yémeda y de(he)sas referidas por los años de 1504, según lo manifiesta la misma carta de mercedes, refrendada por éste que casó con Doña Beatriz de Fonseca, y tuvieron a Don Luis que le sucedió y murió sin hijos, por lo que entró a poseer la referida villa y de(he)sas Don Diego de Zúñiga que habiéndose ordenado fue abad de Parraces y primer Marqués de Huélamo, por fallecimiento de éste sucedió don Antonio de Zúñiga, que casó con Doña María Recalde, y tuvieron a Don Francisco y Don Luis Oydor que fue de la Real Chancillería de Granada y Don Diego capitán de infantería de Italia y éstos murieron sin hijos recaiendo por ello dicha villa de Villora, de(he)sas de Pancrudo, Cortina y Fuencaliente en aquel (Francisco de Zúñiga) que casó con doña Magdalena de la Mota y murió en la villa y corte de Madrid estando de procurador de Cortes por la ciudad de Cuenca, como regidor que era en las que se celebraron en 1574, dejó por su hijo y sucesor en la dicha villa, heredamientos y dehesas a Don Eugenio de Zúñiga, caballero de la orden de Santiago y regidor de la ciudad de Cuenca, y procurador de Cortes dos veces, la una año de 1595, y la otra de 1602, en que se hizo el servicio, y casando con Doña Magdalena de Medrano tuvo a Don Eugenio de Zúñiga, caballero de la orden de Santiago, sucesor en la dicha villa de Villora, Yemeda y Dehessas, el qual en su mujer Doña Ana de Liébana tuvo al sobredicho Don Eugenio de Zúñiga, caballero de la orden de Santiago, dueño de dichas villas de Villora y San Payo, heredamientos y dehesas, que en su mujer Doña Francisca Royo y Cantos tuvo a los suplicantes con otros religiosos (Don Eugenio de Zúñiga y Cerda, cuyas son las villas de Villora, heredamientos de Yémeda y dehesas de Pancrudo, Cortina y Fuencaliente y las fortalezas y feligresías y concejos de San Payo y sus hermanos, don Rodrigo de Zúñiga, caballerizo de V. Majestad, Don Antonio de Zúñiga, general de Artillería, y gobernador de Melilla, Don Luis de Zúñiga, capitán de caballos y sargento mayor de un tercio de caballería y don Joseph de Zúñiga, capitán de caballos, y Don Christóval de Zúñiga capitán de infantería..... habría que añadir, como veremos, dos hermanas profesas en el convento de franciscanas de San Clemente)

AHP Zaragoza - Expedientes Casa Ducal de Híjar            
AHPZ - P/1-77-15 - Antecedentes y noticias sobre la solicitud que D. Eugenio de Zúñiga hizo a Carlos II, para que le concediese el título de marqués de Villora para sí y sus sucesores. Contiene borrador del diploma con título de Castilla, de marqués de Villora, expedido por Felipe V. Madrid, 8 de abril de 1717

Mayorazgo de Villora

Memorial de bienes de los mayorazgos de la villa de Villora y la ciudad de Cuenca en que don Eugenio de Çúñiga mi señor a sucedido por fin y muerte de Don Francisco de Çúñiga y Cerda su padre y de doña Madalena de la Mota su madre que son los siguientes (estamos hablando en los años correspondientes a finales del quinientos)

                                             Mayorazgo de Villora

Primeramente la villa de Villora con su jurisdición cibil y criminal alta baja mero y mixto ymperio en todo y su castillo en ella en que ponen su alcayde con derechos de fortaleza y castillaje y un alcayde mayor para la ajudicatura son los vecinos vasallos y renteros por ser todo del señor términos, tierras, casasa viñas y güertas, y yerba y término cerrado y redondo, hacienda de mucha cantidad y calidad della que si se podiera vender por lo anejo y perteneciente a la dicha villa y mayorazgo della habrá quien dé sesenta mill ducados y se an ofrecido muchas vezes

Primeramente pagan el concejo y vecinos de la dicha villa de Villora ciento y sesenta y cinco fanegas de trigo para en cada un año por renta y yerba que a la tasa de su magestad que siempre vale allí por ser raya de Valencia monta dos mill y novecientos y setenta reales (18 reales la fanega)

Pagan pilas los dichos vecinos y molinero treynta fanegas de trigo grano en cada un año por el molino de los golpes que es del dicho señor y está en la dicha juridisción en el río Cabriel que valen quinientos y quarenta reales

Para el dicho concejo y vecinos diez ducados en cada un año por la renta de la güerta del señor

Pagan el dicho concejo y vecinos setenta reales por un pedazo de majuelo que dicen el Largo

Pagan el dicho concejo y vecinos treynta y seys reales cada un año por un  pedazo de viña que llaman de Samartín

Pagan los susodichos dos ducados en cada un año por un pedazo de oliuar y viña que llaman la Caveçada

Pagan los dichos vecinos quarenta y seys reales cada año por el pedazo que llaman de acaydía y molinillo

Paga el dicho concejo y vecinos de Villora por basallaje docientas cargas de leña y cien cargas de paja que a real son trecientos reales

Paga el concejo y vecinos del lugar de Cardenete que amojona con el término y juridisción de Villora docientas y veynte fanegas de trigo y cebada por mitad de censo perpetuo en cada un año por la vega de Yemeda y molinos de ella y deessas de Ygualada y dados y rinconada que a la tassa montan dos mill y nibecientos y setenta reales

Yten cincuenta ducados en cada un año por las yerbas de la deessa de Fuencaliente que está en la juridisción de Enguídanos y amojona con la de Villora es deessa de mucha caça mayor y menor y pesca passa por ella el río Cabriel

Yten diez y syete ducados de renta en cada un año por otra deessa más pequeña que llaman de la Cortina que está en la dicha juridisción y amojona con Villora

Yten cien ducados con sus maravdís de renta en cada un año por la deessa de la muela Pancrudo que está en la juridisción de Cuenca junto a las majadas

Yten ciento y quarenta y tres mill y cinquenta y cinco maravedís de renta y juros en cada un año por prebilejio de su magestad los cinquenta y cinco mill sobre las alcabalas y rentas de la ciudad y partido de Güete y los ochenta y ocho mill y cinquenta y cinco sobre las alcabalas y rentas de la ciudad y partido de Cuenca a razón de a veynte

Yten otro pedazo de güerto que llaman el Cerrado que tiene por merced Bartelomé real por sus días dase del dos ducados quando se arrienda

Yten la capilla mayor de la dicha villa de Villora que tiene el señor para su entierro

Monta el mayorazgo de la dicha villa de Villora en cada un año quatrocientos y quarenta y seys mill quinientos y treynta y siete maravedís

                                             Mayorazgo de Cuenca

Primeramente unas cassas principales pegadas con el monasterio de la concepción francisca con su oratorio en ellas con buleto de su santidad para decir missa en él y su jardín balen las dichas cassas a común estimación ocho mil ducados ay en ellas un alcayde y mayordomo quando se arrienda dan cien ducados dellas

Yten ducientas y quarenta mill maravedís de renta y censo en cada un año sobre el concejo y vecinos de la villa de Quintanar con facultad real y salario y sumisión a Cuenca (es decir, hablamos de 640 ducados de renta al año, un interés de 14 al millar, o siete por ciento, creemos que por los 9.000 ducados pedidos por la villa para la compra de su jurisdicción y villazgo)

Yten diez y seys mill y setenta y dos maravedís de censo en cada un año sobre Martín de Tebar y García Donate y otros consortes vecinos de la dicha villa de Quintanar con salario y sumisión a Cuenca

Yten nobenta y tres mill setecientos y cinquenta maravedís de censo en cada un año sobre el concejo y vecinos de la villa de Taraçona con facultad real salario y sumisión a Cuenca

Yten trece mill trecientos y ochenta y ocho maravedís de censo en cada un año sobre Juan de Mondéjar y Francisco de Mondéjar y consortes vecinos de la villa de Taraçona con salario y sumisión a Cuenca

Yten cien mill setecientos y catorce maravedís de censo en cada un año sobre el concejo y vecinos de la villa de la Minglanilla con facultad real salario y sumisión a Cuenca

Yten cinquenta y seys mill y ducientos y cinquenta maravedís de censo en cada un año sobre el concejo y vecinos de la villa de Cañada del Oyo con facultad real salario y sumisión a Cuenca

Yten quarenta y nuebe mill trecientos y diez y nuebe maravedís de censo en cada un año sobre el concejo y vecinos de la villa de Fuentes facultad real salario y sumisión a Cuenca

Por manera que montan las rentas del mayorazgo de Cuenca un quento (un millón) trecientas y veynte y nuebe mill seiscientos y quarenta y un maravedís

Tiene más son Eugenio mi señor ciento y doce mill y quinientos maravedís de renta y juro de por vida por merced de su magestad por un prebilegio sobre la renta del Solimán y açogue de Castilla

(continúa con la dote de su mujer doña Magdalena de Medrano)

Baldrá el principal de las casas y mayorazgo de Cuenca y regimiento a común estimación más de ochenta mill ducados contado a como se acostumbra la renta de heredades y cassas y juros y censos a como está el mayorazgo de Villora monta más de sesenta mil ducados por ser lo más basallos y yerba y pan de renta

La dote monta catorce mill ducados sin lo de Medinaceli

Monta el principal de todo ciento y cinquenta y quatro mill ducados


AHP Zaragoza - Expedientes Casa Ducal de Híjar                    
AHPZ - P/1-140-3 - Inventarios, tasaciones y particiones de bienes pertenecientes al Estado de Villora. 1579-1740


 

viernes, 25 de marzo de 2016

San Clemente: la memoria histórica olvidada

Palacio Piquinoti,casa de Pedro González Galindo
Aquel año de 1612 todo parecía igual que hacía diez años, pero las cosas habían cambiado radicalmente en la villa de San Clemente. Don Juan Pacheco y Guzmán, alférez de la villa, y su mujer Elvira Cimbrón estaban enfrentados a la villa y su poder muy debilitado, su intento de señorialización de Perona les procuró la enemistad de todo el concejo. El doctor Cristóbal de Tébar nunca había sido tan rico, gracias a las aportaciones de su hermano Diego, vuelto del Perú; entre ambos se habían construido un emporio económico centrado en dos núcleos: la hacienda de Matas Verdes, en Villarrobledo, y la hacienda de las Cruces, en la futura aldea de Casas de Fernando Alonso, pero sus enemigos ya empezaban a cerrar filas contra él, y desde 1608 intentaban involucrar a algunos de sus familiares con acusaciones de judaísmo ante el Santo Oficio. Mucho debieron pesar estas acusaciones en su decisión de donación de sus bienes a la fundación de un Colegio de la Compañía de Jesús. El sobrino político del doctor Tébar, Pedro González Galindo, intentaba hacer aceptar su vecindad en San Clemente. Este indiano que había abandonado mozo su pueblo natal, volvía a él, para instalarse en el palacio hoy derruido de la calle Piquirroti. !Qué mal ha tratado San Clemente a uno de sus hijos más predilectos! Vituperado por sus vecinos cuando paseaba junto a su mujer María de Tébar por las calles de la villa, modificado el apellido Piquinoti en Piquirroti, para denunciar sus orígenes conversos, olvidando la ligazón matrimonial de los González Galindo con los principales banqueros de Felipe IV, y, hoy en día, dejando en la ruina su casa palacio. La historia es cruel y más su recuperación. Por eso, es curioso el gran esfuerzo que se ha hecho por recuperar la iglesia del Colegio de la Compañía de Jesús. Quizás, las autoridades actuales sean inconscientes que lo que están recuperando sea la infame memoria de los Origüela. Aquella ermita de Nuestra Señora de Septiembre, reconvertida en iglesia de los jesuitas, era la predilecta de los Origüela, y su cofradía del mismo nombre, su refugio para defender la pureza de su fe de cristianos viejos. Lástima que la actual iglesia reformada de los jesuitas no pueda recuperar dos recuerdos familiares que antaño se encontraban en la Iglesia de Santiago: uno no querido, el sambenito del chamuscado en 1517 Luis Sánchez Origüela, y otro especialmente deseado por la familia, la querida lámpara de plata que colgaba frente al altar mayor de la Iglesia y para la que Pedro González Galindo, consciente de los odios que despertaba en la villa, había reservado en caso necesario su querida ermita de Nuestra Señora de Septiembre, de la que, elevada a la categoría de Iglesia del Colegio de los jesuitas, se había garantizado el patronazgo en sus descendientes por deseo del doctor Tébar.

¿Qué hacían las familias de solera de la villa ese años de 1612? Los sempiternos Rosillo, cuya memoria estaba garantizada en la capilla de la Iglesia de Santiago, seguían en guerra con todos y diluyendo su apellido en otras familias de más futuro como los Ortega. Su última guerra había sido con los Vázquez de Haro, antes de la crisis de 1600, por la capellanía de Tristán Pallarés, asociada a la olvidada capilla de San José de la Iglesia de Santiago (hoy simplemente de Pallarés). Los Haro, con sucesión femenina, en lo que era una condena para la época, habían sabido enlazar vía matrimonial con esos desconocidos que son los Tribaldos. Desconocidos hasta que aparece el doctor Fernández Tribaldos, fundador del Colegio de Manchegos de la Universidad de Alcalá, donde durante siglo y medio se formarán gran parte de las élites de la Manchuela conquense. Hoy, en el Archivo Histórico Nacional se conserva los expedientes de limpieza de sangre de estos jóvenes bachilleres: los Tribaldos, sustituido este apellido desde mediados de siglo XVII por el de sus sucesores los Lucas, y los de otros jóvenes de familias principales de la comarca. Pero no debemos olvidar, cuando consultemos cada uno de estos expedientes, en aquellos otros jóvenes que se les negaba la admisión en la Universidad de Alcalá de Henares, como Francisco de Astudillo Villamediana, obligados a ir a estudiar a Salamanca. Hasta allí llegarán las acusaciones de su raíz infecta de sangre judaica.

Mientras, los Oma, seguían alejados, es un decir, en Belmonte, bajo la protección del Marqués de Villena. No tardarán en volver, reforzados con nuevas alianzas familiares con los Conejero de Cuenca. Los Herreros, cuya memoria se mantiene en la capilla de San Antón de la Iglesia de Santiago, y en sus derrumbadas casas palacio de la villa de las que sólo quedan fachadas maltrechas y los escudos familiares con sus dos leones sujetando el caldero, se mantenían vivos en la villa: determinantes en la elección de alcaldes de la hermandad por el estado noble e imponiendo sus capitanes en las compañías de milicias. Pero la pequeña corte manchega, que es San Clemente, se les queda pequeña, sus ambiciones pasan por su presencia en los Consejos de Guerra y Hacienda de la Monarquía. Por su parte los Pacheco, divididos en tres ramas familiares, ven como Rodrigo Pacheco, el hijo del alférez mayor, intenta su proyección social más allá de la villa con un aventurado matrimonio con una pariente de los duques del Infantado de Guadalajara. El nieto de la saga honrará el apellido familiar como teniente general de las galeras de España.
Castillo de Santiago de la Torre
Juan Pacheco y Guzmán, caballero de la orden de Alcántara, mantendrá viva la presencia de los Pacheco en la vida sanclementina de mediados del seiscientos, pero es sólo una sombra de su homónimo el alférez mayor de la villa. Su única virtud, o más bien la de su madre, saber concertar un matrimonio con su prima Beatriz que ha heredado el mayorazgo de Santiago de la Torre, que doscientos años después su padre Alonso ha recuperado para la familia vinculando en 1603 la propiedad, incluido el castillo que hoy se nos cae, como mayorazgo. Se alejarán del protagonismo del pueblo, pero no olviden que cuando aparezca un Mesía como el mayor hacendado del pueblo a mediados del siglo XVIII, se trata de un Pacheco.

¿Y los Castillo? De la mano de los Pacheco, nos hace olvidar la pervivencia de esa otra rama familiar de los Castillo y de la figura del jesuita Francisco Castillo e Inestrosa, que allá por 1613 mantenía firme y orgulloso su ascendencia judaica ante el Santo Oficio de Cuenca. Hombre de mundo, que debía conocer bien los entresijos de Roma, por su estancia allí en años pasados, y que ahora en San Clemente andaba en tratos con la pequeña comunidad de marranos o conversos portugueses existente en la villa. Y no hablamos sólo de aquel tendero llamado Simón Rodrigues, dedicado al trato de sedas y especias, sino de los que hacían tratos con los añinos de La Roda para proveer de materia prima a algún sombrero de Lisboa o de los Luises, esos enigmáticos hermanos, que habían establecido en el campo un pequeño fondaco de los portugueses, almacén desde donde debían comerciar y vender productos en toda la comarca... casas aisladas que estuvieron a punto de dar lugar a una nueva aldea.

Los Perona se han volcado con la ganadería a finales del quinientos. Han conseguido poder. Hasta el punto de plantarse ante Juan Pacheco, alférez mayor de la villa, en la defensa de la jurisdicción ordinaria de San Clemente. Su presencia es hasta tediosa en el ayuntamiento; les pasa lo que a los Ortega, que su apellido se repite insistentemente entre los nombres de los regidores de la villa. Ahora, los Perona, de pastores darán el salto a abogados de los Reales Consejos. Pero la actividad de estos letrados se centra en los negocios de San Clemente; a veces, más que abogados y de la compañía de otros, como el licenciado Villanueva o los Rosillo, parecen intrigantes siempre presentes allí donde hay polémica. Algo similar ocurre con los Ruiz Ángel, viven en estos años su reconocimiento social como familiares y notarios del Santo Oficio, pero esta familia siempre más apegada a lo terrenal, buscan la seguridad familiar del negocio como abastecedores de carnicerías. Acusadores de los Origüela y los Tébar hacia 1608, no dudarán aliarse con un converso como Astudillo veinticinco años después en el abasto de carnes y renegar de él poco después. Aunque si algo nos inquieta del apellido Ángel es qué hacía una familia milanesa desde fines del cuatrocientos en San Clemente.

Si algo marcará la historia de San Clemente ese año de 1612, será la irrupción con fuerza de dos hombres en la vida de la villa: don Rodrigo de Ortega y Francisco de Astudillo. Enemigos acérrimos y colaboradores necesarios cuando el interés eran común. No tendrán piedad con el arruinado Martín de Buedo Gomendio, apoderándose de su hacienda. Disputarán su poder en la villa, agasajándola con inolvidables octavas del Corpus. El triunfador a la larga será don Rodrigo de Ortega. Su triunfo es la victoria del terrateniente sobre el poder financiero de Astudillo; victoria del hidalgo que remonta, con sus sombras, sus orígenes a los primeros hidalgos de la conquista, sobre el advenedizo converso que reconstruye sus orígenes entre pobres hidalgos residentes bien en las montañas de Zamora bien en un pueblo de Guadalajara llamado Millana, cuando no entre pobres de Hellín cuyo pasado se niega o conversos del Castillo de Garcimuñoz de cuyo origen se reniega. Astudillo es un símbolo de la multiplicidad de orígenes de los vecinos de San Clemente que, en la riqueza de sus diversas procedencias, construyeron su pasado histórico común. Su derrota es el símbolo del fin de una sociedad cosmopolita. Los Astudillo, quizás por escapar de ese gueto de conversos donde vivían, que sus enemigos llamaban la calle de la Amargura, habían soñado con crear una zona de recreo ciudadana, diríamos hoy, en torno al espacio de la Celadilla. Un espacio de descanso y recreo, con sus bancos de piedra y su alameda. Las ilusiones familiares y de muchos vecinos serían destrozadas en 1641, igual que lo fueron los chopos, cortados a hachazos, y los bancos de piedra, salvajemente rotos a mazazos.

No nos podemos olvidar tampoco de los escribanos. Ante ellos pasan muchos de los tratos de los vecinos del pueblo y saben aprovecharse de ello en beneficio propio. Su sentimiento de grupo o corporativo es muy fuerte. Tanto que han constituido una cofradía propia unos pocos años antes: la de los Cuatro Evangelistas o de la Vera Cruz. Entre ellos destacan dos que harán fortuna y serán regidores del ayuntamiento sanclementino: Bartolomé de Celada y Miguel Sevillano. El segundo constituye saga familiar con sus hijos. Miguel y su hijo Juan darán fe de los acuerdos del concejo durante cuatro décadas, pero sobre todo, no lo olvidemos, serán uno de los principales agentes de la Monarquía en el corregimiento de las diecisiete villas para imponer su política centralizadora.

Mientras, otras familias claves en el espacio vital sanclementino en el último tercio del siglo XVI se deshacían. Los García Monteagudo, mantenían su presencia en la vida política del concejo, con Bautista, que casado con Catalina Ortega, pronto legaría su título y hacienda a los Ortega. Los Santacruz parecen renacer con el segundo matrimonio de doña Ana González Santacruz con Bernardo Ramírez de Oropesa, hombre de voluntad férrea y uno de los mayores ganaderos del pueblo. A su sombra se arrimará Francisco de Astudillo, aunque la principal beneficiaria será la familia Melgarejo; con uno de ellos, Tomás, había casado, para ser repudiada, Ángela, la hija de Francisco de Astudillo padre.

Otras familias se les ve presentes todavía en los albores del nuevo siglo, pero han perdido el empuje del siglo anterior. Tales son, por citar algunos, los Granero, los Alfaro, los Caballón, los Ávalos,  o los Vala de Rey. Pero, quién se acuerda de aquel capitán Vala de Rey, que había luchado con el Duque de Alba en Flandes, si no es algún descendiente empeñado en recordar el pasado militar de una familia condecorada con cinco laureadas de San Fernando. Otros, como los Caballón, de intereses más mundanos, permanecen anónimos, pero recuperarán protagonismo a mediados de siglo como depositarios del dinero de la hacienda real. Esa es la historia de San Clemente, el honor y la reputación conviviendo con lo más mundano.

¿Y las familias hidalgas? Se ha dicho una y otra vez que San Clemente es tierra de hidalgos. Falso; ningún pueblo como éste ha puesto tantas cortapisas a los hombres por ver reconocida su hidalguía. San Clemente es más bien una tierra importadora de hidalgos. De hidalgos venidos de Vascongadas, como los Mondragón, los Oma y otros que como canteros, arquitectos o plateros vinieron a levantar sus edificios civiles, religiosos y todo su patrimonio artístico. La presencia de apellidos como Zuri, Obieta, Meztraitua o Zalbide se perderán en este siglo XVII, pero su legado renacentista pervivirá para siempre. De hidalgos judeoconversos procedentes del Castillo de Garcimuñoz, como los Castillo, los Piñán o los Origüela, que reconocida o no su hidalguía la hacen imponer a golpe de ejecutoria. Y sobre todo de hidalgos procedentes de Vara de Rey. Alarcón es cabeza reconocida de la Reconquista con justicia. Nos olvidamos de Vara de Rey. Nunca ha habido pueblo tan pequeño y que haya soportado tantas familias hidalgas en su escasa vecindad. ¿No será que estas familias hidalgas se ganaron su nobleza en el campo de batalla de la Reconquista de los siglos centrales del medievo? Montoya, Pérez de Oviedo, Ortega, Rosillo, Alarcón, Cuéllar, Granero, Buedo y un largo etcétera mantendrán con orgullo su casa solar en Vara del Rey o en la aldea de Pozoamargo. Ahora bien, la pureza de la sangre cuesta mantenerla sin dinero. Los Montoya se han mezclado con los Origüela en San Clemente y un Pérez de Oviedo casa con una hermana de Pedro González Galindo. Es curioso como los Montoya omnipresentes en los oficios públicos del quinientos ahora escogen el celibato en el seiscientos. La familia dará grandes predicadores y calificadores del Santo Oficio de la Inquisición.

Pero San Clemente no sólo importa hidalgos,  también vendrán pecheros en busca de fortuna. Aquí llegarán los Rodríguez Garnica de Hellín (el segundo apellido de San Clemente les dará aceptación en la villa). Se les conocerá como los pelagatos, pero mal que les pese a las viejas familias sanclementinas, que no dudan en expulsar al regidor Francisco Rodríguez Garnica de la procesión de la virgen de Rus,  la representación de la villa ante la Corte y los Reales Consejos recae en esta familia y sus parientes los Pérez de Tudela. Otros como los Cantero vienen de Iniesta y dejarán notar su presencia con la fuerte personalidad de doña Elvira Cantero. Pero los venidos de Iniesta siempre han provocado rechazo; no es la acusación de baja procedencia que pesa sobre los Rodríguez de Hellín, es la interesada acusación de judaísmo. Los Fernández, luego transformados en Astudillo, y los Guerra vienen de Sanabria en Zamora. Otros tienen una procedencia más cercana, tales los de la Osa de Barchín del Hoyo. Con ésta y otras villas comarcanas, la permeabilidad de San Clemente en el intercambio de vecinos es constante. La reconstrucción de la historia de San Clemente no es posible si no se enfoca desde una proyección regional, que rompe los límites del Obispado de Cuenca para adentrase en ese espacio más amplio del Marquesado de Villena.

Es la población pechera la que muestra la heterogeneidad de la villa de San Clemente. Algunos con apellidos comunes como García o López, que se adornan de ecos nobiliarios,transformados en apellidos compuestos como los García Monteagudo o los López de Garcilópez. Pero esta mayoría anónima, dotada de apellidos del común, y desde su trabajo de jornaleros, pastores, comerciantes, albañiles o artesanos, fue la que levantó y construyó en su abnegación y constancia el pueblo que conocemos. Algunos de ellos, como esa minoría de poco más de setenta familias moriscas, no tenían más apellido que el que se habían visto obligados a tomar de prestado. Criticados hasta la saciedad por el doctor Tébar por su escasa profesión religiosa, nadie hizo ascos en recibirlos cuando llegaron en el cambio de los años 1570 a 1571 para aportar los brazos que escaseaban para el pastoreo y la labranza que supliera a los jóvenes de la villa muertos en la rebelión de las Alpujarras. No se tendrá contemplación con ellos, ni la Inquisición en los cuarenta años que vivieron en la villa ni la Corona cuando llegue en 1609 la hora de expulsarlos.

A pesar de todo, en 1612, la sociedad sanclementina sigue siendo una sociedad abierta. Su Plaza Mayor, presidida por su imponente ayuntamiento, convertido desgraciadamente hoy en un almacén de anticuario repleto de cosas modernas, es un espacio que invita a todo el mundo. Hay que tener mucha imaginación para ver en ella la antigua casa familiar de los Herreros, pero el espacio cívico creado por el ayuntamiento, la Iglesia de Santiago o el edificio del pósito y carnicerías nos permiten recrear en nuestra fantasía aquellas espectaculares fiestas del Corpus, los tenderetes de los comerciantes que durante la feria de septiembre se levantaban en las calles aledañas, las representaciones de los comediantes o las fiestas de toros con sus toriles en la planta baja de la casa del concejo. Las fiestas y diversiones públicas eran sufragadas por un patriciado urbano que dominaba el poder local, su munificencia desinteresada no ocultaba su egoísmo interesado. Sus decisiones políticas cada vez estaban más alejadas del buen gobierno que simbolizan las figuras en relieve del friso corrido de la cornisa.
La representación del hombre que sujeta con fuerza en una mano una soga,  expresión de la jurisdicción propia y del poder local de una villa orgullosa de sus libertades mientras que con la otra mano caída sujeta la gorra de quien, descubriéndose, sabe reconocer su subordinación a un poder superior, el de la corona, garante del bien de la república, ya no representa a los regidores que dentro de la sala del ayuntamiento ejercen un poder arbitrario; un patriciado tan egoísta en la paz como cobarde en la guerra.
Tan sólo el hombre renacentista, que con la espada en una mano y el libro en la otra, parece un símbolo para la esperanza y que nos recuerda el trasnochado ideal que don Quijote intenta revivir en su discurso de las letras y las armas. Es como si la villa de San Clemente no quisiera olvidar el espíritu cervantino que había sido la causa de su crecimiento y esplendor, que no es otro que el cada uno es hijo de sus obras.

Y, sin embargo, al igual que la Plaza Mayor empezó a cerrarse con los arcos que se levantaban, la sociedad sanclementina empezó a cerrarse y a perder dinamismo. Sobrevivió a la guerra de Granada, pero no superaría el agotador esfuerzo de las banderas que para la recluta de soldados se levantaban en la plaza desde finales de los años veinte ni la terrible sangría de jóvenes enviados a la guerra de Cataluña desde 1640, perseguidos de noche sin descanso por los campos con candiles, tal como hacía el corregidor Antonio Sevillano. Los patios renacentistas de las casas familiares fueron sustituidos por el recogimiento de la vida interior de las monjas del convento de San José y Santa Ana. Las casas palacio renacentistas, hechas a la medida del hombre, sustituidas por las casonas de los Oma o los Valdeguerrero, con grandes balconadas símbolo de su poder, pero cuya única condescendencia al exterior eran unos tímidos adornos rococós. Un Rodrigo de Ortega, llamado el rico, y símbolo en el quinientos de la nueva capa social de los labradores acomodados, ha sido sustituido por su descendiente del mismo nombre, convertido en señor de Villar de Cantos y Vara de Rey y, luego en la persona de sus sucesores, Marqués de Valdeguerrero. El nieto de Francisco de Astudillo, aparte de su título de Gentil Hombre de Boca de Su Majestad, es poco lo que aporta a la villa, acabando su herencia en manos de la Iglesia. Los sucesores de Pedro González Galindo terminarán huyendo de la villa, con la que acabarán metidos en pleitos interminables, convertidos en Condes de Villaleal, cambiando el nombre a una pequeña aldea llamada Carrascosilla de Huete con la que poco o nada tenían que ver. San Clemente ya no recuperará nunca el esplendor de antaño. Ni siquiera en el siglo XVIII, cuando todavía centro administrativo de la comarca, su poder es contestado por otros pueblos que, empujados por la pujanza del siglo, hacen ostentación de su independencia frente a la antigua cabeza de partido, convertidos en nuevas sedes de corregimientos.

Entre estos dos sanclementes, el abierto renacentista y el cerrado del barroco, hay un edificio anterior en el tiempo y que debería actuar en su permanencia como lazo de unión: el convento de San Francisco o de Nuestra Señora de Gracia.
Convento de Nuestra Sra. de Gracia (1)
Su aspecto disonante en un espacio renacentista esconde las huesos de multitud de personas principales de la villa allí enterrados. Todos juntos sin distinción de su sangre, noble o pechera, conversa o cristiana vieja. Tumbas que en su devenir diacrónico conservan los huesos de los sanclementinos que construyeron y vivieron la historia del pueblo, dando continuidad a las generaciones sucesivas.



(Valga este artículo como breve bosquejo del San Clemente de comienzos del siglo XVII y como respetuosa denuncia del estado de abandono de algunos de sus edificios históricos)

(1) Imagen tomada de José García Sacristán

martes, 9 de febrero de 2016

El Colegio de San Clemente Mártir o de los Manchegos de la Universidad de Alcalá de Henares.


El Colegio de San Clemente Mártir, también llamado Colegio de los Manchegos, de Alcalá de Henares, se situaba en la calle de la Justa, hoy de Santa Úrsula. El edificio que se mantiene en pie hoy en día, ha perdido su torreón.

Fue fundado por Sebastián Martínez de Tribaldos, capellán de honor de S. M. y prior de Roncesvalles, por testamento otorgado en Madrid el 7 de diciembre de 1620, que ejecutará su hermano y albacea Pedro Fernández de Tribaldos, jesuita, que redactó sus constituciones en 1631.  Previamente existía un colegio anterior fundado en 1589 por García Loaysa, antiguo estudiante de la Universidad de Alcalá y futuro arzobispo de Toledo. El 18 de enero de 1628 se había obtenido licencia del cardenal Zapata para decir misa en la capilla recientemente erigida

que en la casa que para este efecto tienen elegida an hecho una capilla con el adorno necesario para poder dezir misa

Inicialmente con la refundación en 1620 del doctor Tribaldos sólo tenía 6 becas para teólogos y canonistas, aunque se pretendía aumentar su número a 20. Eran preferidos como colegiales los del linaje de Tribaldos, pero dos de las becas se otorgaban a los naturales de la Mancha, obispado de Cuenca. En 1641 se le incorpora el colegio de San Lucas Evangelista o de Magnes, incorporación que será ratificada por el reformador García de Medrano y en 1759 se le agrega el de San Cosme y San Damián o de Mena, aunque como veremos en el documento anexo su unión ya se había intentado en 1698, siguiendo el modelo de fusión de otros colegios. El colegio tenía un total de 9 colegiaturas: 4 propias, 3 de Mena, 1 de San Lucas y 1 fundada por Pedro Díaz Mayorga para sus parientes por testamento de 9 de abril de 1674. Próximo este colegio al de Santa Catalina Mártir o de los Verdes, se le agrega a él con sus adscritos en 1781, tras la reforma del cancelario D. Pedro Díaz de Rojas. Previamente el colegio de los Verdes había absorbido al de Tuy en 1663 y al de los Vizcaínos en 1664.

Su fundador el Doctor Sebastián Fernández Tribaldos era vecino de San Clemente. Siendo en 1609 licenciado todavía obtendrá el nombramiento de capellán de su majestad y licencia para administrar sacramentos y decir misa en la Corte por facultad otorgada por el capellán mayor don Diego Guzmán. En 1610 se le otorgará una renta anual de 300 ducados sobre las rentas de la iglesia de Barcelona. Posteriormente obtendría el cargo de juez ordinario de dicha capilla real y prior de Roncesvalles, 15 de mayo de 1613. Confirmando su ascenso con el título capellán mayor del Cardenal Infante, 13 de agosto de 1620.

El licenciado Tribaldos procedía de una familia principal de San Clemente. Era hijo del regidor García de Haro y Andújar y de doña María Haro Tribaldos. La saga familiar continuaría en San Clemente de la mano de la hija, María Haro Tribaldos-Olivares, que casaría con el licenciado Mateo Lucas Fernández Alarcón, a quien vemos como alcalde ordinario hacia 1640. El hijo de este matrimonio, también llamado Mateo Lucas Fernández, sería patrón del Colegio de San Clemente, y su hermano Pedro Fernández Tribaldos canónigo de las Iglesia de los Santos Justo y Pastor, en la mencionada ciudad de Alcalá de Henares.

De la reserva de una parte de las becas conservadas a la familia Tribaldos dan fe las informaciones geneálogicas conservadas en el Archivo Histórico Nacional:
  • Información genealógica para admisión a beca en el Colegio San Clemente Mártir o de Manchegos de José de Haro Olivares Andujar Tribaldos, natural de San Clemente. 1638      (Signatura: AHN. UNIVERSIDADES, L. 390, Exp. 2)
  • Información genealógica para admisión a beca en el Colegio San Clemente Mártir o de Manchegos de Luis Tribaldos de Toledo Castejón, hijo de Luis, Cronista Mayor de Indias. 1629      (Signatura: AHN. UNIVERSIDADES, L. 390, Exp. 2)
  • Asiento en el libro de capillas del Colegio de San Clemente Mártir o de Manchegos correspondiente a María Haro-Tribaldos Olivares, esposa de Mateo Lucas Fernández Alarcón, vecinos de San Clemente, que oposita al patronato del Colegio. Información de ser hermana de Sebastián Fernández Tribaldos, e hijos de García Haro Andújar y de doña María Haro Tribaldos. 1650      (Signatura:  AHN. UNIVERSIDADES, L.975,Fol.169)      
  • Asiento en el libro de capillas del Colegio de San Clemente Mártir o de Manchegos correspondiente a Sebastián Fernández Tribaldos. 1632  (Signatura: AHN. UNIVERSIDADES, L.975, Fol.13)
  • Asiento en el libro de capillas del Colegio de San Clemente Mártir o de Manchegos correspondiente a Mateo Lucas Fernández Tribaldos, patrón del colegio de San Clemente. 1666 (Signatura: AHN. UNIVERSIDADES, L. 975,Fol. 310)             

Aunque la agregación del Colegio de San Cosme y San Damián o de Mena no se produce hasta 1759, hubo un intento de unión en 1698, pidiéndose informe al provisor del obispado, que debió ser desfavorable:

Pablo Sáez en nombre del Rector y collegiales del collegio de San Clemente Mártir de esa Universidad y del rector y collexiales del de Mena de ella nos hiço relación que por la esterilidad del tiempo las rentas de dichos collegios se hauían disminuido de forma que el de San Clemente lo más que podía mantener eran ocho collegiales y el de Mena tres o quatro sacando los gastos del Mayordomo y despenseros amas y criados de mancomún de que se originaban que ambos collegios tenían gran falta de exercicio en sus concursos y que no se hacían en la forma que deuieran hacerse y para remediar lo referido tenían tratado que dichos dos collegios se uniesen e yncorporasen en la conformidad que lo hauían echo otros como era el de los verdes en dicha universidad porque uniéndose compondrían una comunidad de doce o catorce collegiales de voto y quatro porcionistas en lo qual los exercicios serían más frequentes y la utilidad maior...





AHN. UNIVERSIDADES. 391, exp. 61. Mandamiento del provisor para que se haga información sobre la conveniencia de unir los colegios de los  Manchegos y el de Mena. 16 de mayo de 1698

martes, 2 de febrero de 2016

Genealogía de los Oma de San Clemente

                                                                        





Ascendencia paterna de Eugenio de Oma (San Clemente)

                                                                            (Cruz)

                                                                            señor

En cumplimiento de lo que V. A. fue seruido de mandarnos por su real prouisión que viene por cabeça destos autos en orden a haçer las informaciones de nobleça limpieça y de mas calidades de don Eugenio de oma pretendiente del auito de Santiago, atendiendo a la genealogía que presento en nombre suio el padre Joseph de oma de la compañía su tío hermano de don pedro de oma su padre i conformándonos con ella, auiendo echo primero el juramento el uno al derecho de haçer información según dios i orden i que no hauía impedimento que lo escusase dimos principio a ella, i por constar que el pretendiente i su abuelo paterno Antonio de oma hera i auía sido dicho su abuelo natural de la uilla de san clemente, examinamos en ella veinte i quatro testigos cuias disposiciones vienen en la información sin otros muchos que examinamos en voz, los quales uniformemete i sin diferencia alguna tiene ser dicho pretendiente natural de san clemente i de hedad de veintiséis años como pruébase con la fee de su baptismo que se alla fojas treinta i la califica el libro original que tenemos que es el instrumento 1º a fojas catorce que viene siñalada y rubricada , conuienen que don pedro de oma su padre es natural de la villa de velmonte i que su abuelo paterno Antonio de oma auía sido natural de san clemente sin que ninguno dudase en lo contenido hicimos diligençias exactas para buscar el libro de su baptismo no pudo allarse por raçón de que los libros que pareçieron en el archiuo de la parrochial de san clemente heran mui modernos i la causa de no hallarse otros más antiguos auía sido de auer estado en poder de un teniente teniéndolos en su casa i que vino una inundación con que se perdieron con otras muchas alajas de las casas, motiuo que obligó a que en la iglesia se hiçiese un archiuo para custodia de dichos libros, mas compruébase auer sido natural de dicha villa dicho Antonio de oma por un testimonio autenticado de la santa inquisición de Cuenca que es el instrumento 2º, dichos testigos disponen sin diferencia ni duda alguna con el pretendiente don pedro de oma su padre y Antonio de oma su abuelo paterno i fundados en noticias ablan con toda estimación de todos los expresados en la genealogía conformándose en todo a ella ser legítimos de legítimo matrimonio nacidos i procreados sin que ninguno dellos toque género de vastardía ni ilegitimidad alguna, limpios cristianos viejos sin nota ni mancha de moro judío ni conuerso en todo grado por remoto i apartado que sea sin que en tiempo alguno se aia dicho ni entendido que ninguno dellos ni otro de sus ascendientes dentro ni fuera del quarto grado aia sido preso ni penitenciado por el santo oficio de la inquisición de Cuenca consta por caso graue ni ser fundando suscribir en el común crédito i asentada opinión con que los susodichos auían estado tenidos i reputados en aquella villa como por sauer que en crédito de su limpieça tenía el pretendiente el auer sido Antonio de oma su abuelo paterno familiar del santo oficio de la inquisición de cuenca consta por ser así por un testimonio de dicha inqusición que es el instrumento 3ª i que actualmente lo era don pedro de oma su padre i oficial de la santa inquisición suprema verificado el instrimento 2º  ia mencionado, Don Antonio de oma hermano de padre del pretendiente es cauallero de la orden de san joan de justiçia asimismo califican la calidad de su nobleça de el pretendiente padre i abuelo paterno del motiuo que les asiste para crédito es el auer uisto i entendido que los dichos en aquella villa se an conseruado con los créditos de notorios hijosdalgo de sangre i no de priuilegio sin que se aia dudado en lo contrario i como tales an goçado i an sido admitidos para la obtención de la uara de alcalde de la hermandad i ser votos para elegir que es el acto distintiuo que tiene aquella villa para la diferencia de estados i se comprueba ser así por el cuaderno original que traemos de las elecciones de la uara de alcalde de la hermandad que es el instrumento 4º in fojas çinquenta i tres se alla puesto don Eugenio de oma, a fojas sesenta i cinco don Antonio de oma su hermano a fojas sesenta i nuebe a la buelta se alla don pedro de oma arteaga como de estar por el estado de los hijosdalgo, a fojas diez i nuebe a la buelta se allan puestos por hijosdalgo don pedro de oma arteaga i don Antonio i don Eugenio sus hijos i porque dichos testigos disponen que por ser notorios hijosdalgo a dicho don pedro de oma les admitan la çédula para dejar de pagar un cuarto en cada libra como los demás hijosdalgo examinamos a los oficiales de la carne e pescado i dijeron ser así pero que las çédulas en toda quenta se rompían, califican dicha nobleça en el acto de ser don Antonio de oma hermano de padre del pretendiente cauallero de la orden de san joan de justiçia, i con la executoria de nobleça que nos entregó don pedro de oma padre del pretendiente que va inserta información, la qual admitió la villa de san clemente como consta de dicha executoria i que toque al dicho don pedro parece se comprueba por la genealogía que presentó en la inquisición generan en la ocasión que se hiço familiar que es el instrumento 2º arriua referido de forma que todos los testigos examinados en la villa de san clemente de poner en crédito de las calidades del pretendiente teniéndolos por de los primeros de aquella villa i como tales se auían portado i se portauan el pretendiente i su padre con todo lustre i deçençia viniendo de sus rentas i hacienda sin ser mercaderes ni caminadores ni exerçer ofiçio vil ni mecánico ni otro indecente constare estas diligençias desde el folio 1º hasta el de 32=



Ascendencia materna de Eugenio de Oma en Cuenca

En la genealogía de don pedro de oma se expresa ser natural de alarcón como dicha doña magdalena zalbid su madre que es el instrumento 2 i continuando dicha información pasamos a la ciudad de cuenca naturaleça de doña maría conejero noguerol la de pablo Eugenio conejero de pedraça y la de ana noguerol madre i abuelos maternos de este pretendiente, en dicha ciudad examinamos veinte i quatro testigos cuias deposiciones vienen escritas i otros muchos en voz conuienen sin discrepar ninguno como los susodichos son i fueron naturales de dicha ciudad compruéuase su verdad por las fees de baptismos que se allan en los libros siguientes que vienen originales, en el libro de los baptismos de la parrochia del señor san Andrés a fojas diez i nuebe a la buelta rubricada i señalada se alla baptiçada la madre del pretendiente es el instrumento 6, en otro libro de la parrochia de santa cruz de cuenca instrumento 7 se halla la partida de su baptismo de doña ana noguerol abuela del pretendiente= en otro libro instrumento 8 de la parrochia del señor san salvador de cuenca se alla la partida de la fee del baptismo de Eugenio conejero i pedraça abuelo de dicho pretendiente, dichos testigos sin diferencia ni duda alguna deponen ser los susodichos legítimos de legítimo matrimonio nacidos i procreados limpios sin mezcla ni mancha de moro judío i conuerso en todo grado por remoto i apartado que sea i sin penitencia del santo oficio pública ni secreta fundar sustentar demás del autoridad i común estimación con que an estado tenidos i reputados en todo tiempo por tener in crédito de su limpieza el ser don pedro de oma padre del pretendiente  familiar del santo oficio calificando a su mujer doña maría conejero noguerol don pablo conejero noguerol hermano de la dicha doña maría fue también familiar de la santa inquisición de cuenca, doña mariana conejero noguerol hermana entera de los referidos dejó por su hijo legítimo a don joan valle de Velasco cauallero que es oi de el áuito de calatraua i primo hermano del pretendiente, don francisco Eugenio conejero i pedraça cauallero de la orden de Santiago y capellán actual de honor de su magestad, don Antonio conejero de pedraça su hermano receptor de la santa inquisición de cuenca son primos terceros por su varonía conejero de el pretendiente confiesa el parentesco dicho don Antonio de pedraça testigo examinado folio sesenta i una a la buelta, asimismo afirman destos testigos ser el pretendiente por la línea materna doña maría conejero noguerol e su abuelo Eugenio conejero noguerol hijosdalgo notorios de sangre según fuero i costumbre de España i no de priuilejio i la raçón que las asiste para crédito demás del autoridad crédito i reputación con que se a conseruado la familia conejero en la común aceptación de cuenca sin cosa que suponga a este buen nombre, lo califican por más entendido i ser público que se allaron pablo Eugenio de pedraça i su hijo don pablo conejero de pedraça abuelo i tío del pretendiente en las copias de los caualleros hijosdalgo que es el acto distintiuo que ay en dicha ciudad, compruébase este sentir con la partida que se alla a fojas 249 de el libro de los fechos i negocios de el ilustre aiuntamento de la ciudad de cuenca que es el instrumento 9º, se alla lo siguiente este día se mando sentar en la copia de los hijosdalgo de esta ciudad a Eugenio conejero de pedraça por tal hijodalgo como lo están pablo Eugenio conejero su padre Eugenio conejero de mariana su abuelo, i a la fojas 476 de dicho libro rubricada la partida se alla puesto en las copias de los hijosdalgo Eugenio conejero de pedraça i en dicho libro a fojas 321 a la buelta se alla puesto por hijodalgo Eugenio conejero de pedraça, i en otro libro forrado en pergamino blanco con sus botones que en la cubierta de dicho libro dice libro de copias de la ciudad de cuenca desde el año 1594 hasta el de mil 642 se alla puesto a fojas tres Eugenio conejero de pedraça es instrumento 10=
I en otro libro de copias que es el instrumento 11 que empieza desde el año del 1640 a foja primera de dicho libro a la buelta se alla esta partida en el aiuntamento que tubieron los señores justicia y regimiento de la ciudad de cuenca sentar i escribir en este libro de copias de hijosdalgo por tales caualleros de hijosdalgo el señor don pablo de pedraça noguerol regidor desta ciudad y a don Alonso noguerol de pedraça su hermano como lo están Eugenio de pedraça conejero su padre i pablo Eugenio conejero su abuelo demás de los actos referidos conforman dicha nobleça con el áuito de calatraua de don joan valle de Velasco primo hermano de el pretendiente i el de don françisco Eugenio conejero cauallero del orden de Santiago ia arriua mencionados

i aunque es verdad que en la genealogía consta que el abuelo materno de el pretendiente se llamaua pablo Eugenio conejero i los testigos lo deponen así i en los libros de las copias no parece allarse más que Eugenio conejero se da a entender ser falta de noticia de quien dio la genealogía i equiuocación con su hijo don pablo noguerol hermano de la madre del pretendiente i no alcançar a conocer dichos testigos el dicho eugenio conejero de pedraça por auer muchos años años que murió supuesto que en la fee de su baptismo que es el instrumento 8º no se halla más que Eugenio= i en el testamento que hiço con su mujer doña ana noguerol en el qual a instituido por sus herederos a la madre de el pretendiente a don pablo i doña mariana noguerol i otros hermanos se firma Eugenio conejero de pedraça viene original que es el instrumento 12=


Don Antonio de Oma y el Marqués de Villena

por quanto en la genealogía consta i contextan los testigos examinados en la villa de san clemente que don pedro de oma padre del pretendiente es natural de la uilla de velmonte fuimos a ella i examinamos ocho testigos que de conocimiento deponen auer nacido en dicha villa i baptiçádose en la colegial della conformase esta verdad en la fee de su baptismo que viene en el libro original de dicha iglesia que es el instrumento 13 en la foja señalada, dichos testigos deponen con todo crédito i estimación de la legitimidad limpieça y nobleça i actiones personales no sólo de el dicho don pedro de oma padre del pretendiente sino de sus padres Antonio de oma i doña magdalena de Zalbid  a quienes conocieron de vista trato i comunicación teniendo el dicho Antonio de oma por natural de san clemente y a su mujer doña magadalena de zalbid de la villa de Alarcón con la qual casó de segundo matrimonio porque antecedentemente auía casado en velmonte con una fulana monrreal deuda mui próxima de don francisco ramirez de Monreal cauallero de la colegial desta villa en la quual estubo tenido dicho Antonio de oma por limpio i por mui hijodalgo notorio de sangre siendo de lo primero en el porte ilustre i por serlo el excelentísimo marqués de Villena lo hiço alcaide de la fortaleça su maiordomo dándole los oficios decorosos de la república como son los de alcalde ordinario i aunque es verdad que en la villa de velmonte no ai distinción de estados ni la auido de inmemorial a esta parte se conocen muy bien los hijosdalgo i los atienden como a tales demás que el dicho Antonio de oma tenía su carta executoria i si la presento sería para manifestar su nobleça como otros muchos lo an echo, pero no por esto constituie acto distintivo i concluien que don pedro de oma padre del pretendiente en el tiempo que asistió a su padre Antonio de oma se portó con todo lustre i decencia sin ocuparse en exercicio menos decoroso .....
velmonte, 30 de nobiembre  de 1674

(informe elaborado por don Rodrigo de Ortega, señor de Villar de Cantos, y el doctor Espejo)


AHN. ÓRDENES MILITARES. CABALLEROS DE SANTIAGO. EXP. 5906. Eugenio de Oma. 1674



Enlace relacionado

http://bibliotecadigital.rah.es/dgbrah/es/consulta/resultados_busqueda.cmd?id=5022&materia_numcontrol=&autor_numcontrol=&posicion=3&presentacion=mosaico&forma=ficha

Real Academia de la Historia (RAH). Salazar y Castro. Signatura: 9/327, Signatura antigua: D-53, fº 209 v. a 212. Los fº 213 a 215, último de este volumen, están en blanco. Certificación de la genealogía y extracto de pruebas de Pedro de Oma, vecino y originario de San Clemente (Cuenca), y de doña María Conejero Noguerol, su mujer, presentadas por el nombramiento de aquél de familiar del Santo Oficio. [Manuscrito]

sábado, 23 de enero de 2016

Hidalgos vascos en San Clemente: los Mondragón

Juan de Orbea y Mondragón debió llegar, procedente de Guipúzcoa, a la villa de San Clemente hacia 1525. Desconocemos los motivos que le obligaron a venir a estas tierras. Aunque el oficio que aparece asociado a su apellido en otro expediente, platero, nos hace suponer que vería su oportunidad de negocio para su trabajo en una villa en expansión y que en las décadas siguientes iniciaría la primera fase de remodelación de su iglesia parroquial de Santiago, a cargo de su paisano vizcaíno y arquitecto Domingo de Meztraitúa. El caso es que, a pesar de su artesanal oficio, unos veinte años después se sentía lo suficientemente integrado en esta villa manchega como para hacer valer, como buen vasco, sus orígenes hidalgos. Hasta entonces había sido tratado y se había comportado como un pechero más. Ni siquiera había hecho valer su condición hidalga a la hora de avecindarse en la villa, o al menos presuponemos este hecho, pues no se referirá a esta posibilidad cuando litigue su nobleza. La razón estaría en su falta de ambición, o sus limitaciones, para ocupar oficios concejiles. Así cuando en la década de los cuarenta, al calor de los numerosos pleitos entre el concejo de San Clemente y los vecinos principales del pueblo que luchaban por su hidalguía, intento hacer valer su sangre nobiliaria, se encontró con la oposición y desprecio de la oligarquía cerrada de los regidores perpetuos que estaban accediendo por compra de sus oficios al poder municipal.

Pero Juan de Orbea Mondragón podía alegar lo que pocos podían presumir en el pueblo, y menos los advenedizos al poder local: un tronco familiar sin una mancha de raíz infecta y una casa solar en pie allá en Orbea, jurisdicción de Éibar, testimonio de sus orígenes. Es más, y esto debió doler a los hidalgos sanclementinos, en Gupúzcoa, dada la condición general de hidalguía de su población, no había lugar para los pecheros. Si el grupo de nobles sanclementinos era cerrado, aún así, era bastante permeable con respecto a la exclusividad de una sociedad vasca que no aceptaba al foráneo. Dicho de otro modo la sociedad sanclementina empezaba a cerrarse, pero la vasca se negaba a abrirse:

la provincia de guipúzcua haze siempre muy grande pesquisa e inquisición quando quiera que venía a vivir a ella alguno de fuera de ella para saber si hera hombre fijodalgo o pechero o de linage de pecheros y si parescía que era hidalgo le dexavan vivir en la dicha provincia y si no, no le consentían vivir en ella

Uno por uno los testigos vascos presentados por Juan Orbea Mondragón, todos ellos hidalgos por supuesto, declararon a favor de las raíces nobles del pretendiente; haciendo hincapié que por cada hidalgo vasco siempre existía, atestiguando la condición, la correspondiente casa solar. Además allí todos sabían quién era cada cuál; conocedores de su pasado y del ajeno:

conoscía al dicho juan de orvea mondragón desde niño pequeño e que ansímismo conosció al bachiller juan de orvea su padre e que también conosció a ochoa de orvea su abuelo y padre de su padre y que al que litigava conoscía dende niño pequeño acá al qual conosció viviendo con su padre de la villa de mondragón donde él hera casado a la dicha villa de ybar muchas vezes y que al dicho su padre le conosció en la dicha villa de ybar en casa de su padre criándose en la dicha su casa y después le conosció casado en la dicha villa de mondragón por tiempo y espacio de treynta años poco más o menos fasta que fallesció diez e ocho años poco más o menos y que al dicho su avuelo padre de su padre del que pleyteaba le conosció por tiempo y espacio de quinze años poco más o menos fasta que fallesció quarenta años poco más o menos...
... y que conoscía y conosció deudos y parientes de partes del padre y avuelo del que pleyteaba por línea rreta de varones que avían sido y heran hombres fijosdalgo notorios y conoscidos porque especialmente conosció juan pérez de orvea que fue dueño de la casa solar de orvea sorayn que es en la juresición de la dicha villa de ybar, que era primo carnal del que pleyteaba donde venían y dependían todos los de orvea padre y avuelo 
(Declaración  de Francisco Ibáñez de Ibarra, escribano de la villa de Éibar)

Juan de Orbea Mondragón obtendría sentencia favorable de hidalguía de la Chancillería de Granada el 24 de mayo de 1547, y algún tiempo después la correspondiente ejecutoria (sin  que podamos saber la fecha exacta por encontrarse parcialmente roto el pergamino que la contenía). El ayuntamiento de San Clemente lo aceptaría como hidalgo en su sesión de trece de junio de 1551. Pero una vez más, en esa reunión contaban tanto o más las ausencias que las presencias. Ninguno de los Herreros o de los Pachecos asistió a la sesión, actuando como anfitriones la rama lateral de los Origüela, los Tébar, y sus aliados. Allí estaban Andrés González de Tébar, alcalde ordinario, y los regidores Alonso de Valenzuela, Gregorio Castillo, y Pedro de Tébar. El resto de regidores prefirió ausentarse de la villa, antes que sufrir el oprobio de recibir un nuevo advenedizo en su círculo:

...syn los demás señores del ayuntamiento que ginés de moya portero de dicho ayuntamiento dio fee que no están en la villa ...

San Clemente, tierra de oportunidades, veía una vez más el ascenso social de uno de sus vecinos recién llegados. Pero poco duraría a la familia Mondragón su reconocimiento; un turbio incidente del hijo de Juan de Orbea en el prostíbulo de la villa, truncaría el ascenso social de los Mondragón. Es lo que pretendemos narrar en próximos capítulos con la lectura del expediente judicial que al respecto se conserva en el Archivo de Simancas.

                                                                                 (continuará)






ACHV (Archivo de la Chancillería de Valladolid), PERGAMINOS, CAJA 14, 2.  Ejecutoria de hidalguía de Juan de Orbea Mondragón. 1547

miércoles, 20 de enero de 2016

Genealogía V Marqués de Valdeguerrero (1734)


Francisco Ignacio de Sandoval y Ortega, V Marqués de Valdeguerrero. Pruebas de ingreso en el Real Seminario de Nobles de Madrid





Don Francisco Ygnacio de Sandobal y Ortega, Marqués de Valdeguerrero, señor de la villa de Villar de Cantos y de la jurisdizión de la de Vara de Rey. Alférez mayor perpetuo de la ciudad de Alcaraz= Natural de San Clemente


                                                          Hijo de

Don Vizente de Sandobal, cauallero de la orden de Calatrava, Vrigadier que fue de las Guardias de Corps de Su Magestad y de Doña Cathalina Phelix de Ortega, Marquesa de Valdeguerrero, señora de Villar de Cantos y de la jurisdizión de Vara de Rey; tiene dicho Don Vizente diferentes gozes de Nobleza en la ciudad de Alcaraz, donde nació, y en las de San Clemente y Villahermosa donde tiene vecindad

                                                      Abuelos paternos

Don Francisco de Sandobal Guerrero, cauallero de la orden de Santiago, natural de la villa de Veas de Segura, alférez mayor de la ciudad de Alcaraz, alguazil mayor de la Ynquisizión de Murcia en el arzedianato de Alcaraz, y Doña Agustina de Ortega Guerrero, natural de San Clemente; tubo don Francisco los gozes de nobleza en Veas, Villahermosa y Alcaraz y la dicha Agustina es hermana entera del abuelo materno del pretendiente

                                                    Abuelos maternos

Don Gabriel de Ortega Guerrero, Marqués de Valdeguerrero, señor de la villa de Villar de Cantos y de la jurisdizión de la de Vara de Rey, Gentil Hombre de la Cámara de Su Magestad con entrada, coronel de Cauallería, del Consejo de Hazienda de Su Magestad, natural de la villa de San Clemente, y Doña María Josepha de Sandobal su legítima muger, natural de la villa de Villahermosa; tubo dicho Don Gabriel diferentes gozes de Nobleza en la villa de San Clemente y la dicha María Josepha es hija del abuelo paterno del pretendiente y hermana de su padre, el que es cofrade de la cofradía de San Salbador extramuros de la ciudad de Alcaraz, y asimismo lo fueron los abuelos paterno y materno del pretendiente


Don Francisco Ygnacio Sandoval, Marqués de Valdeguerrero, natural de San Clemente, entró en 17 de octubre de 1734

                                               Partida de Bautismo

En la parrochial del señor Santiago desta uilla de San Clemente en quatro días del mes de febrero de mill sietezientos veinte y dos años yo Bartholomé Antonio Chicano, presuítero de dicha villa, con lizencia del señor don Gabriel Fernández de Contreras cura propio de la dicha parroquial baptizé y crismé en ella un niño hijo lexítimo y de lexítimo matrimonio de los señores Don Vizente Francisco de Sandobal y Guerrero, caballero de la orden de Calatraua y Brigadier de las Reales Guardias de Corps de su Magestad y de Doña Cathalina Félix Ortega y Guerrero, su lexítima muger, púsele por nombre Francisco Ygnacio Ramón Euseuio, nazió en veinte y nuebe de henero próximo pasado fue su compadre de pila el señor don Juan Francisco Pacheco y Guzmán, señor de las villas de Valdeosma  y la Tejada su tío, adbertíle el parentesco espiritual y lo firmé= Bartholomé Antonio Chicano


AHN. UNIVERSIDADES. 671-1, Exp. 39. Genealogía de los alumnos del Real Seminario de Nobles de Madrid: Francisco Ignacio de Sandoval Ortega y Francisco Antonio de Sandoval. 1734 y 1731

lunes, 18 de enero de 2016

Los Herreros de San Clemente: del control de la vida municipal de la villa a los Reales Consejos de los Austrias

Analizamos la familia Herreros de la Villa de San Clemente a partir del expediente para la obtención del hábito de Santiago en 1666 de don Francisco de los Herreros y López, aposentador real. Su padre del mismo nombre había sido fiscal del Consejo de Guerra, oidor de Consejo Real de Hacienda y aspirante a procurador a Cortes por Madrid en 1638, donde se había avecindado seis años antes. los Herreros era una de las familias de abolengo en la villa de San Clemente. La simbología de su poder era el patronato de la capilla de San Antón en la Iglesia Mayor de Santiago, desde comienzos del siglo XVI. A lo largo de dos siglos lo serán todo en la villa de San Clemente: regidores perpetuos, alcaldes ordinarios y de la hermandad por el estado noble, capitanes de milicia, familiares y consultores del Santo Oficio, abogados de los Reales Consejos e integrantes de los mismos y, por último secretarios y aposentadores reales. Sus enfrentamientos con los Castillo a mediados del quinientos o los Astudillo hacia 1670 están por estudiar, pero su lucha por el poder local se quedó difuminada por sus ambiciones en la Corte.

Las transcripciones que presentamos tienen una doble finalidad: reflejar el estado del archivo parroquial sobre todo hacia 1666 (y en menor medida del municipal) y, al calor de los innumerables cargos ocupados por los Herreros, los mecanismos de elección para los cargos municipales correspondientes al estado noble. Acompañamos, junto al escudo de armas de la familia, una breve descripción de la capilla de San Antón de la Iglesia de Santiago a mediados del siglo XVII, que ha de servir para complementar la que nos trasladó de un expediente del Archivo Histórico Nacional don Diego Torrente ( y que él llamaba acertadamente de los Herreros). La rivalidad que esta capilla tenía con la de Pallarés como sede de elección de alcaldes de la hermandad dice mucho de las rivalidades e historia de San Clemente.

Una primera aproximación a la familia de los Herreros nos la da la declaración de don Juan de la Torre, vecino de San Clemente, hidalgo y comisario del Santo Oficio de la Inquisición de Cuenca. Esta declaración se enmarca dentro de la información de testigos ordenada por el Consejo de Órdenes con motivo de las pruebas realizadas en 1666 para la obtención del hábito de Santiago por don Francisco de los Herreros López.

Declaración de don Juan de la Torre y Alarcón

A la quarta pregunta bolbió a a nombrar por sus nombres a los sobredichos don Francisco de los Herreros y Gerónimo Carrasco de los Herreros su padre y dijo que son limpios cristianos biejos sin que les toque raza de judío moro ni comberso ni otra sangre infecta en grado alguno por apartado que sea y así es público y notorio y además dello sabe que el dicho Francisco primero fue familiar del Santo Oficio del tribunal de la Inquisición de Toledo y luego fue el consultor de dicho tribunal y se remite el testigo a sus títulos y asimismo conoce el testigo a doña María de los Herreros religiosa del Combento de la Asumpción desta billa de la orden de San Francisco, la qual sabe el testigo es hermana entera del dicho pretendiente y sabe que estubo tratado que fuese religiosa del Conbento de Calatraba de Madrid y para ello se le hicieron pruebas por el Consejo de Órdenes y se aprobaron como constan en el dicho Consejo adonde se remite, y porque la sobredicha es este tiempo no bivía en el conbento donde está y profesa no quiso salir dél  y asimismo sabe que los sobredichos por quien es preguntado son hijosdalgo notorios de sangre según fueron y costumbre de España y en tal opinión y reputación están y an estado siempre así ellos como todos sus cercanos y mayores goçando de todas las preheminencias y demás exempciones de que goçan los demás hijosdalgo por serlo y no por otra raçón y en esta conformidad sabe que don Antonio de los Herreros, vezino de esta billa a quien conoce hermano entero del pretendiente fue alcalde de la hermandad por el estado de los hijosdalgo abrá tres o quatro años (1662 ó 1663) y su padre el dicho don Francisco de los Herreros tubo asimismo la dicha bara de alcalde de la hermandad de los hixosdalgo abrá diez y ocho años (1647) poco más o menos y le bió el testigo en esta billa y le habló quando bino a tomar la dicha bara, y así los sobredichos como todos los demás actos distintibos de que goçan los tales hijosdalgo, y además dello sabe el testigo que ay executoria de este tronco y baronía la qual litigó con el concejo desta billa estos años pasados en la Chancillería de Granada don Andrés de los Herreros ya difunto el qual dejo dos hijos, que el uno se llama don Miguel de los Herreros que es el mayor de los dos el qual a de tener la executoria en su poder la qua dicha executoria toca y pertenece al dicho pretendiente porque porque el que la litigó sobre dicho fue rebisnieto de Miguel Sánchez de los Herreros y de su legítima muger Teresa López Macacho, vecinos y naturales que fueron desta billa y fundadores de la capilla de San Antón sita en la Iglesia mayor del Señor Santiago desta billa, los quales tubieron dos hijos legítimos que se llamaron el mayor Francisco de Herreros y el otro Bernardino de Herreros, el qual dicho Bernardino de los Herreros fue bisabuelo del dicho don Andrés que litigó la executoria y el dicho Francisco de Herreros su hermano mayor fue rebisabuelo del pretendiente porque el dicho Gerónimo Carrasco de Herreros abuelo del pretendiente fue hijo legítimo del dicho Francisco de Herreros y este fue hijo legítimo de Francisco de Herreros hermano mayor y entero del dicho Bernardino de Herreros hijos ambos del dicho Miguel Sánchez de Herreros y Teresa López de Macacho y por ser el dicho pretendiente descendiente del dicho hijo mayor de Miguel Sánchez de Herreros por ser el patronato y capilla de San Antón que lleba dicho por esta raçón quando murió el dicho don Francisco de los Herreros su padre en la billa de Madrid le trujeron a enterrar en la dicha capilla como patrón della y en esta línea del pretendiente jamás empadronarse a persona ninguna della sino dejándoles en su posesión de hijosdalgo con que no tubieron necesidad de litigar hasta que empadronaron al dicho don Andrés de los Herreros y le obligaron a litigar y sacar la dicha executoria en posesión y propiedad que se remite el testigo=

Aportaciones de la declaración de Diego de Llanos, escribano del ayuntamiento de San Clemente.

Sabe que (el pretendiente) fue hixo legítimo de Gerónimo Carrasco de Herreros y de doña Gerónima Portero difuntos y vecinos que fueron desta billa de donde era natural el dicho Gerónimo Carrasco de Herreros y la dicha su muger natural de la ciudad de Quenca, la qual abiendo muerto en esta billa el dicho su marido se fue a la de Madrid con el dicho Francisco su hijo que era de la sala de oidores de el Consejo de Hacienda y allí murió...
... sabe que en tiempo que abía en esta billa eleción de alcaldes ordinarios fue tal alcalde por el estado noble Gerónimo Carrasco de Herreros abuelo paterno del pretendiente y asimismo fue encantarado para dichas elecciones por el dicho estado el dicho Francisco de los Herreros padre del pretendiente; las quales dichas elecciones se hacían en esta forma= que la billa se juntaba el dicho día de San Miguel de setiembre  y en un cántaro se echaban doce boletas con los nombres doce ombres del estado llano y quatro del estado noble y por suerte se sacaban del dicho cántaro dos boletas y estas quedaban para alcaldes ordinarios con que el entrar a las suertes en el cántaro era el acto distintibo entre nobles y ombres llanos

A continuación se reconoce que no hay padrón de hidalgos para el pago de los servicios ordinario y extraordinario, pues no se hace repartimiento, sino que se adjudican arbitrios, y el único padrón de hidalgos existentes es el que se hizo en 1647, que debía estar incluido en las actas municipales de ese año, con motivo de la composición de milicias de las que los hidalgos estaban excluidos.


AHN. CONSEJO DE ÓRDENES. CABALLEROS DE SANTIAGO. Exp. 3917 bis, fols. 32-63, declaración de testigos en la villa de San Clemente a favor de Francisco de los Herreros y López.
1666.
* Testigos a favor del pretendiente: Don Juan de la Torre y Alarcón, comisario del Santo Oficio, Diego de LLanos, escribano del ayuntamiento, Martín Simón, capitán de caballos de corazas y ahoras es sargento mayor de milicias de la ciudad de Cuenca y su provincia y familiar del Santo Oficio de San Clemente, don Juan Pacheco y Guzmán, caballero del hábito de Alcántara y señor de las villas de Vaaldosma y la Tejada, licenciado Diego de Olivares Merchante, comisario del Santo Oficio, Francisco de Agüero, don Francisco de Valenzuela, regidor, don Fernando Pacheco, que fue alférez mayor, Sebastián de Moragón, labrador, Felipe de la Torre, labrador, Juan Sevillano, escribano del ayuntmiento, don Pedro de Montoya Vizcarra, don Pedro de Tébar presbítero, Cristóbal García Barchin, labrador, don Alonso Muñoz de Céspedes, regidor, el licenciado don Juan de Oropesa, licenciado Francisco Merchante presbítero  y notario del Santo Oficio, el licenciado Mateo Fernández Lucas, abogado y familiar del Santo Oficio, y don Pedro de Alarcón Fajardo,





Examen de los libros de la Iglesia Mayor de Santiago mostrados por el teniente Francisco Pérez de Tudela

Fe de bautismo del padre del pretendiente

lunes a diez y seis días del mes de setiembre año de 1584 años bautiçó el señor Tristán de Pallarés un hijo de Gerónimo Carrasco y se su muger doña Gerónima Portero pusiéronle por nombre Francisco fue su compadre de pila Gerónimo Martínez, testigo Pedro Jirón y Diego de Villanueba y por la berdad lo firmo de su nombre de licentia bicarius Tristán de Pallarés

... y el más antiguo de los libros (de bautismo) que allí aparecen es uno que comiença en abril de 1572 a el qual faltan las primeras fojas y parece que en el dicho libro no se puede hallar la fe de bautismo dl dicho Gerónimo Carrasco de Herreros...

... en la dicha parroquia no ay más libros de bautizados que los que tiene exibidos y que el más antiguo es el que tiene manifestado que comiença en abril de quinientos setenta y dos y la raçón porque no ay libros más antiguos porque antiguamente estaban estos libros en poder y casa del mayordomo de la iglesia , y sucedió que una abenida del arroyo y rio desta billa llamado Rus entró en la dicha casa y la anegó y derribó y se llebó todos los papeles que allí estaban de la iglesia y desde entonces se formó en la iglesia el archiuo de donde los libros que exhibe se an sacado


Cláusulas de testamentos de los libros de memorias, conservados en el archivo de la Iglesia Mayor de Santiago

... bimos un libro de memorias enquadernado en pergamino de canto de solfa con sintas de quero que en la primera que es blanca dice libro tercero de testamentos y la segunda foja en que comiença lo escrito de dicho libro esta numerada de guarismo que dice 969 y corre lo foliado sin faltar foja alguna hasta el folio 1293 y después ay dos fojas escritas y una blanca sin foliar, y la primera foja comiença con una petición dada por Diego Ramírez Caballón ante Antón de Abalos Ximénez, alcalde ordinario para que se pusiese en los libros de la dicha iglesia el testamento y memoria que en el fundó Catalina de Olibares, y le sigue el auto probeído por el alcalde a 28 del mes de junio de 1591 años= y la última foja del dicho libro escrita acaba con una misa que dotó Diego López Cantero= y en el dicho libro en el folio 1060 está una petición que parece presentó Miguel de los Herreros clérigo desta billa de San Clemente en 14 días del mes de junio de 1595 años ante Alonso de Albelda alcalde ordinario conbenía a su derecho sacar un traslado de las cláusulas de los patronazgos con pie y caueça que instituyeron y fundaron Miguel Sánchez de los Herreros y Teresa López Macacho primeros fundadores de la capilla de San Antón sita en la iglesia del señor Santiago y Antonio de los Herreros y Juana López de Monteagudo su muger y Francisco de los Herreros y Elbira Carrasco su muger y Miguel de los Herreros y Alonso de los Herreros y otros=

Testamento de los quartos abuelos del pretendiente

...y en el folio 1063 vuelta digo a el principio del folio comiença el testamento que otorgaron Miguel Sánchez de los Herreros y Teresa López Macacho en el qual fundan el patronato y misas de la capilla de San Antón propia suya en la iglesia mayor de Santiago desta villa, y en el folio 1066 en la primera plana nombran y declaran por patrono de la dicha capilla a Francisco de los Herreros su hixo

Testamento de los rebisabuelos del pretendiente

Y luego en el folio 1072 buelta comienza el testamento que parece otorgaron Francisco de los Herreros y Elbira Carrasco su muger y se entran nombrando en el folio 1073 buelta, declarando como hacen el dicho testamento en bida, y en el folio 1074 en la primera plana se manda enterrar en la capilla suya y de sus padres de la bocación de San Antón en la iglesia mayor desta villa; y agregan a el patronazgo de la dicha capilla la dotación de una misa más cada semana y en el folio 1075 en la primera plana parece otorgaron el dicho testamento en esta villa de San Clemente a 17 días del mes de junio de 1523 años =

Otro libro de testamentos y memorias enquadernado  en pergamino de canto de solfa con sus sintas de quero, el qual está numerado de guarismo y la primera foja comiença con el número 532 y acaba lo escrito con el número 967 y luego está el folio 968 en blanco... dice libro segundo de testamentos y el primer folio de lo escrito comiença con un testamento de Vaspasiano Moreno, vezino desta billa de San Clemente, y acaba con una carta de venta otorgada por Antón Ximénez Catalán vezino desta dicha billa de San Clemente= y en el dicho libro a foja 793 parece una petición que presentó Gerónimo Carrasco de Herreros, vezino desta billa de San Clemente a 18 días del mes de abril de 1595 años ante Alonso de Albelda, alcalde ordinario desta dicha billa diciendo se le mandase dar un traslado de las cláusulas de los testamentos de su padre y de María de Herreros su hermana en que le declaraban patrón para hacer decir ciertas memorias de misas y officios

Testamento de la bisabuela paterna del pretendiente

y parece que Gregorio del Castillo el viejo y Diego de Abengoza en birtud de poder hiçieron testamento por María de Montoya muger de Francisco de los Herreros, como lo dice en dicho poder fol. 794 y en el folio 795 buelta en la fundación de misas que hace deja por primer patrón a Gerónimo de Herreros hijo de la dicha María de Montoya y Francisco de Herreros su marido= y en el folio 796 buelta se sigue el testamento de María de Herreros, y en la foja siguiente funda memoria de misas y para ello pide licencia a Francisco de Herreros su padre que estaba presente ...

Testamento del bisabuelo paterno del pretendiente  (testamento de  1 de febrero de 1571)

y en el folio 798 buelta se sigue el testamento de Francisco de Herreros el qual en el folio 799 funda una dotación de misas y deja por primer patrón a Gerónimo de Herreros su hijo mayor

La capilla de San Antón en la Iglesia de Santiago: escudo de armas y enterramientos de los Herreros

Visita de la capilla de San Antón

En la dicha villa en el dicho día mes y año fecha la dilijencia de arriba por decir los testigos que en esta iglesia mayor está la capilla de San Antón de quién es patrón por derecho de sangre y línea recta de barón don Alonso de los Herreros hermano mayor del pretendiente la qual dicha capilla y patronato fundaron Miguel Sánchez de los Herreros y Teresa López Macacho su mujer como parece de los papeles, fuimos a la dicha capilla que es la primera a mano derecha entrando por la puerta que llaman de Santiago y bista y reconocida tiene un retablo de escultura sobre dorado y en el nicho principal una Ymagen de San Antón, y en frente de la entrada en la pared están dos nichos de entierros con sus tumbas de madera y en cada una de ellas su escudo de armas grande de piedra con su orla y las armas de todos tres escudos son tres barras atrabesadas de color carmesí en campo de oro y encima una caldera con dos leones uno a cada lado en pie que la tienen con las manos, y en la primera tumba está escrito un rótulo de letra blanca que dice así= aquí están sepultados los güesos del licenciado don Francisco de los Herreros calificado por la general inquisición para officio mayor murió a 30 de setiembre y lo demás del año y que se sigue está borrado y no se puede leer...

Libros de elecciones de alcaldes de hijosdalgo, archivados en la capilla de San Antón

Don Francisco de los Herreros, padre del pretendiente

... fuimos a la iglesia mayor desta billa y a la capilla de San Antón della, juntos con el dicho don Diego Ortega García alcalde de la hermandad de los hijosdalgo este presente año y los otros dos archiberos que sacaron sus llabes y abrieron el dicho archibo y abiéndonos manifestado los papeles dél bimos un quaderno de papel blanco en que están nuebe fojas escritas y dos blancas con que se cubre, y por caueça tiene el rótulo siguiente= quaderno de las elecciones de caballeros hijosdalgo de la bara de la santa hermandad y electores della, y fue al final hasta que por real pregmática de su magestad mando se continúe en papel sellado, el qual comiença con elección de alcalde de la hermandad de hixosdalgo fecha el día de San Miguel de 1632 hasta el día de San Miguel de 1633, y en las dos últimas fojas parece que en la elección que se hiço el día de San Miguel de 1637 años y elecciones de electores para el año siguiente parece en el folio penúltimo buelta la última partida dice así: el licenciado Francisco de los Herreros dixo que nombraba para el alcalde de la santa hermandad del dicho estado de los hijosdalgo a el dicho don Pedro de Montoya Castañeda, caballero hijodalgo, y en el último folio en la primera plana en el nombramiento de electores para el año siguiente la última partida dice así= el dicho licenciado don Francisco de los Herreros dixo que pone su boto e nombra por elector a don Fernando Pacheco, y en la cabeça de la dicha elección a donde se nombran los caballeros hijosdalgo electores que se hallan en ella dice así una por voto= el licenciado don Francisco de los Herreros abogado de los Reales Consejos y a el fin de la dicha elección original entre las firmas de los electores ay una que dice el licenciado Francisco de los Herreros, y parece por la dicha elección ante Miguel Sevillano escribano

... bimos otro quaderno de elecciones de dicho alcalde de la hermandad por el estado de los hixosdalgo y electores escrito  en papel sellado el cual se compone de 23 folios numeradas de guarismo y 51 fojas escritas sin foliar y la primer plana del dicho quaderno comiença con la elección de alcalde de la hermandad del estado de los hijosdalgo que se hiço el día de San Miguel de setiembre del año de 1637, y abiendo botado todos los electores por don Francisco de los Herreros abogado de los Reales Consejos= su merced el dicho Pedro de Montoya se conformó con el dicho nombramiento de tal alcalde de la hermandad por el dicho estado de los caballeros hixosdalgo para el dicho año fecho en el dicho licenciado don Francisco de los Herreros vezino desta billa abogado de los Reales Consejos por ser tal caballero hijodalgo y que concurren en él las calidades de derecho necesarias para el dicho exercissio del dicho officio y le mandó llamar para que se le dé posesión dél

Don Alonso de los Herreros hermano del pretendiente

y en la dicha elección de electores y de la dicha bara para el año siguiente en la segunda foja en la primera plana, ay otra partida que dice= Don Fernando Pacheco dixo que nombra y pone en su lugar por tal elector a Don Alonso de Herreros, cauallero hijodalgo, y hecho el nombramiento de los demás electores se dio la posesión de tal alcalde a el dicho don Francisco de los Herreros el qual la firma con las demás=

Y en el dicho quaderno a folº 3 comiença la elección de alcalde y electores que se hiço para elejir alcalde de la hermandad del año 1638 y de electores para el año siguiente y en ella ay una partida del tenor siguiente, y en ella ay una partida del tenor siguiente= don Alonso de los Herreros dixo que nombra por alcalde de la hermandad del estado de hixosdalgo a el dicho don Pedro Ortega Montoya Rosillo como caballero hixodalgo, y más abajo en la elección de electores ay otra partida del tenor siguiente, don Alonso de los Herreros nombró en su lugar por elector a don Fernando Pacheco cauallero hijodalgo desta billa= y en el dicho quaderno de elecciones en las que se hicieron el año de 1640 quedó nombarado por elector el dicho señor Alonso, y en la de 1641 boto como tal elector en otro= y en la elección de 1641 botó como tal elector en otro= y en la elección de 1646 salió por alcalde de la hermandad de los hijosdalgo y en la elección del año 1647 como tal alcalde asistió a el nombramiento del año siguiente=

Don Francisco de los Herreros, pretendiente

Y en el dicho quaderno en las elecciones del año de 1656 quedó nombrado por elector don Francisco de los Herreros= y en la elección siguiente de 1657, botó como tal elector= y en la elección del año de 1661 salió por dicho alcalde de la hermandad de hijosdalgo= y en las siguientes de 1662 se halló como tal alcalde de la hermandad

Don Rodrigo de los Herreros, hermano del pretendiente

Y en el dicho quaderno en la elección del año 1662 salió por alcalde de la hermandad de los hijosdalgo don Rodrigo de los Herreros

Don Antonio de los Herreros, hermano del pretendiente

Y en el dicho quaderno en la elección del año 1663 salió por alcalde de la hermandad por el dicho estado don Eugenio Doma y Arteaga y por su ausencia y enfermedadse nombró a don Antonio de los Herreros= las quales dichas partidas no están emendadas ni añadidas en parte alguna sospechosas...

Por aquel entonces el cuaderno más antiguo de elecciones para alcalde de hermandad que se conservaba correspondía al año 1610

Recibimiento de la ejecutoria de hidalguía a favor de don Andrés y don Julián de los Herreros y us hijos en el cabildo de San Clemente

Y abiendole bisto y reconocido hallamos que en el ayuntamiento que se tubo en diez y siete del mes de junio pasado deste año (1666, la ejecutoria es de 30 de enero de ese año) ay la partida siguiente= viose en este ayuntamiento una petición de doña Elbira de Perona, viuda de don Julián de los Herreros por sí y don Miguel de los Herreros y don Diego de los Herreros sus hijos, el dicho don Miguel de Herreros ya difunto, y con ella una real executoria de su magestad y señores de la Real Chancillería de Granada en que declaran su nobleça y hidalguía según y como en la dicha Real Ejecutoria se contiene que está despachada en toda forma litigada con los señores fiscales de su Magestad y con el concejo desta dicha villa y otros particulares y pidió que se reciba por hidalgo y que se guarden las preheminencias franqueças y exenciones que se guardan a los demás hijosdalgo en esta villa y se le dé por testimonio...

Padrón de hijosdalgo para la exención de la composición de milicias de 1647, inserto en acuerdo del ayuntamiento

... reconocimos (en el archivo del ayuntamiento) un libro capitular de la dicha villa sin cubierta de pergamino con una oja blanac por cubierta, en que dice libro de aquerdos de la villa de San Clemente año 1647, escrito en papel sellado y foliado de guarizma con 95 fojas escritas y otra blanca por cubierta de abajo, y en la foja 17 buelta comiença el ayuntamiento que se hiço en quatro de março de 1647 en que parece se confirió y resolbió el hacer el serbicio de su magestad  de la paga de soldados de milicia y que fuese haciéndose repartimiento entre los becinos exceptuando en él los caballeros hijosdalgo, y en la foja 19 en el dicho ayuntamiento empieça que por la dicha billas se hiço declarando los hixos que abían de ser exceptuados, y en el dicho padrón  y dicha oja buelta está puesta una partida del tenor siguiente= el señor don Francisco de los Herreros del Consejo de Su Magestad en el Real de Hacienda y sus hijos, y al margen del dicho padrón y enfrente de la dicha partida ay una anotación del tenor siguiente= en birtud de decreto desta billa de 29 de setiembre de 1647 años questá en este  capitular se pusieron en este padrón de hijosdalgo don Alonso Sanz de los Herreros , don Francisco de los Herreros, don Iñigo, don Rodrigo y don Antonio de los Herreros sus hermanos como hijos del señor don Francisco de los Herreros por vezinos hijosdalgo desta billa damos fe...

Elección de alcaldes ordinarios por el estado noble del ayuntamiento de San Clemente

... bimos un libro enquadernado en pergamino escrito en papel de marca mayor sin foliar que comiença con un rótulo que dice, rueda de los regidores semaneros, y acaba diciendo en la última oja, en la villa de San Clemente a 30 días del mes de mayo de 1613 años, y en el dicho libro, a más del medio dél en la elección de oficios que se hiço en setiembre de 1612 años parece en la elección de hijosdalgo fue nombrado para en suertes de cántaro por el estado de los hijosdalgo a Francisco de los Herreros (padre del pretendiente) y doblamos la oja del dicho libro

y prosiguiendo en la dicha diligencia bimos otro libro cubierto de pergamino pero desenquadernado de malhorden del tiempo escrito en papel de marquilla, el qual comiença en la billa de San Clemente en beinte  y siete días del mes de otubre y acaba con ayuntamiento de la dicha billa de 18 de agosto de 1582 años y en el dicho libro a más del medio dél en la elección de oficios del año de 1581 parece entró por suertes de cántaro por el estado de los hijosdalgo para el dicho año Gerónimo Carrasco de Herreros (abuelo paterno del pretendiente) que salió para alcalde ordinario...

Y en el dicho libro a el primer tercio dél en la elección de oficios que se hiço en setiembre de 1578 años parece entró en el cántaro  por el estado de ls hijosdalgo Francisco de Herreros (bisabuelo paterno del pretendiente) y en la oja siguiente toco la suerte y quedó para alcalde ordinario de la dicha villa ...

Y luego bimos en otro libro enquadernado en pergamino un rótulo que dice libro de ayuntamiento  del año de 1548 años y acaba en tres de nobiembre de 1553 años= y en el dicho libro en primer tercio de las elecciones de oficios que se hiço en setiembre del año de 1550 años entró en el cántaro por el estado de los hijosdalgo Francisco de Herreros (rebisabuelo del pretendiente) = y en el dicho libro a el medio dél en la elección de oficios que se hiço el año de 1551 entró en el cántaro por el estado de los hijosdalgo para la suerte de los oficios Francisco de los Herreros y en las ojas siguientes le tocó la suerte de alguacil mayor

(AHN. CONSEJO DE ÓRDENES. CABALLEROS DE SANTIAGO. Exp. 3917 bis, fols. 64-78, Documentos probatorios en la villa de San Clemente a favor de la hidalguía de Francisco de los Herreros y López. 1666.)

De la introducción de los Herreros en la Corte da fe la partida de bautismo del pretendiente al hábito de Santiago, cuyo testimonio se sacó de los libros parroquiales de la Iglesia de Santiago:

Al margen, Francisco Antonio hijo de Francisco de los Herreros= y en el cuerpo del libro dice así la partida= en la villa de Madrid a 18 de henero de 635, bauticé un niño que se llamó Francisco Antonio hijo de Francisco de los Herreros y doña Luisa de Solórzano su legítima mujer, fueron padrinos el señor don Enrique Enríquez de Guzmán y Pimentel, conde de Alba de Liste y de la billa de Billada, marqués de Tabara y gentil hombre de cámara de Su Magestad y doña Ana de los Herreros, adbirtióseles el parentesco espiritual siendo a todo testigos el licenciado don Gaspar de Eraso y Grabiel González y Juan Fernández y lo firmé=

Sería Francisco de los Herreros padre el hombre que se introducirá en la Corte de Madrid, donde se desplazará en 1632, primero como abogado de los Reales Consejos para ocupar después el cargo de fiscal del Consejo de Guerra, desde su posición política intentará ser elegido procurador a Cortes en 1638. El ascenso en Madrid había ido de la mano de su suegro Iñigo López de Solórzano y su cuñado Manuel López de Solórzano. Su reciente vecindad en Madrid le obligará a esperar seis años para entrar en las suertes de procurador a Cortes. Su carrera política continuaría, llevándole a ser miembro del Consejo de Hacienda y consultor del Santo Oficio de la Inquisición. Sus hijos Francisco y Alonso serían aposentador y secretario de Su Majestad, respectivamente. Otro hijo menor de nombre Rodrigo, sería capitán de caballos corazas y al igual que sus dos hermanos obtendría el hábito de Santiago:

En la villa de Madrid a quince días del mes de diciembre de mill seiscientos y treinta y ocho años estando juntos en el ayuntamiento desta billa los señores corregidor y Madrid como es costumbre acordaron lo siguiente= en este ayuntamiento se bio una petición del licenciado don Francisco de los Herreros fiscal del Consejo de Guerra en que se pretende se declare que puede ser admitido a las suertes de procurador de cortes desta billa y que tiene todos los requisitos de becindad y demás necesarios y abiéndose leydo y bisto los papeles que cita de su nobleça y demás partes que se requieren y platicado sobre ello y sobre que no se le admitió a la suerte que tocó a la parrochia de Santiago en las presentes cortes porque aunque se reputara por vecino desta billa el dicho don Francisco en birtud de la presentación que hiço en esta billa del título de familiar del Santo Oficio no podía ser admitido a la dicha elección y suertes por aber hecho la dicha presentación en primero de octubre del año 1632- y no aber pasado desde el dicho día de la presentación hasta el de la suerte los seis años de bezindad que en este caso se requieren por la ordenança desta billa estilo y costumbre della de conformidad se acordó que tiene por vecino desta villa a el dicho Francisco de los Herreros desde el dicho día primero de octubre y que por ser ya pasados y cumplidos los seis años de becindad a aprueba a el dicho don Francisco de los Herreros y desde aora se le admite a la posisión y suerte de procurador de Cortes y otros oficios de nobleza y hidalguía questá billa provee y nombra y da por suertes con calidad que tenga a la asistencia de parrochia que es necesaria para la dicha oposissión por tener como tiene el dicho don Francisco de los Herreros por vecino desta villa desde el dicho día citado y por caballero hijodalgo de los que deben y pueden gozar de las preheminencias de tal y como tal queda desde luego admitido.


(AHN. CONSEJO DE ÓRDENES. CABALLEROS DE SANTIAGO. Exp. 3917 bis, fols. 27-29, Documentos probatorios en la villa de Madrid a favor de la hidalguía de Francisco de los Herreros y López. 1666. En el mismo expediente se conservan las pruebas para ingreso en la Orden de Santiago del hermano Alonso de los Herreros)


No obstante, la integración en la Corte de Francisco de los Herreros padre no le hizo olvidar su villa de nacimiento. Murió en 1650, había vivido sus últimos 18 años en Madrid, en la plaza de la Cebada, pero su última voluntad sería ser enterrado en la capilla familiar de San Antón de la Iglesia parroquial de Santiago de San Clemente.

saue que es hijo legítimo (Alonso de los Herreros) de don Francisco de los Herreros que fue consejero de Hacienda y de doña Luisa de Solórzano su muger natural desta villa de Madrid a los quales assímismo conoció trató y comunicó allá que murieron y el dicho don Francisco murió el año de mill y seiscientos y cinquenta, viviendo en las cassas que eran de Diego Salcedo que después compró y habió el secretario Cantarero a la plaçuela de la ceuada y le lleuaron a enterrar a la billa de San Clemente de donde era natural a la capilla de San Antón de que era patrono que está en la Yglesia Mayor de aquella billa y la dicha doña Luissa de Solórzano viue oi y para en la Caua alta de San Francisco.

(AHN. CONSEJO DE ÓRDENES. CABALLEROS DE SANTIAGO. Exp. 3917 bis, fol. 2, Documentos probatorios en la villa de Madrid a favor de la hidalguía de Alonso de los Herreros y López. 1666. )

Imagen del escudo de armas
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