El corregimiento de las diecisiete villas (fotografía: Jesús Pinedo)


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EL CORREGIMIENTO DE LAS DIECISIETE VILLAS EN LA EDAD MODERNA (foto: Jesús Pinedo)
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domingo, 10 de diciembre de 2023

LOS FERNÁNDEZ DE BOBADILLA Y LOS TENDERO DE MOTILLA DEL PALANCAR

 La presencia de este apellido en Motilla del Palancar llega con el cura de la parroquia Mateo Fernández de Bobadilla. Conocemos la ascendencia del mismo por un expediente específico y por otro de las pruebas de limpieza de sangre en el colegio de los Manchegos o de San Clemente Mártir: Mateo Tendero Fernández de Bobadilla.

Mateo Tendero Fernández de Bobadilla era nieto por línea materna de Juan Fernández de Bobadilla, administrador del colegio de los Escoceses en Madrid. Juan Fernández tuvo cinco hermanos, uno de ellos es Mateo Fernández de Bobadilla, un licenciado que era cura propio de la iglesia de San Gil de Motilla del Palancar. La presencia del cura en Motilla del Palancar propiciará el casamiento de una hija natural de su hermano Juan Fernández de Bobadilla con un vecino de fortuna. Esa hija es Manuela, que casará con Mateo Tendero. Manuela llegará a Motilla con cuatro o cinco años, acompañada de una criada, Ana de San Francisco, tras ser sacada del convento de monjas de Pinto, para alojarse en casa de su tío, el cura Mateo Fernández de Bobadilla, que es presumible que llegara a tomar posesión de la parroquia de San Gil no mucho antes, junto a su madre Catalina de la Peña. Una manera de ocultar el desliz amoroso de Juan con una joven de origen portugués: María de Vacca y Silva, una viuda de un caballero de Santiago, cuyos amores le procuraron a Juan el odio de los familiares de su amante, que andaban detrás de él, para matarlo. El tal caballero de Santiago era Carlos de Inga, del que se decía proceder de sangre real de las Indias, descendientes de reyes de México.

Y que la causa de haber venido la dicha doña Manuela a la dicha villa de la Motilla fue por ocultarla, porque se temió que los deudos de la dicha doña María quisiesen matar al dicho Juan Fernández, por lo qual se retiró por algún tiempo a la casa del dicho su hermano

Esta alianza entre los Tendero y los Bobadilla sería clave para el ascenso de la familia de los Tendero en Motilla, una familia que ya participaban como regidores y alcaldes del poder en Motilla  y cuyo apellido se tenía entre los más antiguos en la villa. De los Tendero sabemos poco, aunque se le conoce vecindad en Motilla, con padre Matías Tendero y la madre Ana Martínez. Matías tenía por padre a Tomás Tendero y abuelo a otro Tomás del mismo apellido. En cuanto a la madre el apellido Martínez se confundía con el de García de generaciones anteriores. La familia tenía sepultura propia en la parroquial de San Gil de Motilla. 

que al pretendiente le tocan muchos actos positivos, porque Martín García, su tercero abuelo como dicho es, fue familiar del Santo Oficio y Tomás Tendero su abuelo segundo fue familiar del santo oficio y Julián Tendero hermano entero Thomás Tendero fue familiar del Santo Oficio y el doctor Juan Martínez Garrido primo segundo del padre del pretendiente, porque fue nieto de Benito Martínez aue fue hermano entero de María Martínez, segunda abuela del pretendiente, fue Collegial mayor de Sant  Illdephonso de Alcalá y este declarante es comisario del Santo Oficio a título de esta villa

El linaje de los Fernández de Bobadilla estaba muy bien relacionado en la corte y sus miembros ocuparon diversos cargos en la administración polisinodial de los austrias menores. Es de presuponer que su auge vino con el reinado de Felipe III y su decadencia con los nuevos aires del reinado de Felipe IV y las persecuciones de conversos. Entre los miembros del linaje: Diego Fernández de Bobadilla, contrador del duque de Lerma, el capitán Francisco de Bobadilla, fray Manuel de Bobadilla, fraile de la orden de San Agustín, María de Bobadilla, además del cura, Mateo. De la progenitora, Catalina de la Peña se sabe que era hermana de fray N. de Peñacerrada, religioso de la merced calzada y  y provincial de dicha religión en la provincia de Castilla. El cura Mateo Fernández de Bobadilla marcará la vida motillana de la primera mitad del siglo XVII, era asimismo comisario del Santo Oficio de Cuenca. Familiar del Santo Oficio será también el presbítero Tomás Tendero, cuyo hermano Matías casará con la sobrina del cura, Manuela. Viuda, Manuela, de su primer matrimonio, volverá a casar con el doctor Juan Bravo, un médico, natural de Villanueva de la Jara, que ejercerá primero en Motilla y luego en San Clemente, donde se llevará en 1643 a su mujer Manuela y al  hijo del primer matrimonio Mateo, que cursará estudios en la Universidad de Alcalá de Henares. La suerte cambiaría para la familia, cuando Juan Fernández de Bobadilla muere en 1641 (su hermano el licenciado Mateo muere en 1639) y reconoce por heredera universal a su hija Manuela, con una hacienda de más de diez mil ducados; en la decisión debió pesar el hecho de que Mateo había estado en casa de su abuelo desde los diez años hasta que Juan Fernández de Bobadilla murió.

Motilla era una sociedad madura en 1655; su ayuntamiento con varios regidores perpetuos, tenía dos comisarios de la Inquisición: el presbítero Matías Tendero y el licenciado Juan Toledo a título del lugar de Gabaldón. No es casualidad de los Fernández de Bobadilla en esta época en los que la Mancha conquense "se internacionaliza" y entra en las redes de la política, economía y finanzas internacionales. El apellido Bobadilla comienza a ir de la mano de los portugueses. Por el testimonio de Francisco Lucas Zapata sabemos que en 1632 encuentra a Juan Fernández de Bobadilla en la Red de San Luis, en Madrid, como administrador de los bienes del asentista portugués Juan Núñez de Sarabia. Estas amistades peligrosas pesaron sobre la familia; de hecho, la mencionada administración de bienes estaba en manos de Juan por hallarse el asentista portugués en manos de la Inquisición de Toledo en esos momentos. Ese papel de administrador lo mutará en 1639 de los bienes del colegio de Escoceses, cuando ya vivía en los denominados Basilios. 

¿Qué hacía el licenciado Mateo en Motilla y el por qué de las relaciones de sus hermanos con marranos portugueses? En las averiguaciones que se hicieron en Grañón, de donde eran los ascendientes paternos, y en Haro, de donde eran los ascendientes maternos, se tuvo noticia que el apellido de la madre Peñacerrada no era el apellido originario, sino que el apellido real era Cintón y que se consideraba de mala raza. El licenciado Mateo había obtenido el título de comisario de la Inquisición en Motilla gracias a las buenas relaciones de la familia en la corte, y, en este caso concreto, por la ayuda de Melchor de Molina, del Consejo y Cámara de su Majestad. A las dudas del apellido Peñacerrada se sumaba el de Alonso que portaba Catalina, la madre de los Fernández de Bobadilla, apellido tenido por converso. Bien es verdad, que las acusaciones de judaísmo se producían en un contexto de rivalidades de bandos que escondían otras de carácter económico en torno a los ganados, el vino y la aprobación de unas ordenanzas en Haro que afectaban directamente a esos negocios.

Las acusaciones de judaísmo pronto se trasladaron contra el pretendiente a colegial, Mateo Tendero y Bobdilla. Las acusaciones vinieron de una rebisabuela, llamada Leonor de Bobadilla, de la que se conservaba un sambenito en la parroquial de Grañón: Leonor mujer de Bobadilla, cristiana nueva de judíos, vecina de Grañón, reconciliada por herética y judaizante, año de mill quinientos e diez y seys. Era llevar la acusación al apellido Bobadilla, según el licenciado Morquecho, adoptado por un converso llamado Rodrigo en el momento del bautismo de su padrino, un hijodalgo de Grañón. La sentencia de Leonor databa de 1516, bien es cierto que aparecía sin apellido y como mujer del sastre Diego de Bobadilla. De nuevo, aparecen, como en otros casos, los buenos y los malos Bobadillas.

que el dicho Rodrigo converso vivía en sus casas que eran en la calle de Santiago, enfrente de donde era la sinagoga. Y más que el dicho cura Matheo y sus hermanos, porque aquí los llamaban judíos, vendieron su hacienda que aquí tenían y en especial la heredad del Osario, que era el entierro de los judíos al Inquisidor don Pedro del Hoyo

Los acusadores iban más allá y acusaban a la Inquisición de Cuenca con quedarse los papeles que demostraban el judaísmo de los Bobadilla para no incriminarles y conceder al cura Mateo el oficio de comisario del Santo Oficio. Entre peripecias, los Bobadilla fueron sacando adelante su carta de naturaleza para limpiar el linaje, ayudados por el investigador Juan de León, que al llegar a Madrid se cayó del coche y traspapeló en la caída todos los papeles acusadores que llevaba encima. El resultado final fue la mixtificación del linaje con una ascendencia que se remontaba a la batalla de Clavijo y a la casa solar de Valdeosera:

Quanto a la calidad, nobleza y antigüedad de dicho solar y los descendientes de él, es cosa cierta y muy notoria ser mucha, porque los descendientes del dicho solar lo son de un Sancho Sánchez de Texada a quien por las hazañas que quando la conquista de España hizo en la vatalla de Clavijo y otras con doce hijos que tenía, dio el rey don Ramiro el señorío de la casa y solar de Texada y de dicho solar de Valdeosera y su tierra en el qual fundó trece casas para sí y sus doce hijos, tomando cada uno su divisa a todos los quales y sus descendientes hizo el dicho rey don Ramiro hijosdalgo y nobles

:En la fabricación de genealogías se había implicado Juan Fernández de Bobadilla, que decía guardar los papeles que hacían descender a los Bobadillas de los reyes de Navarra y que el verdadero apellido era Bobatela, pretendiendo casa solar en Valdeosera y por progenitor a Juan del Valle. Más difícil les sería ocultar la genealogía de la madre Catalina de la Peña o Peñacerrada, emparentada además con los Alonso de La Guardia y con sambenitos en esa villa de La Guardia. Es cierto que la maldad de los enemigos hacía inventar historias fantasiosas; así, del hermano de Catalina, Diego de Peñacerrada, se decía que tenía cola o rabillo y adoptaba forma monstruosa de mujer, con menstruación incluida (le baja purgación de sangre). Detrás de esta fantástica historia parece que se escondía una relación homosexual del dicho Diego de Peñacerrada, a la que asistía como testigo una criada, con los que luego serían principales acusadores de la familia; un tal Samaniego y un tal Vitoriano (cosas deshonestas, se nos dirá). La acusación de tener rabillo era común para acusar a los judíos, según el tal Vitoriano, presbítero y beneficiado de la iglesia de Haro, aún recordaba sus baños con un Peñacerrada en el río Tirón de Haro: y que estando este testigo con otros muchachos nadando en el rio Tirón, entre ellos andaba un muchacho que se llamaba Francisco de Peñacerrada, hijo de Diego Peñacerrada que hoy vive en Haro y es hermano de Catalina, al qual le dixo este testigo y otros quando andaba desnudo: Francisquito mira que se te vee el rabillo, motejándolo de judío,y el dicho muchacho no se enojaba de ello.

Los hermanos Peñacerrada eran hijos del escribano Diego de Peñacerrada, además de los citados Catalina y Diego, el más famoso será Juan, provincial de la provincia de Castilla de la orden de la Merced. En Grañón y Haro se decía que sus ancestros eran judíos que se habían convertido con motivo del edicto de expulsión de 1492, dejando el apellido original de Cintón por el nuevo de Peñacerrada. Desde luego no ayudaría a limpiar la imagen de la familia el casamiento  del abuelo de Catalina, Diego de Peñacerrada, un escribano con una hacienda de 4000 ducados, con su sobrina Catalina Alonso, de la citada familia de reconocidos judaizantes. Solo este contexto agobiante y de habladurías del pequeño lugar riojano de Grañón, junto a las buenas relaciones de los Bobadilla en la corte, explicaría la salida del licenciado Mateo Fernández Bobadilla para Motilla del Palancar y que se trajera a su madre a esta villa en sus últimos años

Era llevar el linaje a la época de la Reconquista, término hoy discutido, pero que en palabras de la época, siglo XVII, se decía "la recuperación de España". Se decía que en el archivo de Logroño se conservaban los papeles y privilegios de tan honrado linaje, pero la realidad era que los doce linajes se parecían mucho a las doce tribus de Israel, que los privilegios de Logroño eran inaccesibles y que los únicos documentos verdaderos eran aquellos que incriminaban a la familia, los cuales solicitados por la Inquisición de Cuenca, nadie sabían donde paraban


Uno de los testigos es el licenciado Juan de Villanueva Merchante, 71 años en 1655, nacido en 1584, conocedor de todas las genealogías de la comarca. 

Francisco Lucas Ramírez, don Julián Chavarrieta, el licenciado Diego García Bonilla (hijo de Benito García Bonilla), regidores perpetuos

Francisco Lucas Zapata, familiar del Santo Oficio

Licenciado Julián de Alarcón Navarro, comisario de la Inquisición por la villa de Olmeda de Valera y natural de Motilla

Martín García, familiar del Santo Oficio, por título expedido a 11 de febrero de 1562

Licenciado Pedro Nieto Valverde, familiar del Santo Oficio por título expedido a 29 de mayo de 1626

Los Godoy de Motilla: tres hermanos. Alonso, el licenciado Juan, al servicio del señor de Altarejos, y Melchor.

EL ORIGEN DE LOS APELLIDOS MARTINEZ Y GARCÍA EN MOTILLA DEL PALANCAR

"Martínez lo tiene por originario de aquí (Motilla del Palancar) y distinto de lo Martínez que le toca a Sebastián Martínez Valverde porque esto originario de Tarazona y distinto de lo Martínez que toca a Francisco Martínez el batanero (originarios del Campillo), porque no ha oído decir que sean deudos"

García es originario de esta villa y distinto de lo García que toca a Juan García Salazar, porque esto originario de Honrubia y distinto de lo García que tocaba por Francisco García de Villanueva, difunto porque esto originario de Villanueva de la Jara y distinto de lo García que toca al licenciado Diego García de Bonilla (lo García -originario de Motilla- siempre anda junto con lo Bonilla en esta villa)... y porque Martín García, 3º abuelo del pretendiente (Mateo, colegial del Alcalá) está enterrado en la parroquia de esta villa y hay una sepultura con una inscripción que lo dice así*... que el padre de Martín García se llamó Fernán García, natural de Motilla... la mujer de Martín García se llamaba Juana Navarro que era hija de Juan Valverde y Catalina Navarro (el padre de Catalina Navarro, fue Bartolomé Navarro)

(*la sepultura de Martín García estaba al lado del evangelio y decía así: Martín García, familiar del Santo Oficio)

De Valverde dice que hay dos diferencias, una que tocaba al licenciado Pedro Nieto, y esta originaria de aquí, y otra que toca a Sebastián Martínez Valverde, esta originaria de Tarazona,... Valverde dicen que se llaman así por descender de Valverde lugar, ni de eso hay memoria, porque es apellido antiquísimo.

Navarro dice que originaria de aquí y que no tiene diferencias

Bonilla, se tenía por un apellido originario de Salamanca



UNAS SOCIEDADES BAJO LA ÉGIDA DE LOS CURAS
Basta ver algunos de los censos de la Edad Moderna para ver los numerosos religiosos seculares y regulares presentes en las sociedades que transitaban del siglo XVI al XVII. Pero nos asombra más el papel central que adquiere en los pueblos la figura del cura. El cura es cura propio, perceptor del beneficio curado o rentas suculentas que gratifican su labor pastoral y es algo más: es un figura que conduce y dirige las sociedades donde ejerce su oficio. El cura Valdés, en el San Clemente de mediados del siglo XVI, ya anuncia algo de esa figura rectora, pero su persona queda empequeñecida ante sus sucesores: el doctor Cristóbal de Tébar y, tras el intermedio de su sobrino, el cura Gregorio Santos, un salmantino. Hay otros y en otros pueblos, que, poco a poco, vamos conociendo, el doctor Mendiola en Santa María del Campo, el doctor Fernando de la Fuente y Salazar, natural de Alarcón y cura en Vara de Rey o el licenciado Mateo Fernández de Bobadilla en Motilla del Palancar, que adquieren tal protagonismo que andan omnipresentes en los documentos de la época.
Son intrigantes y participan de las disputas de su época: conflictos políticos con las élites de su pueblos, conflictos con la Inquisición, a la que no quieren ver en sus pueblos, caso del doctor Tébar, o solo la aceptan si como comisarios devienen en hombres de confianza del Santo Oficio, caso de Mateo Fernández de Bobadilla. No son curas cualesquiera, pues tienen una sólida formación en la universidad de Alcalá, donde han alcanzado el título de doctor. O en la universidad de Salamanca, allí estudiará Fernando de la Fuente, amigo del licenciado Mateo y compañero de estudios de Pedro de la Vega, luego consejero de Castilla. Les gusta relacionarse con los médicos, doctores ya, con los que casan a sus sobrinas; así el cura motillano, que casa a su sobrina bastarda con el prestigioso médico de la Jara, el doctor Juan Bravo de Soria. Y tienen ansias de poder: el doctor Tébar es acusado varias veces de quedarse con la recaudación del diezmo, busca la alianza de su sobrina con un indiano rico; Gregorio Santos lo vemos en medio de contratos comerciales y entre regatones; Mateo Fernández de Bobadilla, aprovechará bien que su hermano es el secretario del duque de Lerma, y participará de los juegos de su hermano Juan, administrador del colegio de los Escoceses y amigo de asentistas portugueses, de los que es vecino en Madrid. Influencia no le falta, pues otros de sus hermanos participan como miembros de los Consejos de los Austrias.
Sus periplos son propios de novelas de aventuras. El cura Tébar será varias veces excomulgado, toda la fortuna que acumula, junto a su hermano el indiano Diego, la tiene que ceder para la fundación de un colegio jesuita, pues sus enemigos buscan entregar su cabeza al Santo Oficio. El cura Mendiola participa, como uno más, en los altercados y revueltas sociales del último tercio del siglo XVI en Santa María del Campo. Y Mateo Fernández de Bobadilla parece llegar como un desterrado a Motilla en 1608, junto a su sobrina Manuela; hija natural de su hermano Juan. Motilla es un buen refugio, pues su beneficio curado, al igual que el de Villanueva de la Jara, procura rentas que se valoran en miles de ducados, aunque hasta allí llegarán los odios de sus enemigos, tal es muestra ese interminable expediente de su filiación genealógica de este cura originario de Grañón en La Rioja.
Son hombres que, con el mal ejemplo de su vida, serán los encargados de imponer la doctrina y la ortodoxia de Trento. Si el cura Vílchez lucirá hijos naturales en Motilla, su sucesor el cura Mateo Fernandez de Bobadilla, procurará disimular sus amores con María Zarzuela, compartiéndolos con las aventuras desaforadas de la muchacha con un Chavarrieta. Son hombres que supieron vivir su época y preparar la función social asignada a la Iglesia en los siglos futuros, lejos de aquella anarquía religiosa del siglo XVI.






Archivo Histórico Nacional, UNIVERSIDADES,390,Exp.37


martes, 24 de abril de 2018

Antón García, un caballero a la antigua: el origen de los Espinosa de Iniesta

Antón García se había establecido en San Clemente, pero era natural de la villa de Iniesta. Su padre tenía el mismo nombre. Antes que un rico hacendado había sido guerrero, destacando por su valor y sus proezas en la guerra de Granada
paresçió presente ante el rrey nuestro señor un honbre que se dixo por su nonbre Antón Garçía hixo de Antón Garçía veçino de la villa de Yniesta caballero en un caballo armado de todas armas a guisa de caballero e dixo que por quanto él abía  muy bien servido en la guerra de los moros enemigos de nuestra santa fe católica espeçialmente en los çercos de Catarma e Rronda donde fue ferido e ansymismo los moros le mataron un caballo e le hirieron otro, estuvo en serviçio de sus altezas en el çerco de Baça a su costa e misión hasta que se ganó e ansymismo en el rreal de Granada donde le mataron otro caballo 
El valor del joven Antón García fue recompensado por el propio Rey Fernando el Católico, armándole caballero en la ciudad de Granada el mismo día de su entrega a manos cristianas, un dos de enero de 1492
tubo por bien su alteza de le armar caballero e luego demandó una espada la qual dio desnuda fuera de la baina el dicho Antón Garçía e dio con ella ençima de la cabeça e capaçete que en ella traya  el dicho Antón Garçía e dixo Dios Nuestro Señor e el Apóstol Santiago te haga buen caballero te armo caballero... e luego Antón Garçía besó las rreales manos de su alteça
Estaban presentes Alonso de Cárdenas, maestre de Santiago, Diego López Pacheco, duque de Escalona y Marqués de Villena, Rodrigo Ponce de León, duque de Cádiz, Diego Fernández de Córdoba, conde de Cabra y otros muchos grandes. El privilegio de hidalguía sería confirmado el 20 de abril de 1513, en un momento de enfrentamiento de los hidalgos sanclementinos contra el poder concejil controlado por los pecheros. El ocho de mayo se expedía carta ejecutoria. Los hijos de Antón, Alonso y Francisco, verían negado el privilegio de caballería legado por su padre, lo que les llevó a un nuevo pleito con el concejo de San Clemente, hasta que vieron reconocida su hidalguía en 1549.

Los García eran de tradición guerrera. El padre de Antón García, del mismo nombre, se había significado en la guerra del Marquesado, teniendo él y sus parientes un papel protagonista en la entrega de Iniesta a la Corona real. No tenemos noticias de este Antón García padre, salvo que familiarmente esté relacionado con Alonso García de Mingo Juan; almagrado declarado, motivo de los rencores e improperios del alcaide de Alarcón, Hernando del Castillo (1). El padre de Antón García había entregado Iniesta a la Corona y la familia había gastado entre la guerra de del Marquesado alrededor de dos millones de maravedíes. Lo de gastado es un decir, pues los García hablaban de robo y expolio de su hacienda por el bando del Marqués de Villena. El protagonismo de Antón García en la guerra del Marquesado, lo pasan por alto las Relaciones Topográficas, pero no su intervención en la guerra de Granada
como ganaron el Reino de Granada de los moros, dio esta villa (Iniesta) mucha cantidad de gente de pie y de caballo, muchos de los cuales murieron sirviendo hasta que se ganó el reino y acabó la guerra, en que fue Antón García, abuelo del doctor Espinosa, que hoy es corregidor de V.M. en Madrid y de sus hermanos espinosas que hoy viven en esta villa; y le dio privilegio y merced de caballería y otras mercedes; y hizo merced a sesenta infantes de los que quedaron vivos libertándolos de pechar, y otras muchas mercedes y exenciones; y a Pascual Parra, el Viejo, ansí mismo merced de juro y caballería.
La relación de los García y los Espinosa de Iniesta se forjó por el matrimonio del doctor Martín Gómez de Espinosa (cuyo padre procedía de la población burgalesa de Espinosa de los Monteros) con Catalina García, hija de Antón García.

No sabemos el momento que se estableció Antón García en San Clemente, pero sí que desde finales del siglo XV nos aparece como una de las personas más ricas del pueblo. Podemos aportar unos pocos datos por los testimonios de diversos testigos que declararon a favor de Antón García como persona abonada en la fianza que debió abonar a favor de un arrendador de alcabalas del Marquesado. Antón García era una de los fiadores de Tomás de Barrionuevo, vecino de la ciudad de Chinchilla y arrendador de la alcabala del ramo de la grana en 1508. La grana, excrecencia de un insecto, familia de la cochinilla, en las carrascas, era utilizada como elemento primario para la fabricación de tintes. De su recogida, como actividad complementaria, vivían muchas familias. Sometida a alcabala, varios personajes se disputaron el arrendamiento de este impuesto a comienzos de siglo: Alonso González de Origüela, Alonso de Mexía o Tomás de Barrionuevo. Este último, convertido en un arrendador al por mayor de la alcabala de la grana y las tercias en las tierras del Marquesado y Alcaraz, presentó varios fiadores para hacerse con el control del cobro de estos impuestos, entre ellos, Antón García, vecino de San Clemente.

Antón García ya nos aparece como procurador del común de la villa de San Clemente a fines del siglo XV y como uno de los principales del pueblo en las confrontaciones del concejo con Alonso del Castillo. Su fortuna no obstante debe tanto o más a su mujer que a él mismo. A favor de la suficiencia económica declararon el 26 de julio 1508 varios vecinos ante el alcalde ordinario de la villa Juan Picazo: Pedro Macacho, Juan López de Perona y Diego de Sandoval. Todos definieron a Antón García como persona de buen trato y conversación, pero también como un hombre que vivía de su sustanciosa hacienda

e que el dicho Antón Garçía tiene en esta villa e sus términos los bienes syguientes rrayzes: unas casas en esta calle donde biue, alinde de casas de Juan de Yuste, clérigo, e de Alonso Barvero en la calle pública, que puede valer quarenta mill mrs. (sesenta mil mrs. según Juan López de Perona) e un majuelo çerca la cañada alinde de majuelo de Juan Picaço e Françisco de los Herreros de çinco arançadas e media que puede valer a justa e comunal estimaçión quarenta mill mrs. e otro majuelo en la senda de el Medianil de dos arançadas e tres quartillos. alinde de viñas de juan del Castillo, que puede valer veynte mill mrs. e otros majuelo en las Pinuelas de tres arançadas, alinde de viñas de Juan Cantero e Juan Sánchez el viejo, que puede valer quinze mill mrs. e otros dos pedaços de viñas, uno alinde de Pedro Rruyz de Segouia e otro alinde de Luys Sánchez de Orihuela que podrá valer çinco mill mrs. e çiertas tierras que heredó de su suegro, que no sabe todos los alindes en término de esta villa que pueden valer poco más o menos syete o ocho mil mrs. e allende desto sabe que es honbre que tyene buen abono de ganados e otros bienes muebles
Pero Antón García era un hombre que había llegado sin apenas bienes al matrimonio, su hacienda se había formado y consolidado sobre los bienes de la dote aportados en el momento de su matrimonio por su suegro. La mujer de Antón, Catalina López de Perona, posiblemente la hija de Juan López de Perona, afirmaba haber llevado al matrimonio

en dote e casamiento quarenta e tres o quarenta e quatro mill mrs. en dineros e bienes muebles e rrayzes e que no le mandaron arras ningunas ni a sydo entregada en ninguna cosa dellas e que todo fue en muebles eçebto una viña que vale fasta tres mill mrs. e questo es verdad
Antón García acumulaba así una hacienda en bienes raíces por valor de 150.000 maravedíes, a los que había que añadir unos ganados y otros bienes muebles de los que no sabemos la cantidad o valor. El antiguo procurador del común de la villa de San Clemente, que en los noventa había actuado de portavoz del común de los vecinos contra las quince o veinte familias ricas, había devenido en un miembro más de la oligarquía que criticaba. Dos fuentes eran la base de su riqueza, como hemos de suponer que también las de otros vecinos, cuyas tierras lindaban con las suyas: las viñas y los ganados. Sobre estas dos bases principales fundaría su riqueza la villa de San Clemente. Las tierras cerealistas de Vara de Rey y Sisante complementarán estas fuentes de riqueza. Aunque lo más destacable del caso de Antón García es que no era sino uno más de aquellos sanclementinos que hicieron fortuna en lo que nosotros hemos denominado como la revolución del mil quinientos en estas tierras

Aunque nos falta la fuente documental que lo atestigüe, creemos que la riqueza de Antón García fue heredada por Francisco García, llamado el rico, que compró una regiduría perpetua a mediados del siglo XVI. Desconocemos la suerte de su hermano Alonso, que aparece litigando desde 1545 con su hermano Francisco por su hidalguía.  De Francisco tampoco sabemos mucho, salvo que con motivo de la compra de una de las regidurías perpetuas aparece enfrentado a todos los principales de la villa. Desde su posición de regidor se enfrentó a todos los otros vecinos principales de la villa, pero también intentó establecer alianzas familiares para sus dos hijas: María y Elvira. Con Hernán Vázquez de Haro casaría Elvira García, de este modo, es posible que la fortuna de los García pasara a manos de la familia Haro, pero nos faltan las fuentes para afirmarlo sin lugar a dudas.



(1) GARCIA MORATALLA, Pedro Joaquín: La tierra de Alarcón en el señorío de Villena (s. XIII-XV). IEA "Don Juan Manuel". Albacete. 2003, pág. 215

AGS, EMR, leg. 571. Fianzas e informaciones de abono de los arrendadores de rentas reales de los partidos del Marquesado de Villena, ciudad de Murcia, Segura de la Sierra y Alcaraz. 1508

ACHGR, HIDALGUÍAS. Ejecutoria de los hermanos Alonso y Francisco García. 6 de abril de 1549. Signatura antigua: 301-20-2
ACHGR, HIDALGUÍAS, Ejecutoria de Francisco de Espinosa, Martín Gómez de Espinosa y Pedro Espinosa de los Monteros. 13 de septiembre de 1589. Signatura antigua: 301-75-34

ANEXO

Privilegio de caballería de Antón García

Estando los muy altos e muy poderosos prinçipes el Rei e la Rreina nuestros señores en la vega de Granada a ojo del Alhambra de la dicha çibdad de Granada con muchos grandes e caballeros e otras muchas gentes de sus Rreinos e estándose apoderando de la  dicha Alhambra que oy día de la fecha deste testimonio juntamente con la dicha çibdad de Granada fue entegada a sus altezas por el Rrei Muley Boadalí (?) e por los otros caballeros e moros de la dicha çibdad en cuyo poder estaban lunes dos días del mes de enero en que todo lo susodicho pasó del año del nasçimiento de nuestro Salbador Ihesu Christo de mil e quatroçientos e nobenta e dos años, este dicho día en presençia de mi el escribano e notario público e de los testigos de yuso escriptos paresçió presente ante el Rrei Nuestro Señor un onbre que se dixo por su nonbre Antón Garçía hijo de Antón Garçía veçino de la villa de Yniesta caballero en un caballo armado de todas armas a gisa de caballero e dixo a su alteça que por quanto él abía muy bien servido en la g(u)erra de los moros enemigos de nuestra santa fe católica espeçialmente en los çercos de Cartama e Rronda e de Málaga donde fue ferido e ansimismo los moros le mataron un cavallo e le hirieron otro e estuvo en serviçio de sus altezas en el çerco de Baça a su costa e misión hasta que se tomó e ansimismo en el Rreal de Granada donde le mataron otro caballo e ansimismo lo hirieron e sirbió en todo lo que dicho tiene muy bien e lealmente en todo lo qual puso su persona a mucho rriesgo e peligro e que abía perdido e gastado en serviçio de su alteza la mayor parte de su hazienda e porque sus serviçios eran dinos de galardón e rrenumeraçión que suplicava e suplycó  a su alteza lo armase caballero porque él fuese mas onrrado e obligados sus hijos e desçendientes  a le servir e luego bisto por su alteza su buen deseo e acatando en ello dos cosas la primera cómo a los Rreies e prínçipes conviene hazer merçedes a sus súditos e naturales espeçialmente aquellos que bien e lealmente los sirven e aman su serviçio la segunda cómo los serviçios que en la dicha g(u)erra se hazen son dinos de gualardón e rremuneraçión en rremuneraçión de los dichos serviçios (tachado: que en la dicha guerra) el dicho Antón Garçía en la dicha guerra avía hecho tubo por bien su alteza de lo armar caballero e luego demandó una espada la qual desnuda fuera de la vaina el dicho Antón Garçía e dio con ella ençima de la cabeça e capaçete que en ella traya el dicho Antón Garçía, hago buen caballero ca yo armo caballero e que mandava e mando que le fuesen dadas todas las cartas e prebilegios que menester oviese para que le fuesen guardadas todas las onrras e cada una dellas que suelen y deben ser guardadas todas las esençiones e prerrogativas e ynmunidades e todas las otras e cada una de ellas que suelen y deben ser guardadas a los otros caballeros por si alteça armados e luego el dicho Antón Garçía besó las rreales manos de su alteza por por la merçed que le avía hecho e pidiolo por testimonio a mí el dicho escrivano para guarda e conservaçión de su derecho e yo dile este según que ante mi pasó que fue hecho día e mes e año e logar susodicho. Testigos que fueron presentes  a lo que dicho es e vieron armar caballero al dicho Antón Garçía los muy maníficos señores don Alonso de Cárdenas maestre de Santiago e don Diego López Pacheco duque de Escalona e marqués de Villena e don Rodrigo Ponçe de León duque de Cádiz e don Diego Fernández de Córdoba conde de Cabra e otros muchos grandes caballeros que con su alteza estaban e yo Pedro de Toledo (?) escrivano del Rrei e de la Rreina nuestros señores e su escrivano e notario público en la dicha corte en todos los Rreinos e señoríos fuy presente quando el Rei nuestro señor armó caballero al dicho Antón Garçía en uno con los dichos testigos

ACHGR, HIDALGUÍAS. Ejecutoria de los hermanos Alonso y Francisco García. 6 de abril de 1549. Signatura antigua: 301-20-2

domingo, 29 de octubre de 2017

Antón García, la hacienda de un rico vecino de San Clemente a comienzos del quinientos

Hay apellidos comunes que invitan a considerar a sus portadores como unos vecinos más en el devenir existencial de la historia, sin embargo hay casos que estamos ante protagonistas de primera línea de las vidas locales. Tal es el caso de Antón García, vecino de San Clemente. Este hombre nos aparece entre los hidalgos que en 1512 litigan su nobleza en la Chancillería de Granada. Pero sabemos muy poco de él.

Podemos aportar unos pocos datos por los testimonios de diversos testigos que declararon a favor de Antón García como persona abonada. Antón García era una de los fiadores de Tomás de Barrionuevo, vecino de la ciudad de Chinchilla y arrendador de la alcabala del ramo de la grana en 1508. La grana, excrecencia de un insecto, familia de la cochinilla, en las carrascas, era utilizada como elemento primario para la fabricación de tintes. De su recogida, como actividad complementaria, vivían muchas familias. Sometida a alcabala, varios personajes se disputaron el arrendamiento de este impuesto a comienzos de siglo: Alonso González de Origüela, Alonso de Mexía o Tomás de Barrionuevo. Este último, convertido en un arrendador al por mayor de la alcabala de la grana y las tercias en las tierras del Marquesado y Alcaraz, presentó varios fiadores para hacerse con el control del cobro de estos impuestos, entre ellos, Antón García, vecino de San Clemente.

Antón García ya nos aparece como procurador del común de la villa de San Clemente a fines del siglo XV y como uno de los principales del pueblo en las confrontaciones del concejo con Alonso del Castillo. Su fortuna no obstante debe tanto o más a su mujer que a él mismo. A favor de la suficiencia económica declararon el 26 de julio 1508 varios vecinos ante el alcalde ordinario de la villa Juan Picazo: Pedro Macacho, Juan López de Perona y Diego de Sandoval. Todos definieron a Antón García como persona de buen trato y conversación, pero también como un hombre que vivía de su sustanciosa hacienda
e que el dicho Antón Garçía tiene en esta villa e sus términos los bienes syguientes rrayzes: unas casas en esta calle donde biue, alinde de casas de Juan de Yuste, clérigo, e de Alonso Barvero en la calle pública, que puede valer quarenta mill mrs. (sesenta mil mrs. según Juan López de Perona) e un majuelo çerca la cañada alinde de majuelo de Juan Picaço e Françisco de los Herreros de çinco arançadas e media que puede valer a justa e comunal estimaçión quarenta mill mrs. e otro majuelo en la senda de el Medianil  de dos arançadas e tres quartillos. alinde de viñas de juan del Castillo, que puede valer veynte mill mrs. e otros majuelo en las Pinuelas de tres arançadas, alinde de viñas de Juan Cantero e Juan Sánchez el viejo, que puede valer quinze mill mrs. e otros dos pedaços de viñas, uno alinde de Pedro Rruyz de Segouia e otro alinde de Luys Sánchez de Orihuela que podrá valer çinco mill mrs. e çiertas tierras que heredó de su suegro, que no sabe todos los alindes en término de esta villa que pueden valer poco más o menos syete o ocho mil mrs. e allende desto sabe que es honbre que tyene buen abono de ganados e otros bienes muebles

Pero Antón García era un hombre que había llegado sin apenas bienes al matrimonio, su hacienda se había formado y consolidado sobre los bienes de la dote aportados en el momento de su matrimonio por su suegro. La mujer de Antón, Catalina López de Perona, posiblemente la hija de Juan López de Perona, afirmaba haber llevado al matrimonio
en dote e casamiento quarenta e tres o quarenta e quatro mill mrs. en dineros e bienes muebles e rrayzes e que no le mandaron arras ningunas ni a sydo entregada en ninguna cosa dellas e que todo fue en muebles eçebto una viña que vale fasta tres mill mrs. e questo es verdad
Antón García acumulaba así una hacienda en bienes raíces por valor de 150.000 maravedíes, a los que había que añadir unos ganados y otros bienes muebles de los que no sabemos la cantidad o valor. El antiguo procurador del común de la villa de San Clemente, que en los noventa había actuado de portavoz del común de los vecinos contra las quince o veinte familias ricas, había devenido en un miembro más de la oligarquía que criticaba. Dos fuentes eran la base de su riqueza, como hemos de suponer que también las de otros vecinos, cuyas tierras lindaban con las suyas: las viñas y los ganados. Sobre estas dos bases principales fundaría su riqueza la villa de San Clemente. Las tierras cerealistas de Vara de Rey y Sisante complementarán estas fuentes de riqueza. Aunque lo más destacable del caso de Antón García es que no era sino uno más de aquellos sanclementinos que hicieron fortuna en lo que nosotros hemos denominado como la revolución del mil quinientos en estas tierras

Aunque nos falta la fuente documental que lo atestigüe, creemos que la riqueza de Antón García fue heredada por Francisco García, llamado el rico, que compró una regiduría perpetua a mediados del siglo XVI. Desde su posición de regidor se enfrentó a todos los otros vecinos principales de la villa, pero también intentó establecer alianzas familiares para sus dos hijas: María y Elvira. Con Hernán Vázquez de Haro casaría Elvira García, de este modo, es posible que la fortuna de los García pasara a manos de la familia Haro, pero nos faltan las fuentes para afirmarlo sin lugar a dudas.


AGS, EMR, leg. 571. Fianzas e informaciones de abono de los arrendadores de rentas reales de los partidos del Marquesado de Villena, ciudad de Murcia, Segura de la Sierra y Alcaraz. 1508