El corregimiento de las diecisiete villas (fotografía: Jesús Pinedo)


Imagen del poder municipal

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EL CORREGIMIENTO DE LAS DIECISIETE VILLAS EN LA EDAD MODERNA (foto: Jesús Pinedo)
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lunes, 2 de mayo de 2016

Cómo los Garnica entroncaron con la Grandeza de España (1593): el buen nombre de la familia

El Consejo Real tendría conocimiento del desposorio de San Clemente con fecha de veinte octubre, ordenando al corregidor que iniciara una serie de pesquisas tendentes  a averiguar lo sucedido. Las informaciones de testigos se desarrollaron a lo largo del día 31 de octubre de 1593; el corregidor elegiría personas próximas y de confianza, pero con influencia y poder en la villa, pues con sus testimonios se trataba de demostrar la poca calidad y nobleza de los Garnica.

El primero de los testigos llamados sería Martín Alfonso de Buedo, tesorero de rentas reales de Marquesado de Villena. Avecindado en San Clemente, este hombre contaba  con treinta y tres años. Doce años después, en 1605, moriría. Su repentina muerte, dejaría a su viuda Catalina de Buedo incapaz de defender los derechos a la tesorería de su hijo menor Martín, frente a su tío. Le seguiría en las declaraciones el licenciado Alonso Ruiz de Villamediana, de 62 años, de familia cristiana vieja y con fama de limpia y noble en la villa, y cerrarían los testimonios dos Ortega. Francisco de Ortega, el padre, de 64 años, ya había cedido el testigo familiar a su hijo Rodrigo, el futuro señor de Villar de Cantos, y fundador del mayorazgo familiar junto a su esposa Ana Rosillo años después. Rodrigo de Ortega era regidor perpetuo de la villa y contaba entonces con 32 años.

Las declaraciones de estos testigos obviaron las acusaciones contra el cura Tébar, para centrarse en las calidades de los Garnica. No es extraño, pues Francisco de Ortega estaba casado con una Tébar de nombre Jimena. En la declaración de otros como Martín Alfonso de Buedo debió pesar más su proximidad al poder público ostentado por el corregidor, pues él también desempeñaba un cargo público. Es más dudosa la declaración de Alonso Ruiz de Villamediana y el interés que podía tener en declarar contra los Garnica, pero fue la declaración que más detalles aportó. Por el licenciado Ruiz de Villamediana, sabemos que el día del matrimonio, cinco de octubre, fue martes y que en el pueblo no se supo nada del mismo hasta el domingo 10 de octubre, cuando el matrimonio fue denunciado en la Iglesia Mayor de Santiago

este testigo no supo del dicho desposorio hasta o quatro o cinco días después de hecho porque dicen que fue secreto e sin amonestaciones y que el probisor deste obispado de Quenca había dado licencia para que se desposasen de presente syn denuciación alguna y que después de desposados se hiciesen, e ansí después una fiesta oyó este testigo denunciarlos en la yglesia desta uilla

la denuncia debió venir desde el púlpito, pero ¿quién hizo la acusación en ausencia del excomulgado doctor Tébar? No lo sabemos. Pero las acusaciones pusieron en acción al corregidor Benavides que veía en este enredo matrimonial la sombra de dos clérigos, el propio doctor Tébar y Tristán Pallarés. Pero si en el primer caso, hasta el sacristán puso su pequeña parte en la acusación, nadie se atrevió (a excepción del corregidor) a acusar a Tristán Pallarés. Este clérigo, que había nacido en la época en que murió su antecesor García Pallarés, vivía el final de su vida por estos años y heredará de su antecesor la memoria de aquel noble hombre de clara estirpe para cuantos viajeros pasen ante su epitafio, en la capilla de su nombre; pero al igual que el doctor Tébar era un hombre de su tiempo, ya su tío Tristán Pallarés el viejo estuvo implicado en los sucesos de julio de 1553, ya narrados, y el sobrino andará metido en otros más mundanos, que narraremos, como sus amoríos con la viuda de uno de los Herreros, allá por 1566.

La actuación del corregidor, tras la denuncia, fue inmediata, ordenando el arresto domiciliario de Juana de Valderrama y su hija María y la reclusión de don Jorge en su propia casa. Pero fue especialmente apasionado, tal como denunciará la familia Garnica, en el proceder contra Gaspar Garnica, que sin duda sabedor de lo que se le venía encima había huido a Motilla del Palancar, donde fue apresado y trasladado a la cárcel de San Clemente, para iniciar allí un auténtico calvario. Más suerte debió tener Antonio de Oma Zapata, alejado en Belmonte, bajo el amparo de la jurisdicción privada del marqués de Villena.

Posteriormente vendría la información de los testigos arriba referidos, donde el corregidor Benavides obviaría los temas más escabrosos de las detenciones, para centrarse en la poca calidad del difunto Hernando de Avilés, hombre llano y pechero, y minusvalorar la hidalguía de Juana de Valderrama, por los cuatro costados, pues era gente humilde. Las acusaciones continuarían contra los testigos del matrimonio Antonio de Oma y Gaspar Garnica, cuyo valor de testigos debía ser puesto en entredicho, pues eran deudos de la contrayente. La información sería remitida al Consejo Real por el corregidor Benavides.

Pero los Garnica no estaban dispuestos a jugar el papel de espectadores y víctimas de las diligencias del corregidor. Doña Juana de Valderrama, desde su arresto domiciliario, apoderaría a Diego de Palomares para que se encargara de presentar testigos que defendieran la limpieza, nobleza y calidad de su familia*. Además pidió, en lo que sin duda era un menosprecio a la competencia jurisdiccional del corregidor, que sus testigos fueran examinadas por el alcalde ordinario de la villa de San Clemente, el licenciado Alonso Muñoz. La defensa del honor familiar, en una familia que como pocas en el pueblo podía presumir de nobleza, se intentaba extender a la defensa del buen nombre del difunto Hernando de Avilés, que era un miembro del clan de los Origüela, pero a decir de sus defensores

fue ombre muy principal y onrrado y rregidor perpetuo desta villa de San Clemente hasta que murió muy emparentado con toda la gente más onrrada y noble y principal del pueblo y su comarca y él y sus padres e agüelos e antepasados ostentaron siempre mucha honrra e autoridad y buen punto e como los más delanteros desta tierra e como personas que siempre an podido y valido mucho, tiniendo de ordinario los oficios de alcaldes e rregidores desta villa e de presente es rregidor  perpetuo della Gaspar de Gárnica e Avilés hijo del dicho Hernando de Avilés

Destacamos intencionadamente ese an podido y valido mucho, en lo que tiene de voluntad de anteponer una nobleza fundada más en el mérito y el valor personal, que conduce a la primacía social, por encima de una nobleza de la sangre. Los testigos ratificarían el poder de la familia Avilés-Garnica en la vida municipal sanclementina, pero también la exhibición de ese poder y riqueza con los aderezos propios de su condición hidalga. El primer espaldarazo a los Garnica vino de los Pacheco, en concreto de Francisco Pacheco de Guzmán, que, a sus sesenta años de edad, era propietario de una de las regidurías perpetuas del ayuntamiento. Su testimonio tenía el valor que le daba su propio apellido y fue parco. Pero sería ratificado por el siguiente testigo, Alonso de la Fuente Zapata, aportando los detalles de un hombre mayor de sesenta años que conocía a la familia

conosció a Fortuno de Garnica, padre de la dicha doña Juana, hombre hijodalgo, christiano viejo e muy principal e a Mari Pérez de Oma su madre, hija de Pedro de Oma, hijodalgo executoriado y al dicho Hernando de Avilés su marido... hombre principal y tener casa e criados como tal e aderezos de casa y plata que ningún cavallero de toda la tierra le hazía ventaja... con mucha autoridad e con mucha ventaja en el tratamiento de sus personas como de criados e muy bastecidas e muy regalada la dicha su casa de todo lo necesario y de manera que se tenía particular quenta en esta villa de buen término y buen tratamiento que en la dicha su casa avía

Doña Juana de Valederrama, en palabras de otro testigo, el regidor Llanos de Tébar, a la sazón de 53 años, había procurado que su hija María apareciera como mujer principal de cara a sus vecinos

llevándola siempre delante bien aderezada y vestida con escudero e criadas como hija de padres tan onrrados y principales

Otros testigos, personas principales y mayores de la villa, y en algún caso también deudos, defenderían la hidalguía de los Garnica. Entre ellos, Antón Dávalos Jiménez, de sesenta años, que no había sido precisamente amigo de los Garnica en su juventud, y un deudo, anciano de 73 años, Juan Ángel.

Mientras en la Corte, los derechos de los Garnica estaban representados por el procurador Baltasar Romero, que haría llegar al Consejo Real las informaciones hechas en San Clemente. Conseguirá real provisión para la familia el ocho de noviembre, ordenando la puesta en libertad de los Garnica en el plazo de ocho días. La motivación era que el juez ordinario eclesiástico podía, tal como permitía el concilio tridentino, dispensar de las amonestaciones a su libre albedrío. Con esta provisión, llevada a San Clemente, por Diego Palomares, fue requerido el corregidor Benavides el once de noviembre. Eran testigos Francisco de Astudillo y Alonso de Valenzuela. El corregidor, conocedor sin duda del dicho castellano obedézcase pero no se cumpla, atrasó el cumplimiento de la real provisión a que el Consejo Real se pronunciara sobre las informaciones que él mismo había remitido.

Baltasar Romero pediría el 16 de noviembre se diera nueva sobrecarta para la soltura de sus partes. Se unía a la petición, la querella que, contra el corregidor, presentaba ante el Consejo Real el propio don Jorge Mendoza, que se quejaba de su prisión, que ahora, en condiciones menos benignas, se había trasladado a la casa del ayuntamiento bajo custodia de un alguacil. El Consejo Real decidirá la libertad de los detenidos el 18 de noviembre. Esta vez el corregidor Juan de Benavides cumplirá la orden. A la casa de Juana de Valderrama, acudirá el joven Jorge de Mendoza en busca de la compañía de su esposa María. Poco les duró la felicidad a la pareja, pues hasta allí mandó el corregidor un alguacil para sacar a don Jorge, pues el auto del Consejo Real en modo alguno toleraba la cohabitación de los recién casados sin amonestaciones ni él corregidor estaba dispuesto a permitir tal escándalo público.

Además, el auto del Consejo Real excluía de la libertad a Gaspar de Garnica. Sin duda lo comprometido que había estado el joven en el matrimonio, trayendo a San Clemente a don Jorge de Mendoza, pesaba en su contra; aunque creemos que no tanto como su actitud díscola ante el corregidor, que le profesaba especial inquina, poco dispuesto a tolerar los desacatos de un regidor por joven e inexperto que fuera. Don Juan de Benavides lo tenía, en palabras de su madre,

entre galeotes, haciéndole otras muchas molestias, costas y vejaciones

En la cárcel pública de San Clemente permanecería seis meses Gaspar de Garnica, víctima de la enemistad y obcecación de Juan de Benavides y Mendoza. Y cuatro meses más, contados desde el uno de diciembre, mantendrían su pleito los Garnica.




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*Se puede ver una genealogía bastante acertada de los Oma y Garnica en el blog que abajo detallamos sobre el apellido Granero, aunque ponemos en duda algunas fechas, es destacable la presencia de familias vascas como los Oma en relación con la construcción de edificios religiosos y civiles en la zona.
http://apellidogranero.blogspot.com.es/2011_11_24_archive.HTML



(Imagen): Luis de SALAZAR: Árboles de costados de gran parte de las primeras casas de estos reynos, cuyos dueños vivían el año de 1683. Imprenta de Antonio Cruzado. 1795. Universidad de Laussane, pág. 171. (Donde aparece el apellido Osma, se corresponde con Oma)














AGS. CRC, 434, 7.  El corregidor de San Clemente, Juan de Benavides y Mendoza, contra Jorge de Mendoza, hijo de Iñigo López de Mendoza, y María Garnica Avilés, porque se casaron sin amonestaciones. 1593

jueves, 28 de abril de 2016

Cómo los Garnica entroncaron con la Grandeza de España (1593): la excomunión del doctor Tébar

Doña Juana Valderrama, a quien su marido Hernando de Avilés, había dejado como curadora y tutora de sus hijos Gaspar y María, no estaba dispuesta a que las diligencias del corregidor para anular el matrimonio de su hija con don Jorge de Mendoza dieran su fruto ni mucho menos a que su hijo Gaspar siguiera en la cárcel pública. Por eso, con fecha  25 de octubre encargó su defensa ante el Consejo Real a dos letrados de prestigio de la villa, el doctor Pedro Alonso de Arce y el licenciado Alonso González de Santacruz. El primero, que era un médico de prestigio en la Corte, pronto delegaría su poder en el procurador Baltasar Romero. Al mismo tiempo se recurrió a la jurisdicción eclesiástica del provisor del obispado, doctor Rueda, que mandó le remitieran las actas del matrimonio que obraban en poder del notario de San Clemente, el presbítero Cristóbal de Iranzo. Mientras el corregidor Juan de Benavides y Mendoza seguía inflexible; un mes después de los hechos, tal como atestiguaba el escribano Gaspar Llanos, mantenía encerrado en la cárcel al joven licenciado Gaspar de Garnica.

Don Jorge de Mendoza, era hijo de Iñigo López de Mendoza y natural de la villa de Uclés.
Había conocido a María de Avilés a través de su hermano Gaspar de Garnica, que estudiaba en Alcalá de Henares junto a Jorge de Mendoza. Se había presentado en la villa de San Clemente el 29 de septiembre, pero aún esperaría hasta el cinco de octubre para casarse con doña María de Garnica y Avilés. Los días que transcurrieron entre las dos fechas los aprovechó para obtener mandamiento del juez ordinario del obispado de Cuenca, doctor Rueda, que le autorizara al casamiento. Alegaba don Jorge que no podía esperar a las tres amonestaciones preceptivas, porque sus deudos se opondrían maliciosamente al matrimonio si se alargaban los trámites. Conseguiría la licencia del matrimonio, condicionada a que no cohabitase con la novia hasta no cumplir con las necesarias amonestaciones, relegadas al momento posterior al acto sacramental. El mandamiento del provisor ordenaba al doctor Tébar celebrar el matrimonio, que se aseguró bien de guardar las formas, examinando a los testigos, Antonio de Oma Zapata y Gaspar de Garnica, advirtiendo a los novios de la disparidad de condición social,

que mirase que era noble y generoso, que podía ser uno de los grandes de España y que todas estas calidades le faltaban a la dicha doña María de Avilés

de su libertad para contraer matrimonio y de evitar la cohabitación de momento y asegurándose que la ceremonia matrimonial fuese pública, abriéndose las puertas de la casa de doña Juana Valderrama.

que los matrimonios no se hacen a puerta cerrada sino muy abiertas y que lo sepa Dios y todo el mundo y no solamente los de los aposentos, sino los de la calle y llamen testigos e ansí luego mandó abrir las puertas

Es de destacar la premura con la que el corregidor iniciará las averiguaciones, desde el mismo momento del casamiento; pero también la celeridad, 20 de octubre, con que el Consejo Real pide le sean remitidos los autos del corregidor e inicie informaciones de testigos para saber lo acaecido. Pronto las tomas de declaraciones dejan bien definidos dos bandos en el pueblo. En el primero, se sitúan los Garnica, los Oma y el doctor Tébar, junto a otras figuras menores del momento. En frente, los vecinos principales del pueblo se ven obligados a tomar partido a favor o en contra del cura. El número de enemigos era mayor que el de amigos.

La declaración tomada al doctor Tébar por el corregidor Juan de Benavides fue agria. Intentaba demostrar el corregidor el poco celo religioso del doctor Tébar, que había celebrado el santo sacramento con testigos que eran parientes de la novia y del propio cura, de modo secreto (¿Cuántos testigos pasaron al abrir las puertas?, preguntó con malicia el corregidor) y estando excomulgado. El doctor Tébar se negó a contestar y también a firmar su declaración. No se detendría el corregidor que inició una serie de declaraciones para demostrar que el cura no era quién para celebrar un matrimonio estando excomulgado.

El corregidor tomaría declaración al sacristán de la Iglesia de Santiago, Millán Martínez, que con apenas un mes en el oficio, reconocería saber de la excomunión del cura Tébar. A continuación se consultó en la iglesia la tabla de memorias donde se asentaban los nombres de los excomulgados; allí aparecía el nombre del cura junto a otros vecinos, socios suyos, con la fecha del 25 de septiembre como día de la excomunión. Desde esa fecha tenía prohibido decir misa y administrar los sacramentos. La excomunión por el ordinario de Cuenca tenía su origen en la irregular administración del cura Tébar de la administración de las rentas eclesiásticas, que había dejado de ingresar en el obispado de Cuenca, y la pena se había aplicado también a sus fiadores. Curiosamente, algunos de estos fiadores aparecen también como aliados del cura en el expediente promovido contra su sobrino el licenciado Herriega quince años después. Entre ellos, Francisco Carrera, padre del dicho licenciado, o Miguel Cantero. El escribano del ayuntamiento Martín de la Cámara daría fe

que un hombre de Cuenca abía venido e traya un braço seglar contra el dicho doctor Tébar.

Los testigos, sacristán y socios, reconocerían lo que había negado el cura: el doctor Tébar no sólo no decía misa sino que tenía prohibido acudir a ella.

El corregidor, demostrada la incapacidad del cura para administrar el sacramento del matrimonio, iniciaría su particular cruzada. Esta vez se trataba de acumular testimonios de las personas principales contra el clérigo. No todos declararon contra él.


                                                                                                      (continuará)




AGS. CRC, 434, 7.  El corregidor de San Clemente, Juan de Benavides y Mendoza, contra Jorge de Mendoza, hijo de Iñigo López de Mendoza, y María Garnica Avilés, porque se casaron sin amonestaciones. 1593

martes, 26 de abril de 2016

Cómo los Garnica entroncaron con la Grandeza de España (1593)

Don Jorge de Mendoza, nieto y hermano de Marqués de Mondéjar, joven de 18 años, se presentó un veintinueve de septiembre de 1593 en la villa de San Clemente; seis días después a las nueve de la noche se casaría con María, la hija de Juana de Valderrama, viuda de Hernando de Avilés, que vivía en la ya entonces llamada plazuela de Astudillo, antes que esta familia adquiriera notoriedad en la villa. Provisto de un mandamiento del provisor del obispado de Cuenca que autorizaba su casamiento con la hija de Juana, María de Garnica y Avilés, estaba dispuesto a formalizar en contrato matrimonial lo que sin duda eran auténticos sentimientos de amor hacia la joven María, mezclados de la fogosidad  propia de la edad. La familia del joven, Grandes de España (el grupo nobiliario de mayor prestigio social y acceso a la Corona) era, por supuesto, desconocedora de lo que estaba pasando aquella noche de San Miguel en la lejana villa manchega.

El matrimonio se celebraría, siendo el sacerdote oficiante el doctor Tébar. Don Cristóbal de Tébar es conocido como el inmaculado cura que fundó el Colegio de la Compañía de Jesús en la villa de San Clemente, pero cada vez que nos aproximamos a su figura, nos aparece como un hombre muy comprometido con su tiempo, y con los bienes materiales. Ese día de San Miguel, que casó a los dos jóvenes enamorados, Jorge y María, no se encontraba en la mejor situación en la comunidad eclesiástica. Dicho sin rodeos, el doctor Tébar se encontraba excomulgado por un asunto turbio relacionado con la administración de las rentas eclesiásticas.

Pero la familia Mendoza no estaba dispuesta a aceptar un matrimonio que por la condición de los contrayentes era, en palabras de la época, de gran disparidad:  no era imaginable que un joven emparentado con los Grandes de España casará con la hija de un hombre pechero y llano y una humilde mujer, cuya nobleza no era pareja a su posición social. Además, en el pueblo estaba presente el corregidor don Juan de Benavides y Mendoza, dispuesto a desbaratar tal despropósito matrimonial. Actuando como confidente de los Marqueses de Mondéjar, intentó compaginar su actuación legal para invalidar el matrimonio con el papel de un actor más implicado en este vodevil. Tal como comunicaba el corregidor al Marqués de Mondéjar el día 9 de octubre de 1593, en su apreciación, el matrimonio de los dos jóvenes era una confabulación de curas, emparentados con los Garnica y los Oma:


El día de San Miguel que se contaron 29 del pasado vino a esta villa (de San Clemente) don Jorje de Mendoza, hijo de Yñigo López de Mendoza en compañía de un Gaspar de Garnica, vezino della, el qual a lo que yo he podido alcançar le deuió de engañar y persuadir con sus deudos a que se casase con una hermana suya y para haçerlo ganaron liçençia con secreto del probisor de Cuenca para desposarlo como lo hiçieron sin que se hiçiesen las amonestaçiones que manda el Santo Conçilio y ymagino que ayudaron a este negoçio que tan mal a pareçido en esta tierra: en Cuenca el dotor Martín de Garnica, canónigo, y aquí el dotor Tébar, cura desta villa, y Tristán de Pallarés, clérigo, por ser deudos y amigos

El corregidor ampliaba la trama denunciando a Antonio de Oma Zapata, primo hermano de la viuda Juana de Valderrama, que por entonces vivía en Belmonte, bajo la protección del marqués de Villena. Asimismo informaba que había mandado encerrar con grillos en la cárcel de la villa al principal inductor del matrimonio, Gaspar de Garnica, hermano de María de Garnica, mientras que mantenía en arresto domiciliario a la novia y a su madre. El joven don Jorge de Mendoza quedaba confinado en la casa del corregidor a espera de que se aclarasen los hechos.

A pesar de las diligencias del corregidor, el matrimonio se consolidaría y María de Garnica y Avilés, quedaría convertida en la esposa de don Jorge Mendoza, marqués de Agrópoli desde  1617. Su hermano, Gaspar de Garnica, superando el amargo contratiempo de la prisión, llegaría a ser prior y canónigo de la catedral de Santiago y consultor de la Suprema del Santo Oficio. El doctor Tébar se convertirá en benefactor de la villa con su legado jesuítico y los Oma volverían desde Belmonte a su villa natal de San Clemente para convertirse en una de las principales familias del pueblo.

Pero a nosotros nos interesa el incidente del matrimonio para conocer un  poco más del San Clemente de 1593.

                                                    (continuará)


AGS. CRC, 434, 7.  El corregidor de San Clemente, Juan de Benavides y Mendoza, contra Jorge de Mendoza, hijo de Iñigo López de Mendoza, y María Garnica Avilés, porque se casaron sin amonestaciones. 1593

miércoles, 13 de abril de 2016

Pedro de Oma Arteaga

Don Pedro de Oma vecino y originario de la villa de San Clemente, casado con Doña María Conexero y Noguerol, natural de la ziudad de Cuenca.

Padres del dicho Don Pedro de Oma: Don Antonio de Oma Zapata, natural de la villa de San Clemente, y Doña Madalena Zaluid, natural de la villa de Alarcón.

Abuelos paternos de Don Pedro de Oma: Don Martín de Oma y Doña Juana de la Fuente, naturales y vecinos de San Clemente.

Abuelos maternos del dicho Don Pedro: Domingo de Zaluid y Doña Ana de Valderrama, vecinos y naturales de la villa de Alarcón.

Padres de la dicha Doña María Conexero y Noguerol. Eugenio Conexero y Doña Ana Noguerol, vecinos y naturales de la ziudad de Cuenca.

Abuelos paternos de la dicha doña Maria: Paulo Eugenio Conexero y Theresa de Pedraza, vezinos y naturales de la ziudad de Cuenca

Actos positivos por parte de Antonio de Oma, padre del dicho Don Pedro, familiar del Santo Oficio. Don Gaspar de Garnica, prior y canónigo de Santiago de Galicia, consultor de la Suprema, y Doña María de Mendoza, mujer del marqués de Agrópoli, familiar del Santo Oficio y Caballero de la Orden de Alcántara, sobrina del dicho Don Gaspar, hija de una hermana suia, y el dicho prior es primo segundo del dicho Don Pedro por el apellido de Oma y asimismo son de una sangre de abuelos abajo por el apellido de Valderrama y Granero con dicha doña Madalena Çaluid, madre del pretendiente, y en todos los apellidos con dicha doña Madalena. Doña Mariana de Valençuela, mujer de Don Alonso de Valençuela, familiar del Santo Oficio, prima hermana del pretendiente por las madres y por parte de Doña Juana de la Fuente, abuela paterna del dicho pretendiente


Real Academia de la Historia — Signatura: 9/327, fº 209 v. a 212. Signatura antigua: D-53, fº 209 v. a 212.  Certificación de la genealogía y extracto de pruebas de Pedro de Oma, vecino y originario de San Clemente (Cuenca), y de doña María Conejero Noguerol, su mujer, presentadas por el nombramiento de aquél de familiar del Santo Oficio. [Manuscrito]



Pedro de Oma y Loiola casó con Juana de Valderrama Granero de Heredia

    -Doña María de Oma casó con Fortún de Garnica Chavarri, veedor general de la escuadra de Guipúzcoa
             -Doña Juana de Garnica casó con don Fernando de Avilés de San Clemente
                           -Doña María de Garnica y Avilés casó con don Jorge de Mendoza, marqués                         Agrípoli
                                     
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Don Pedro de Oma Arteaga, familiar del Santo Oficio y regidor de San Clemente casó con doña María e Pedraza
     -Don Eugenio de Oma, cauallero de Santiago, rexidor y natural de San Clemente, casó con doña Ana Antonia de Haro y Buedo, natural de Bara de Rey
     -Don Antonio de Oma, cauallero de San Juan, dejó el áuito y casó con....
              -Don Pedro Manuel de Oma casado con doña Josepha López de Haro



Real Academia de la Historia — Signatura: 9/309, fº 63 v. — Signatura antigua: D-34, fº 63 v. Tabla genealógica de la familia de Oma, vecina de San Clemente (Cuenca). [Manuscrito]

martes, 2 de febrero de 2016

Genealogía de los Oma de San Clemente

                                                                        





Ascendencia paterna de Eugenio de Oma (San Clemente)

                                                                            (Cruz)

                                                                            señor

En cumplimiento de lo que V. A. fue seruido de mandarnos por su real prouisión que viene por cabeça destos autos en orden a haçer las informaciones de nobleça limpieça y de mas calidades de don Eugenio de oma pretendiente del auito de Santiago, atendiendo a la genealogía que presento en nombre suio el padre Joseph de oma de la compañía su tío hermano de don pedro de oma su padre i conformándonos con ella, auiendo echo primero el juramento el uno al derecho de haçer información según dios i orden i que no hauía impedimento que lo escusase dimos principio a ella, i por constar que el pretendiente i su abuelo paterno Antonio de oma hera i auía sido dicho su abuelo natural de la uilla de san clemente, examinamos en ella veinte i quatro testigos cuias disposiciones vienen en la información sin otros muchos que examinamos en voz, los quales uniformemete i sin diferencia alguna tiene ser dicho pretendiente natural de san clemente i de hedad de veintiséis años como pruébase con la fee de su baptismo que se alla fojas treinta i la califica el libro original que tenemos que es el instrumento 1º a fojas catorce que viene siñalada y rubricada , conuienen que don pedro de oma su padre es natural de la villa de velmonte i que su abuelo paterno Antonio de oma auía sido natural de san clemente sin que ninguno dudase en lo contenido hicimos diligençias exactas para buscar el libro de su baptismo no pudo allarse por raçón de que los libros que pareçieron en el archiuo de la parrochial de san clemente heran mui modernos i la causa de no hallarse otros más antiguos auía sido de auer estado en poder de un teniente teniéndolos en su casa i que vino una inundación con que se perdieron con otras muchas alajas de las casas, motiuo que obligó a que en la iglesia se hiçiese un archiuo para custodia de dichos libros, mas compruébase auer sido natural de dicha villa dicho Antonio de oma por un testimonio autenticado de la santa inquisición de Cuenca que es el instrumento 2º, dichos testigos disponen sin diferencia ni duda alguna con el pretendiente don pedro de oma su padre y Antonio de oma su abuelo paterno i fundados en noticias ablan con toda estimación de todos los expresados en la genealogía conformándose en todo a ella ser legítimos de legítimo matrimonio nacidos i procreados sin que ninguno dellos toque género de vastardía ni ilegitimidad alguna, limpios cristianos viejos sin nota ni mancha de moro judío ni conuerso en todo grado por remoto i apartado que sea sin que en tiempo alguno se aia dicho ni entendido que ninguno dellos ni otro de sus ascendientes dentro ni fuera del quarto grado aia sido preso ni penitenciado por el santo oficio de la inquisición de Cuenca consta por caso graue ni ser fundando suscribir en el común crédito i asentada opinión con que los susodichos auían estado tenidos i reputados en aquella villa como por sauer que en crédito de su limpieça tenía el pretendiente el auer sido Antonio de oma su abuelo paterno familiar del santo oficio de la inquisición de cuenca consta por ser así por un testimonio de dicha inqusición que es el instrumento 3ª i que actualmente lo era don pedro de oma su padre i oficial de la santa inquisición suprema verificado el instrimento 2º  ia mencionado, Don Antonio de oma hermano de padre del pretendiente es cauallero de la orden de san joan de justiçia asimismo califican la calidad de su nobleça de el pretendiente padre i abuelo paterno del motiuo que les asiste para crédito es el auer uisto i entendido que los dichos en aquella villa se an conseruado con los créditos de notorios hijosdalgo de sangre i no de priuilegio sin que se aia dudado en lo contrario i como tales an goçado i an sido admitidos para la obtención de la uara de alcalde de la hermandad i ser votos para elegir que es el acto distintiuo que tiene aquella villa para la diferencia de estados i se comprueba ser así por el cuaderno original que traemos de las elecciones de la uara de alcalde de la hermandad que es el instrumento 4º in fojas çinquenta i tres se alla puesto don Eugenio de oma, a fojas sesenta i cinco don Antonio de oma su hermano a fojas sesenta i nuebe a la buelta se alla don pedro de oma arteaga como de estar por el estado de los hijosdalgo, a fojas diez i nuebe a la buelta se allan puestos por hijosdalgo don pedro de oma arteaga i don Antonio i don Eugenio sus hijos i porque dichos testigos disponen que por ser notorios hijosdalgo a dicho don pedro de oma les admitan la çédula para dejar de pagar un cuarto en cada libra como los demás hijosdalgo examinamos a los oficiales de la carne e pescado i dijeron ser así pero que las çédulas en toda quenta se rompían, califican dicha nobleça en el acto de ser don Antonio de oma hermano de padre del pretendiente cauallero de la orden de san joan de justiçia, i con la executoria de nobleça que nos entregó don pedro de oma padre del pretendiente que va inserta información, la qual admitió la villa de san clemente como consta de dicha executoria i que toque al dicho don pedro parece se comprueba por la genealogía que presentó en la inquisición generan en la ocasión que se hiço familiar que es el instrumento 2º arriua referido de forma que todos los testigos examinados en la villa de san clemente de poner en crédito de las calidades del pretendiente teniéndolos por de los primeros de aquella villa i como tales se auían portado i se portauan el pretendiente i su padre con todo lustre i deçençia viniendo de sus rentas i hacienda sin ser mercaderes ni caminadores ni exerçer ofiçio vil ni mecánico ni otro indecente constare estas diligençias desde el folio 1º hasta el de 32=



Ascendencia materna de Eugenio de Oma en Cuenca

En la genealogía de don pedro de oma se expresa ser natural de alarcón como dicha doña magdalena zalbid su madre que es el instrumento 2 i continuando dicha información pasamos a la ciudad de cuenca naturaleça de doña maría conejero noguerol la de pablo Eugenio conejero de pedraça y la de ana noguerol madre i abuelos maternos de este pretendiente, en dicha ciudad examinamos veinte i quatro testigos cuias deposiciones vienen escritas i otros muchos en voz conuienen sin discrepar ninguno como los susodichos son i fueron naturales de dicha ciudad compruéuase su verdad por las fees de baptismos que se allan en los libros siguientes que vienen originales, en el libro de los baptismos de la parrochia del señor san Andrés a fojas diez i nuebe a la buelta rubricada i señalada se alla baptiçada la madre del pretendiente es el instrumento 6, en otro libro de la parrochia de santa cruz de cuenca instrumento 7 se halla la partida de su baptismo de doña ana noguerol abuela del pretendiente= en otro libro instrumento 8 de la parrochia del señor san salvador de cuenca se alla la partida de la fee del baptismo de Eugenio conejero i pedraça abuelo de dicho pretendiente, dichos testigos sin diferencia ni duda alguna deponen ser los susodichos legítimos de legítimo matrimonio nacidos i procreados limpios sin mezcla ni mancha de moro judío i conuerso en todo grado por remoto i apartado que sea i sin penitencia del santo oficio pública ni secreta fundar sustentar demás del autoridad i común estimación con que an estado tenidos i reputados en todo tiempo por tener in crédito de su limpieza el ser don pedro de oma padre del pretendiente  familiar del santo oficio calificando a su mujer doña maría conejero noguerol don pablo conejero noguerol hermano de la dicha doña maría fue también familiar de la santa inquisición de cuenca, doña mariana conejero noguerol hermana entera de los referidos dejó por su hijo legítimo a don joan valle de Velasco cauallero que es oi de el áuito de calatraua i primo hermano del pretendiente, don francisco Eugenio conejero i pedraça cauallero de la orden de Santiago y capellán actual de honor de su magestad, don Antonio conejero de pedraça su hermano receptor de la santa inquisición de cuenca son primos terceros por su varonía conejero de el pretendiente confiesa el parentesco dicho don Antonio de pedraça testigo examinado folio sesenta i una a la buelta, asimismo afirman destos testigos ser el pretendiente por la línea materna doña maría conejero noguerol e su abuelo Eugenio conejero noguerol hijosdalgo notorios de sangre según fuero i costumbre de España i no de priuilejio i la raçón que las asiste para crédito demás del autoridad crédito i reputación con que se a conseruado la familia conejero en la común aceptación de cuenca sin cosa que suponga a este buen nombre, lo califican por más entendido i ser público que se allaron pablo Eugenio de pedraça i su hijo don pablo conejero de pedraça abuelo i tío del pretendiente en las copias de los caualleros hijosdalgo que es el acto distintiuo que ay en dicha ciudad, compruébase este sentir con la partida que se alla a fojas 249 de el libro de los fechos i negocios de el ilustre aiuntamento de la ciudad de cuenca que es el instrumento 9º, se alla lo siguiente este día se mando sentar en la copia de los hijosdalgo de esta ciudad a Eugenio conejero de pedraça por tal hijodalgo como lo están pablo Eugenio conejero su padre Eugenio conejero de mariana su abuelo, i a la fojas 476 de dicho libro rubricada la partida se alla puesto en las copias de los hijosdalgo Eugenio conejero de pedraça i en dicho libro a fojas 321 a la buelta se alla puesto por hijodalgo Eugenio conejero de pedraça, i en otro libro forrado en pergamino blanco con sus botones que en la cubierta de dicho libro dice libro de copias de la ciudad de cuenca desde el año 1594 hasta el de mil 642 se alla puesto a fojas tres Eugenio conejero de pedraça es instrumento 10=
I en otro libro de copias que es el instrumento 11 que empieza desde el año del 1640 a foja primera de dicho libro a la buelta se alla esta partida en el aiuntamento que tubieron los señores justicia y regimiento de la ciudad de cuenca sentar i escribir en este libro de copias de hijosdalgo por tales caualleros de hijosdalgo el señor don pablo de pedraça noguerol regidor desta ciudad y a don Alonso noguerol de pedraça su hermano como lo están Eugenio de pedraça conejero su padre i pablo Eugenio conejero su abuelo demás de los actos referidos conforman dicha nobleça con el áuito de calatraua de don joan valle de Velasco primo hermano de el pretendiente i el de don françisco Eugenio conejero cauallero del orden de Santiago ia arriua mencionados

i aunque es verdad que en la genealogía consta que el abuelo materno de el pretendiente se llamaua pablo Eugenio conejero i los testigos lo deponen así i en los libros de las copias no parece allarse más que Eugenio conejero se da a entender ser falta de noticia de quien dio la genealogía i equiuocación con su hijo don pablo noguerol hermano de la madre del pretendiente i no alcançar a conocer dichos testigos el dicho eugenio conejero de pedraça por auer muchos años años que murió supuesto que en la fee de su baptismo que es el instrumento 8º no se halla más que Eugenio= i en el testamento que hiço con su mujer doña ana noguerol en el qual a instituido por sus herederos a la madre de el pretendiente a don pablo i doña mariana noguerol i otros hermanos se firma Eugenio conejero de pedraça viene original que es el instrumento 12=


Don Antonio de Oma y el Marqués de Villena

por quanto en la genealogía consta i contextan los testigos examinados en la villa de san clemente que don pedro de oma padre del pretendiente es natural de la uilla de velmonte fuimos a ella i examinamos ocho testigos que de conocimiento deponen auer nacido en dicha villa i baptiçádose en la colegial della conformase esta verdad en la fee de su baptismo que viene en el libro original de dicha iglesia que es el instrumento 13 en la foja señalada, dichos testigos deponen con todo crédito i estimación de la legitimidad limpieça y nobleça i actiones personales no sólo de el dicho don pedro de oma padre del pretendiente sino de sus padres Antonio de oma i doña magdalena de Zalbid  a quienes conocieron de vista trato i comunicación teniendo el dicho Antonio de oma por natural de san clemente y a su mujer doña magadalena de zalbid de la villa de Alarcón con la qual casó de segundo matrimonio porque antecedentemente auía casado en velmonte con una fulana monrreal deuda mui próxima de don francisco ramirez de Monreal cauallero de la colegial desta villa en la quual estubo tenido dicho Antonio de oma por limpio i por mui hijodalgo notorio de sangre siendo de lo primero en el porte ilustre i por serlo el excelentísimo marqués de Villena lo hiço alcaide de la fortaleça su maiordomo dándole los oficios decorosos de la república como son los de alcalde ordinario i aunque es verdad que en la villa de velmonte no ai distinción de estados ni la auido de inmemorial a esta parte se conocen muy bien los hijosdalgo i los atienden como a tales demás que el dicho Antonio de oma tenía su carta executoria i si la presento sería para manifestar su nobleça como otros muchos lo an echo, pero no por esto constituie acto distintivo i concluien que don pedro de oma padre del pretendiente en el tiempo que asistió a su padre Antonio de oma se portó con todo lustre i decencia sin ocuparse en exercicio menos decoroso .....
velmonte, 30 de nobiembre  de 1674

(informe elaborado por don Rodrigo de Ortega, señor de Villar de Cantos, y el doctor Espejo)


AHN. ÓRDENES MILITARES. CABALLEROS DE SANTIAGO. EXP. 5906. Eugenio de Oma. 1674



Enlace relacionado

http://bibliotecadigital.rah.es/dgbrah/es/consulta/resultados_busqueda.cmd?id=5022&materia_numcontrol=&autor_numcontrol=&posicion=3&presentacion=mosaico&forma=ficha

Real Academia de la Historia (RAH). Salazar y Castro. Signatura: 9/327, Signatura antigua: D-53, fº 209 v. a 212. Los fº 213 a 215, último de este volumen, están en blanco. Certificación de la genealogía y extracto de pruebas de Pedro de Oma, vecino y originario de San Clemente (Cuenca), y de doña María Conejero Noguerol, su mujer, presentadas por el nombramiento de aquél de familiar del Santo Oficio. [Manuscrito]

lunes, 2 de noviembre de 2015

Linajes de San Clemente: Origüela, Valenzuela, Araque, Oma, Granero, Garnica y de la Fuente

Linajes de San Clemente según el manuscrito 3251 de la Biblioteca Nacional de España. Se aporta una relación de linajes de San Clemente según el licenciado Juan de Villanueva Merchante, comisario de la Inquisición, que vivió a mediados del siglo XVII. La veracidad de las ascendencias hay que tomarlas con cierta prudencia, conociendo la relativa sinceridad de nuestro licenciado en el expediente de hidalguía de Francisco de Astudillo, aunque aquí se guía por las ejecutorias de hidalguía de las diferentes familias; las cuales, por supuesto, bien se guardarían de forjarse un pasado glorioso.



Mi señora doña María de Valderrama natural de la villa de San Clemente, casó con el señor don Jorge de Mendoça, marqués de agrópoli, hermano del marqués de Mondéjar, su cuñado de dicha doña María fue hermana entera de fray Fernando de Garnica, religioso agustino de don Gaspar de Garnica, calificador del Santo Oficio y prior de la Iglesia del Sr Santiago en Galicia y de doña Gerónima de Valderrama, monxa franciscana en San Clemente y fueron hijos legítimos y de legítimo matrimonio de Fernando de Avilés y de doña Juana de Valderrama, naturales de la dicha villa de San Clemente, a quien este que escriue conoció algunos años que dicho Fernando de Avilés tubo por hermano a el bachiller Gonçalo de Avilés, legista que casó en Montalbanejo cinco leguas de San Clemente con doña Isabel Xaraba que no tubieron sucesión y a Andrés González que casó en Velmonte con Catalina Inés de Molina, segundo en el Probencio con Francisca Ruiz, tercero en San Clemente con Quiteria Ximénez y dicho Fernando de Avilés y tres hermanos referidos fueron hijos de Gonçalo de Origüela, natural de San Clemente, y de Francisca Fernández de Valençuela, natural de la villa del Castillo, vivieron en San Clemente y dicho Gonçalo fue hermano de Hernán Gonçález de Origüela, presbítero, y de Alonso de Origüela, que murió en la guerra, y

domingo, 4 de octubre de 2015

Eugenio de Oma y Conejero y la riada del río Rus

El expediente de obtención del hábito de Santiago de Eugenio de Oma y Conejero nos interesa por dos motivos. El primero, lógicamente, por darnos a conocer a esta familia. En segundo lugar, por la mención que hace de un hecho de sobra conocido en la historia de San Clemente: la riada del año 1.600. El juez pesquisidor, y valedor del pretendiente, fue Rodrigo de Ortega, señor de Villar de Cantos.
Eugenio de Oma y Conejero tenía por padres don Pedro de Oma, natural de la villa de Belmonte, y doña María de Noguerol, natural de la ciudad de Cuenca. Sus abuelos paternos eran Antonio de Oma, natural de San Clemente y doña María Magdalena de Zalbid, natural de la villa de Alarcón. Sus abuelos maternos eran Pablo Eugenio Conejero y doña Ana de Noguerol, naturales de la ciudad de Cuenca.
Los ancestros paternos de la familia eran de San Clemente. Ya tenemos noticia de un Juan de Oma y Martín de Oma como alcaldes ordinarios en 1553 y 1561. Sin embargo, el padre Pedro de Oma había nacido en Belmonte, aunque volverá a San Clemente donde desarrollará su vida pública y privada. La razón de este nacimiento es que su padre Antonio de Oma había abandonado su villa natal para asistir como mayordomo al marqués de Villena en Belmonte; allí había casado en primeras nupcias con una belmonteña y en segundas con Magdalena de Zalbide, natural de Alarcón.
Al calor de la protección del marqués de Villena llegaría la promoción social, que aprovecharía el hijo de Antonio, Pedro de Oma, al que vemos muy participativo en la vida municipal de San Clemente a mediados del siglo XVII, como regidor de la villa y familiar del Santo Oficio. Tal vez una de las causas del ascenso social de la familia sea la provisión de caballos para el ejército, con la posesión de una yeguada. Tampoco se debe obviar en este ascenso familiar los lazos familiares con los Valenzuela de San Clemente, familiares del Santo Oficio y capitanes de milicia. Pero los Oma se nos presentan en la segunda mitad del siglo XVIII como los grandes propietarios de Tomelloso, siendo el mayor propietario del término con 2328 fanegas y en 1777 posee 6034 cabezas de ganado (1).

Del matrimonio de Pedro de Oma con María de Noguerol nacerían Antonio de Oma, caballero del hábito de San Juan, y Eugenio de Oma, caballero del hábito de Santiago. De Eugenio de Oma, se sacó un traslado de su partida de baustismo para el expediente de Santiago, fechada en 10 de marzo de 1640, su padrino fue Amador de Avalos, y testigos fueron el licenciado Juan de Villanueva y el licenciado Diego de Olivares, comisarios del Santo Oficio, así como el alférez Ginés de Alarcón Peralta. Traemos a colación estos nombres porque todos ellos se nos presentarán como enemigos declarados de Francisco de Astudillo Villamediana en 1641, con motivo de las pruebas de este pretendiente al hábito de Santiago.
También se intentó sacar traslado de la partida de bautismo del abuelo Antonio de Oma, pero no pudo ser. Tal como revelan los pesquisidores del Consejo de Órdenes, hicimos diligencias exactas para buscar el libro de baptismo, no pudo hallarse por raçón de que los libros que parecieron en el archivo de la parrochial de San Clemente heran más modernos e la causa de no hallarse otros más antiguos auía sido de auer estado en poder de un teniente, teniéndolos en su casa que vino una inundación con que se perdieron con otras muchas alajas de las casas, motivo que obligó a que en la iglesia se hiciese un archivo para custodia de dichos libros.
Sabemos que los libros estaban en poder de Juan de Caballón el viejo, teniente de cura que vivía en el barrio de Roma y el año de seiscientos pasó una agua... y destruió la casa con otras muchas.


(1) SÁNCHEZ LÓPEZ, Lorenzo. Los cambios del paisaje en Tomelloso. Estudio de geografía histórica del territorio como estrategia didáctica. Tesis doctoral. Universidad de Castilla la Mancha, 2001, pp. 311 y 442

AHN. ORDENES MILITARES. CABALLEROS DE SANTIAGO. Exp. 5906. Eugenio de Oma y Noguerol. Año 1674