El corregimiento de las diecisiete villas (fotografía: Jesús Pinedo)


Imagen del poder municipal

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EL CORREGIMIENTO DE LAS DIECISIETE VILLAS EN LA EDAD MODERNA (foto: Jesús Pinedo)
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viernes, 7 de octubre de 2022

Obra monacal en 1591

 

CUENCA

 

Monasterio de Ntra. Sra de Loreto de frailes agustinos

9

Monasterio de San Pablo de frailes dominicos

12

El de la Trinidad

24

El de San Francisco

65

El de San Lorº descalzos

8

Colegio de Teatinos

34

Monasterio de monjas de la Concepción de arriba

25

Monasterio de San Pedro el alto

22

Mº Concepción de abajo

40

Mº San Bernardo

35

Mº San Benito

36

PRIEGO

 

Mº de monjas de la Concepción francisca

30

Otro de frailes franciscos

13

Otro de agustinos

6

MOLINA

 

Monasterio de frailes franciscos

40

Otro de monjas franciscas

30

MOYA

 

Monasterio de la orden de San Francisco

11

GARABALLA

 

Monasterio de frailes de la Trinidad

18

CARBONERAS

 

Monasterio de frailes dominicos

31

SAN LORENZO DE LA PARRILLA

 

Monasterio de frailes franciscos

21

CASTILLO DE GARCIMUÑOZ

 

Monasterio de frailes de la orden de San Agustín

14

Otro de monjas agustinas

40

BELMONTE

 

Monasterio de frailes franciscos

50

Colegio de teatinos

20

Monasterio de monjas de Sta. Catalina

44

Otro de la Concepción francisca

20

SAN CLEMENTE

 

Monasterio de frailes franciscos

30

Otro de monjas de Santa Clara

35

Otro de monjas de la Trinidad

15

ALBERCA

 

Monasterio de frailes carmelitas

4

LA RODA

 

Monasterio de frailes de la Trinidad

10

REQUENA

 

Monasterio de frailes franciscos

20

Otro de carmelitas

20

VILLANUEVA DE LA JARA

 

Monasterio de frailes franciscos

16

Otro de carmelitas

9

Otro de monjas de Santa Clara

17

Otro de carmelitas

10

VALVERDE

 

Monasterio de frailes franciscos

16

INIESTA

 

Monasterio de franciscos

30

 

 

 

 

domingo, 18 de julio de 2021

FUNDACIÓN DEL CONVENTO DE CARMELISTAS DESCALZAS DE SAN CLEMENTE

 





Reforma de los Descalzos de Nuestra Señora del Carmen, de la primitiva observancia hecha por Santa Teresa de Iesus... (1683) Giovanni Giuseppe di Santa Teresa (O.C.D.), (1657-1749)
Copia digital. Valladolid : Junta de Castilla y León. Consejería de Cultura y Turismo, 2012-2013
Sign.: [ ]2, [calderón], 2[calderón]6, A-Z6, 2A-2Z6, 3A-3Z6, 4A-4Z6,5A-5C6, 5D8
Portada con orla tip. y escudo calc. de la Orden del Carmen
Texto a 2 col.

lunes, 12 de octubre de 2020

Convento de San José y Santa Ana de Valera de Abajo

 


Se tiene a Ana de San Agustín como fundadora del convento de San José y Santa Ana de Valera de Abajo, que en 1617 se trasladaría a la villa de San Clemente, y a Luisa Carrillo de Alarcón como dotadora de bienes para este convento. El testamento de Luisa Carrillo, además de aportar la hacienda de Valparaíso y Torrejoncillo y otros bienes, se considera a sí misma como fundadora del convento y, en un principio, deja como patrono de las obras pías y memorias legadas a su hermano Fernando Ruiz de Alarcón, señor de Valera de Abajo y la Losa, asimismo nombrado junto a su mujer Catalina de Gaitán Ayala como albaceas testamentarios. El convento ve incrementar sus rentas por la concesión de un juro de 150000 maravedíes, dividido en dos partes, para las monjas del convento y la priora. El cargo de priora y el patronato de dicho convento ha caído para 1615 en poder de la madre Ana de San Agustín, hasta que el año 1617 el patronato del convento recae en manos del nuevo señor de Valera de Yuso, Diego Melgarejo.

El convento se trasladaría el 21 de enero de 1617 de Valera de Abajo a San Clemente por escritura otorgada por su fundadora María Carrillo, con licencia del Padre general de la orden carmelita, nombrándose patrono del convento a don Diego Melgarejo, señor de Valera de Abajo. El nuevo patrón exigió a Ana de San Agustín que entregara su parte del juro de 150000 maravedíes que poseía como priora del convento, que era tanto como decir que dejara su cargo de priora del convento

 

Aunque los grandes beneficiarios poco después serían Juan Pacheco Guzmán y su mujer Elvira Cimbrón, que no debieron ser ajenos a la decisión de trasladar el convento a San Clemente. Recordemos que Elvira Cimbrón recibió la manda testamentaria de fundar el Carmen descalzo en San Clemente de su tío Francisco de Mendoza y que detrás de estos apellidos tan diversos (Pacheco, Mendoza o Cimbrón) se esconden los biznietos y herederos de Hernando del Castillo, alcaide de Alarcón... unos judíos, pues, grandes benefactores de la Iglesia.

 

                                                *****************************

 

Testamento de Luisa Carrillo de Alarcón, de 11 de junio de 1602 (hija de Melchor Carrillo de Alarcón e Isabel de Zuñiga), adopta el nombre de Luisa de Jesús María como monja.

·        Deja dos censos de 500 reales de renta, con un interés de 14 al millar, para dorar y pintar el retablo de la capilla familiar de Valera de Yuso, y acabada esta tarea se gasten en retejar las ermitas de Valera de Yuso y en la sacristía de la iglesia parroquial, y en limosnas para los pobres

·        Lega a su hermano Fernando Ruiz de Alarcón la hacienda de Vaparaíso y Torrejoncillo que comprende un heredamiento, casa, viña y molino, junto a un oficio de escribanía del número, con condición que de un principal de 7020 ducados se emplee en juros con una renta anual de 390 ducados para dotar las siguientes memorias

·        120 ducados para un sacerdote para confesar y predicar a las religiosas del convento

·        110 ducados para otro sacerdote que diga cuatro misas por el alma de Luisa Carrillo

·        El resto para otros dos sacerdotes para diversas misas en el convento y en la capilla mayor de la iglesia parroquial

·        100 ducados anuales para el convento de monjes franciscanos recoletos de Valera de Yuso

·        50 ducados para pobres, viejos y enfermos y mujeres para las Pascuas de Navidad, Resurrección y Espíritu Santo

·        Diez ducados anuales para el hospital de la villa

·        Seis fanegas de trigo y pan cocido para los pobres de Valparaíso de Abajo con motivo de la fiesta de San José

·        Nombra patrón de las memorias a su hermano Fernando Ruiz de Alarcón, al que nombra patrón asimismo del convento de San José y Santa Ana que reconoce haber fundado y dotado, y cuando falte su hermano, los patrones serán los señores de la villa de Valera de Yuso

·        Dos censos a favor del convento: el primero de 157 reales de renta anual contra el bachiller Melchor Granero y contra don Juan Granero, vecinos de Alarcón; el segundo, de 110 reales de renta, contra Juan González, vecino de Pineda.

·        Una viña a favor del convento de 3000 vides en el lugar de Casa Sola, de Valera de Abajo y 36 calmenas

·        Cien fanegas para el alhorí de la villa

·        Otros cincuenta ducados de renta anual de los bienes de Valdeparaíso para el patrón y otros menesteres

·        Se nombra albaceas testamentarios a Fernando Ruiz de Alarcón y su mujer Catalina Gaitán de Ayala

                                                 

                                                                     **********************

 

Carta de venta de juro a favor del convento de carmelitas descalzas de San José y Santa Ana de Valera de Yuso, fundado por doña Luisa Carrillo, 150000 maravedíes anuales de renta cada año para que lo tengan y gocen en esta manera la priora y monjas y convento que al presente son en el dicho convento y las que después de ellas lo fueren en él, los Lxxxiii(mil)cccclvi de ellos subrogados en lugar de Cvii(mil)ccc de juro de a xiiii mil el millar que gozaban situados en las alcabalas de Güete y su partido por carta de preuilegio en caueza de la dicha doña Luisa Carrillo y se les desempeñaron y la madre de San Agustín priora que al presente es del dicho monasterio como patrona de las memorias y obras pías que dexó la dicha doña Luisa Carrillo en la dicha villa y los otros patronos que después de ella lo fueren de ellas de los otros Lxvi(mil)dxliiii restantes para que se gocen y distribuyan en el cumplimiento de las dichas memorias y obras pías por tres quentos que por ellos pagaron en dineros contados a don Balthasar Giménez de Góngora mi Thesorero general.

El juro estaba situado sobre las salinas del Reino de Murcia. Principal: tres cuentos, renta anual, 150000 maravedíes a razón de veinte mil al millar -cinco por ciento de interés-: 83456 para las monjas y el convento y 66544 para la priora Ana de San Agustín (Dada la venta en Madrid, a 19 de abril de 1615 y escriturada en carta de privilegio con sello de plomo en Madrid a 27 días del mes de mayo de 1615). La evolución del juro demostraba la propia realidad de la sociedad y de la hacienda española. El juro, propiedad antaño de un genovés, Ambrosio Espínola, había cambiado de manos por una de tantas quiebras de la hacienda real. Sus nuevos poseedores, los señores de Valera de Yuso desde 1592 eran los nuevos tenedores de la deuda pública, pero el valor de los intereses del juro se había devaluado en un proceso de consolidación de la deuda castellana: de catorce al millar (alrededor de un 7% de interés se había pasado a un 5% de interés). La última fase del proceso de traspaso, como tantos otros, sería una institución religiosa: el convento de San José y Santa Ana de Valera de Yuso.

AGS, CMC, 512, 85

viernes, 21 de febrero de 2020

Palacio de los marqueses de Villena en Bemonte (hoy llamado de Don Juan Manuel) y convento de dominicas

Palacio de los marqueses de Villena en Bemonte (hoy llamado de Don Juan Manuel) y convento de dominicas
Hay asimismo otro convento de monjas de la advocación de Santa Catalina de Sena y de la orden de Santo Domingo, el cual fundó el infante don Juan Manuel en la villa del Aberca, donde estuvo antes que el señor marqués Diego el I (López Pacheco) le trasladó a Belmonte, que se intitulaba de San Ildefonso en la Alberca, para cuya translación estando en Belmonte dicho señor a 14 de marzo de 1502 hizo donación de sus casas palacio, de las que tomó posesión fray Pedro Perú, procurador de la priora y monjas que ya se hallaban en dicha villa de Belmonte como consta del instrumento de dicha posesión.
Dotóle asimismo de 30000 maravedíes, de suerte que mandó situar en las alcabalas de la carnicería de dicha villa y en otra porción de trigo sobre las rentas de Alarcón y le mandó más por su testamento de 10000 maravedíes de juro en cada año para que diga una capellanía de una misa perpetua en su iglesia todos los días.
En dos de agosto de 1535, ante Alonso de Iniesta, escribano, se otorgó escritura de obligación por parte de dicho monasterio para convertir precisamente en las obras y edificios 200000 maravedíes que las mandó el señor marqués don Diego y les había pagado el señor marqués su hijo y a dar cuenta de dicho gasto.
Junto a este monasterio hay otra casa a manera de convento donde residen dos religiosos de la misma orden de Santo Domingo, y el uno es confesor de las monjas y el otro procurador.
Están fundadas en dicho monasterio de Santa Catalina dos cofradías, del Rosario es una la ordinaria que hay en muchas partes y la otra entierra los muertos.
(Descripción del padre Burriel)




BNE, Mss. 13124

domingo, 20 de octubre de 2019

El franciscanismo y la revolución del quinientos

Aquel año de 1511, la Mancha conquense era un lugar de insatisfacción y de oportunidades. El "take off" de las sociedades agrarias se había iniciado a fines el siglo XV, pero bruscamente se había detenido por las crisis alimentarias de comienzos de la centuria. La apuesta de villas como San Clemente por la plantación de majuelos, quizás simple necesidad de dar de beber a una población en crecimiento, allí donde el agua escaseaba o era necesidad compartirla con los animales, había desplazado el trabajo del labrador de los panes a las viñas. El cultivo de trigo se dejó en manos de los grandes propietarios; entre ellos, los Castillo, que alternarán la especulación del pan con las obras de misericordia desde una posición de fuerza. Ellos impondrán el precio del pan inaccesible para los hambrientos y ellos mismos repartirán seiscientas fanegas a la villa de San Clemente para calmar el hambre. El pan lo sacan de sus tierras de Perona, pero también de la maquila de sus molinos del Júcar; auténtica exacción feudal sobre los campesinos que cultivan las tierras cerealistas a un lado y otro del Júcar, bien en los campos nuevos de Sisante, bien al sur de Villanueva de la Jara. Campos que se han puesto en cultivo con los "inputs" adquiridos por el dinero a censo que prestan los Castillo. Esta es una familia conversa, pero no son los únicos judíos que pululan por la zona. Desde el final de la guerra del Marquesado, las rentas reales y su arrendamiento están en manos de familias judías, luego, con la expulsión convertidas, pero, en cualquier caso, con factores, conversos y cristianos, en la comarca, que actúan como recaudadores y comerciantes,... y prestamistas que ayudan a levantar las nuevas haciendas agrarias.

Es en esta sociedad endeudada, que comienza a levantar el vuelo, la que se ve azotada por la carestía, y la especulación, a la muerte de la Reina Católica. Es una sociedad rota, donde falta el pan y la carne que podía sustituirlo está en manos de unos pocos ganaderos con cientos o miles de cabezas de ovejas y cabras. Ellos también harán fortuna de la necesidad ajena; como la harán aquellos carreteros de Iniesta que bajan hasta el Campo de Calatrava, aunque hoy nos resulte difícil imaginar el beneficio sacado de un viaje de cientos de kilómetros con carretas, vadeando ríos y recorriendo caminos embarrados. Estos carreteros, obligados a comprar el trigo al precio de la pragmática de granos de 1502, a 110 maravedíes la fanega, lo vendían a doble de precio una vez llegados a Iniesta. Es también una sociedad traicionada; una sociedad que buscó la justicia social con el nombramiento de procuradores síndicos y diputados del común y que ve como estos aprovechan su integración en el poder municipal para medrar económicamente. Tal es el caso de Antón García, héroe de la guerra de Granada, instalado de San Clemente, desde su procedencia de la villa de Iniesta. Los agricultores sanclementinos verán en este valeroso caballero el adalid de la defensa de sus intereses frente a los ganaderos; Antón García, sin embargo, tejerá una red de amistades y complicidades, al calor de los recaudadores de rentas y los gobernadores del Marquesado, para hacerse con una hacienda de viñedos en el camino hacia El Provencio, que le convertirá en una de las personas más ricas de la comarca.

Mientras unos pocos triunfan, otros fracasan. Los fracasados, hambrientos y debilitados, mueren, cuando en el paso de los años 1507 a 1508, llega la peste. No hay remedio para esta epidemia, que no sea le cerrar las villas y, si aún así el mal pasa, escapar. Es lo que hacen los ricos, como los Castillo, que huyen de San Clemente a Vara de Rey, a comienzos de 1508, y también los campesinos: los vecinos de Torrubia, aldea del Castillo de Garcimuñoz, se van del pueblo; únicamente tres personas quedaran de las cuarenta familias que habitan el pueblo.

La carestía y la peste arruinan los pueblos, pero son el acicate que provocará la revolución y el despertar de los mismos. Los hombres deambulan de un lugar para otro; unas veces, de la necesidad y de la enfermedad, otras, de la opresión señorial de los señores de El Provencio, Santa María del Campo o Minaya. Sin saber donde ir, acuden sobre todo a la villa de San Clemente. Van en busca de oportunidades, pero también de solidaridad. ¿Por qué la han de encontrar en la villa de San Clemente? La respuesta es que desde 1503 unos cuantos franciscanos, participando de los ideales de pobreza y austeridad de la reforma cisneriana de la orden, han actuado como elemento de cohesión de una sociedad desvencijada, recogiendo las escasas limosnas de los vecinos las han repartido entre los más necesitados y han cuidado a los apestados. Es esta solidaridad, recuperada por los franciscanos, la que atrae a los hombres, les hace recuperar su orgullo y tener la determinación para crear una sociedad nueva. Dos serán los símbolos de esta nueva sociedad: las casas del ayuntamiento, presidiendo la plaza pública, que alejan a los hombres del control de la Iglesia de Santiago, en cuyo pórtico, celebraban anteriormente los concejos, y en cuyo interior se levantan las capillas de principales del pueblo (Pachecos de Minaya, los Herreros, principales dueños de ganados, los Rosillo, adalides de la Corona, o los Pallarés, siempre a la sombra del poder), y la erección de una nueva iglesia. El nuevo templo es la iglesia de Santa María de Gracia; erigida en suelo, cedido por Alonso del Castillo, en una de esas cesiones obligadas para que no le recuerden su sangre judía, las piedras son apiladas con el esfuerzo y el dinero de los sanclementinos. Es un templo que acoge a todos, especialmente, a aquellos que, mirando, hacia atrás, han abandonado sus lugares de origen y sus raíces. Son los hombres llegados sin nada al Arrabal, donde se construyen pobres casas de adobe, refugio asimismo de aquellas familias como los Origüela o los Rodríguez, no aceptados en el pueblo por su sangre judía; son los viejos recaudadores de impuestos, como los Abrabaneles, y esos otros que siguen su estela desde Tierra de Campos, los de la Fuente y los Ruiz de Villamediana, y son los miembros de la propia familia Castillo, en cuyo linaje recaen tres estimas imperdonables: ser judíos, ricos y criados del marqués Diego López Pacheco.

Es ese mundo heterogéneo de desarraigados, advenedizos, repudiados y marginados el que encontrará una casa común en el convento de Santa María de Gracia y en los franciscanos un referente de abnegación y solidaridad. Unos pobres frailes franciscanos serán el elemento catalizador de la mayor revolución económica y social que se vivirá en las tierras conquenses del comienzo del quinientos. Únicamente la ignorancia del arrogante nos impide recuperar la memoria del pasado y condenar a la destrucción las huellas materiales del pasado. Hoy, el convento de Santa María de Gracia, nos muestra en las formas achaparradas del exterior, la pobreza de unas sociedades harapientas que lo crearon, y en la belleza de su interior, el alma orgullosa y limpia de aquellos hombres del quinientos. De la necesidad y la firmeza de las creencias, nace el orgullo de unos hombres que se creían dioses, pero tenían conciencia de su naturaleza humana. De la prepotencia y la vacuidad, la miseria moral de la apariencia, la vanidad y la nada.


viernes, 5 de abril de 2019

La capilla de San Juan del convento de San Francisco de San Clemente

EL convento de Nuestra Señora de Gracia o de San Francisco de la villa de San Clemente era el lugar de enterramiento de familias principales del pueblo. Entre ellas, destacaba la capilla de San Juan, lugar de enterramiento de la familia Origüela, una familia judía, que contaba entre sus miembros con veinte penitenciados por la Inquisición (uno de ellos, Luis Sanchez de Origüela, quemado, por decir que las imágenes de la Semana Santa eran simples trozos de madera.  Aquí, presentamos un extracto del testamento de un miembro de la familia, el licenciado Pedro Galindo, que menciona la fundación de la capilla de San Juan por la familia

Y mando que sea sepultado en la Yglesia del señor San Francisco desta villa en la capilla del señor San Juan, adonde están enterrados Pedro Sanz de Origüela Galindo mis padres sus fundadores y de su capellanía que Santa Gloria ayanArchivo Histórico Nacional,OM-CABALLEROS_SANTIAGO,Exp.2798 

lunes, 22 de octubre de 2018

Noticias sueltas sobre las capillas de enterramiento en el convento de Nuestra Señora de Gracia




No quería publicar estas notas sueltas hasta completar los datos existentes entre los papeles antiguos. Pero como esa intención puede demorarse en el tiempo, acompaño estas anotaciones que puedan servir de base para cualquier estudio de otra persona.

Se acompañan algunas noticias de las capillas de enterramiento de Nuestra Señora de Gracia o convento de los frailes.


  • El ochavo de la capilla mayor queda reservado a don Alonso Castillo, fundador del convento e hijo del alcaide de Alarcón, don Fernando del Castillo, y a doña María de Inestrosa, su mujer

hazemos patrón del dicho monesteryo a vos el dho conçejo de la villa de San Clemeynte, para que cada uno de vos podáys elegir sepoltura e asyento do quiera que ovyere lugar, dentro e fuera de la capilla mayor, a donde por el guardián del monesterio os fuere señalado, excebto el ochavo de la dha capilla, de la una esquina a la otra, el qual damos e señalamos al dho señor Alonso del Castillo para su enterramiento.


  • Doña Juana María de Villodre, natural de Villanueva de la Jara, heredera de su primo don Gaspar de Villodre (Cura), casó con D. Antonio de Oma Villamediana, sin sucesión. Fue su heredera Doña Isabel María Josepha de Oma, hija de su marido, de la que era ya viuda. Enterrada en el Convento de San Francisco de la Villa de San Clemente, en la Capilla del Descendimiento de la Cruz, patronazgo de don Alonso Ruiz de Villamediana.

  • Cuando Francisco de Mendoza muere en Madrid deja como principal beneficiaria de su testamento, escriturado en Madrid el 13 de octubre de 1598, a su prima Elvira. Ésta que ya poseía la mitad del término de Perona, agregará la otra mitad cedida por su primo. Con el término de Perona heredaría el pleito con la villa de San Clemente sobre la jurisdicción de este lugar
mando la mitad que tengo y poseo con los términos y casas con lo demás anejo y con la jurisdicción del dicho lugar que trato pleyto con la villa de San Clemente, con la jurisdicción de la mi prima y sus herederos lo ayan y tengan y posean juntamente con la otra mitad del dicho lugar que es de la dicha doña Elvira Zimbrén, sin que en ningún tiempo se puedan diuidir ni enajenar sino siempre suzeda en todo el dicho lugar los nombrados por la dicha señora Elvira Zimbrón en su mitad pues con el fauor de Dios serán los propios que yo nombrare por ser como somos hijos de dos hermanos

    El testamento nombraba como albacea a doña Elvira, y la posesión de Perona se supeditaba a algunas cargas, entre las que figuraban la obligatoriedad de algunas misas, por el alma de Francisco Mendoza, en la capilla que los abuelos, Alonso del Castillo y María de Inestrosa, habían fundado para la familia en el Monasterio de Nuestra Señora de Gracia de San Francisco: la misa mayor del domingo, por su memoria, la misa del sábado por su madre Juana de Mendoza y una misa los viernes por su hermano mayor el licenciado don Ginés del Castillo y Mendoza. La cesión de bienes a doña Elvira tenía como reserva la condición que seguiría disponiendo de ellos, como usufructuaria y mientras viviera, la viuda de Francisco Mendoza, doña Juana de Guedeja y Peralta (su muerte debió acaecer en 1608).

  •   Y mando que sea sepultado en la Yglesia del Señor San Francisco desta villa en la capilla del Señor San Juan, adonde están enterrados Pedro Sanz de Origüela Galindo mis padres sus fundadores y de su capellanía y memoria que santa gloria ayan. (Testamento de Pedro Galindo de 20 de abril de 1574). Son los sucesores de la familia Origüela y los antecesores de los condes de Villaleal o Piquinoti. Los Origüela eran una familia de origen converso, judíos convertidos, emparentados con el doctor Pedro González del Castillo, antecesor de los Castillo Portocarrero, señores de Santa María del Campo Rus y de Santiago de la Torre. San Juan, a quien se dedica la capilla, era santo muy querido a los judíos conversos

  • Don Juan de Ortega y Agüero había contraído matrimonio en 1617 con doña Ana Carrillo de Mendoza. Los dos están enterrados en el convento de San Francisco , sin que pueda detallarse el lugar exacto. El sepulcro bellamente tallado que hay en el centro, al lado izquierdo dice : Iacent in fossa Roderici Ortega Ossa (Torrente Pérez tomo II, p. 345. Con motivo del asesinato de Juan de Ortega y Aguero, alguacil mayor en 1672). Se describe la tumba del primer señor de Villar de Cantos y antecesor familiar de los Valdeguerrero.


  • Juan Pacheco Guzmán, alférez mayor de la villa de San Clemente, estaba obrando su capilla de enterramiento en 1604. Había recibido la herencia de los Castillo por el matrimonio con Elvira Cimbrón, nieta de Alonso del Castillo y María Inestrosa

Escudo de la familia Buedo. Foto: Jesús Pinedo
  • Capilla familiar de los Buedo o capilla del Nazareno; debajo de una falsa sillería se conserva el escudo de los Buedo
  • Estas armas corresponde a un escudo que hoy debe estar tapado por un revocado en el ochavo del convento de los frailes o de San Francisco. En él figurarán las armas de dos de las principales familias del San Clemente en la Edad Moderna: los Castillo y los Pacheco

    "1643.....describen armas de los Pachecos en S. Clemente.....se encuentran en el convento S. Francisco...a la derecha del altar mayor existe un sepulcro de los Pachecos con dichas armas.....5 cuarteles.....1º..2 calderas de escaques blancos y encarnados con campo blanco (Pachecos)…..2º....castillo blanco en campo rojo....3º. 2 calderas en campo azul.....4º...banda azul en campo negro...5º..campo dorado y azul...2 tiros de artillería". (Información referente a los Pacheco, recogida por Julia Toledo)

sábado, 8 de septiembre de 2018

Villalgordo del Júcar (1787)



Villalgordo del Júcar, aldea de Villanueva del Júcar, y con gran parte de su término perteneciente a Alarcón (que disfrutaba de las dehesa de Galapagar y la ribera del Júcar). Para 1672, se emancipa como villa de Villanueva de la Jara y cierra su término (a costa de los viejos propios de Alarcón). Una población con cierto impulso demográfico. De sus pocas más de mil almas, al año morían entre cuarenta y cincuenta, nacían sesenta. Su economía se fundaba en los granos y la vid. De las viejas dehesas, ahora en 1787, apenas si queda nada.






Villalgordo del Júcar, pueblo de trescientos vecinos de la Mancha en Castilla la Nueva, está situado a la izquierda del río Júcar, bajando agua abajo, en una llanura algo elevada sobre dicho río, como a la distancia de ciento cincuenta pasos y como a la de trescientos de un gran puente de seis ojos para su tránsito bastante capaces y cuya fábrica es de piedra de sillería de la mayor firmeza y estructura, por su fundamento que es un peñasco a la reserva de la cubierta con sus antepechos de lo mismo, y viene a rematar por la parte opuesta en una parada de molino de seis piedras con una habitación muy capaz y una gran huerta y olmeda que hacen el sitio ameno y delicioso, esto es propio del señor de Minaya.

Ignórase cuándo y por qué se fundó, pero se deduce ser muy antiguo el tiempo de la población, por haberse encontrado por los años de sesenta del presente siglo algunos sepulcros cerrados así de piedra como de plomo y en ellos huesos de personas con varias monedas de cobre, que bien registrados solo se podía advertir Rómulo. Lo que se sabe de cierto, que siendo aldea de la jurisdicción de Villanueva de la Jara se hizo villa en el año de 1672 por concesión de la Reina Gobernadora, doña Mariana de Austria, en la menor edad del señor Carlos Segundo, con privilegio de no reconocer juez de alzadas ni otro superior que la Chancillería de Granada, a cuyo distrito corresponde, o al Real y Supremo Consejo de Castilla. No tiene armas particulares y solo usa de las reales y se gobierna por dos alcaldes ordinarios, dos regidores, un alguacil mayor, procurador síndico y dos alcaldes de la hermandad, que anualmente se gobiernan por el ayuntamiento. Tiene cura propio, con una iglesia parroquial cuya titular y patrona como de todo el pueblo es Santa María Magdalena, y además a la orilla del pueblo como al mediodía hay una ermita muy decorada, dedicada al señor San Roque por los años de treinta de la era presente, con ocasión de una enfermedad contagiosa y mortal que se padeció en el ... generalmente y luego que invocaron la protección del santo, ofrecieron levantarle templo y celebrar su día sanaron enteramente de su dolencia.

Esta villa dista quince leguas mirando al norte de la ciudad de Cuenca, capital de este obispado e intendencia y de la villa de San Clemente, que es cabeza de este partido se halla separado cinco leguas al poniente, dos lugares confinantes son por el saliente Tarazona y el Quintanar del Rey, cada una a la distancia de dos leguas y a la mitad se hallan las caserías de las Escobosas, despoblado y que únicamente sirven en el día para habitación de los labradores en las temporadas que se ocupan en este sitio. Mirando al norte y a la distancia de dos leguas y media está el Picazo por las márgenes del río Júcar y subiendo el dicho río a los tres cuartos de él molino de seis piedras que llaman el Batanejo con una huerta y arboleda bien frondosa y más arriba como legua y media hay otra rueda de molino de cuatro piedras que dicen de los Nuevos. Por el poniente están las casas de Benítez y Casas de Guijarro cada una distante una gran legua y finalmente al mediodía y distante dos leguas se halla la Roda y a la de una está Fuensanta y en medio del camino mira a esta, están las casas del Carmen que son de la jurisdicción de Vara del Rey, en estas casas como a doscientos pasos se mira la cueva do hizo ejemplar penitencia en hábito de hombre la venerable doña Catalina Cardona (¿o Córdoba?)de la casa de este nombre por los años de 1560 y la que fundó en el mismo sitio un convento del Carmen descalzo en tiempo de Santa Teresa, el cual después se trasladó y se halla en Villanueva de la Jara, lo está igualemente el cuerpo de esta Venerable.

El término y jurisdicción de esta villa se extiende del mediodía al norte legua y media y de saliente a poniente una legua, cuyo terreno es de la mayor calidad para cosecha de granos por lo muy arenoso y en más proporción para plantío de viñas y olivas de que hay en mayor abundancia, como también de azafrán, por lo que regulado por un quinquenio producirá anualmente de trigo como nueve o diez mil almudes y de cebada, centeno y avena siete mil, de vino quince mil arrobas y de muy buena calidad porque lo llevan para Madrid, de azafrán seiscientas libras de tostado y de aceite setecientas o novecientas arrobas. Abunda igualmente de mucha hortaliza por las muchas huertas que hay en su comprensión, de donde se surten los pueblos vecinos de fruta y finalmente de arboledas que lo hacen bien divertido. No tiene montes ni otras dehesas, que una de pinar hacia el norte y otra de mata parda hacia el mediodía (la llamada de Galapagar), ambas de corta consideración.

Tiene dos escuelas, la una para niños y la otra para niñas, pero sin otra dotación que lo que estos contribuyen mensualmente según la costumbre y alguna asistencia con que el cura párroco ayuda voluntariamente a este efecto.

Las enfermedades que son más comunes son tercianas, tabardillos y algunos dolores de costado y su curación la respectiva y regularmente prueba bien la sangría, por lo que el número de muertes suele ser de cuarenta a cincuenta anualmente de todas clases y edades y el de nacidos de sesenta poco más o menos. 

Es cuanto puedo decer en cumplimiento de la orden de S. I. I. comunicada a este efecto con el interrogatorio remitido por don Tomás López, Geógrafo de su majestad, a que acompaño el mapa de la vuelta, que he procurado formar con el mayor cuidado, Villalgordo del Júcar, y abril 19 de 1787.

Juan Joseph Duque


BNE. MSS.MICRO/14485 (Mss. 7293)  Correspondencia, relaciones y mapas enviados a don Tomás López, geógrafo de los dominios reales, de poblaciones del Reino Murcia y Castilla la Nueva. 1786-1788